Estados Unidos ha elevado este viernes a 17 los muertos por el brote del nuevo coronavirus y ha alcanzado la cifra de 306 contagiados por el virus en el país, según ha informado la cadena CNN. Un total de 29 estados presentan ya casos de coronavirus, pero sin duda Washington es el principal foco con 85 casos confirmados y 14 muertes. En Seattle, en el estado de Washington se ha registrado una estadística que preocupa a las autoridades: al menos 10 muertos y varios infectados con Covid-19 están relacionados con una misma residencia de ancianos.
El centro para mayores de Kirkland, localidad de 90.000 habitantes en el área metropolitana de Seattle, no ha podido contener hasta ahora el contagio entre sus residentes e incluso su personal sanitario y la frustración ha llegado a algunos funcionarios estadounidenses. "Estoy empezando a perder la paciencia", señaló uno de ellos a Bloomberg.
Ante esta situación Seattle permanece en alerta máxima con la propagación del coronavirus y las autoridades todavía están trabajando para controlar ese brote, mientras las familias esperan, frustradas por el creciente número de muertos, hasta ahora 10, y la falta de información y pruebas de coronavirus, según señala 'The New York Times'.
Igualmente, en el asilo Life Care Center, precisamente donde se reportaron los primeros decesos del país, decenas de pacientes y trabajadores continúan siendo vigiladas por un posible contagio.
Al mismo tiempo que se trata de contener la epidemia en el centro, las autoridades investigan si la actuación de los responsables ha sido la correcta o si no se tomaron las medidas de prevención, recomendadas especialmente por el grupo de riesgo con el que trabajan. Hasta el centro se han desplazado inspectores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) para investigar la actuación frente a las infecciones.
Algunos medios estadounidenses señalan que el centro no cuenta con un programa efectivo de control de infecciones, según un informe realizado el año pasado. "El centro no se aseguró de que el personal realizara de manera consistente la higiene de las manos y cambiara los guantes según fuera necesario mientras lavaba los platos", recogen del informe .
2.500 personas esperan en un crucero
Pese a que este es el principal foco, EEUU tampoco puede obviar a los cerca de 2.500 pasajeros que permanecen a bordo del crucero Grand Princess frente a las costas del norte de California. Allí, decenas de personas esperan aún los resultados de pruebas de detección después de que 19 miembros de la tripulación y dos pasajeros dieran positivo, según declaró el vicepresidente Mike Pence en la rueda de prensa diaria del grupo de trabajo creado por la Casa Blanca para afrontar la crisis del coronavirus COVID-19.
La tripulación de este crucero atracado desde el miércoles en el mar cerca del puerto de San Francisco espera aún la orden del gobernador estatal, Gavin Newsom, para poder dejar desembarcar a los pasajeros.
La alerta en el crucero se desató después de que un californiano de 71 años, que estuvo la primera parte del trayecto de la nave, murió el miércoles en el Condado de Placer a causa del COVID-19, deceso que se convirtió en el primero en ese estado y que obligó a Newsom a declarar el estado de emergencia.
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