Niveles de planificación

Dubái frente a España: las lecciones del emirato sobre cómo hacer la desescalada

Coronavirus Dubai. / EFE
Coronavirus Dubai. / EFE

España entró este lunes en la fase "0" de la desescalada. Las nuevas medidas y permisos se ha ido transmitiendo poco a poco a la población a través de ruedas de prensa, entrevistas y decretos publicados en el BOE, pero el aluvión de información ha generado confusión sobre cómo actuar dentro de los límites de esta nueva 'flexibilidad'. Otros gobiernos han puesto a disposición de la ciudadanía guías oficiales que no dejan lugar a dudas. Dubái, que ha emitido una guía que regula desde el porcentaje de alcohol necesario en los líquidos para desinfectar las mesas (75%) en establecimientos comerciales hasta las reglas que deben seguir los empleados del hogar en las casas donde trabajan, es el ejemplo perfecto. 

Reglas sobre los centros comerciales

En el documento, las autoridades del emirato han dictado instrucciones para la desescalada tanto para los administradores de negocios como para sus clientes. El protocolo es tan estricto que incluso exige que los establecimientos que permitan a los compradores probar sus productos -prendas de vestir, joyas...- tengan la capacidad de desinfectarlos después de cada uso. El Gobierno también ordena a los locales higienizar los espacios reservados a sus clientes -como baños y probadores-, establecer puestos de venta de mascarillas para que todos los compradores las usen, instalar dispensadores de gel desinfectante, educar a su personal en las mejores prácticas de higiene y contar con una sala vacía para aislar personas en caso de que se detecte un positivo de la Covid-19. Las medidas buscan el reducir los riesgos de contagio y el hecho de responsabilizar a todas las partes implicadas aumenta su efectividad. Es más, el documento, al que ha tenido acceso La Información, evita que se registren incongruencias entre las normas y su cumplimiento a través de un sistema de evaluación de las condiciones de la predesescalada. 

Los locales también están obligados a equiparse con la infraestructura para promover el 'cobro inteligente' -con tarjetas de crédito y transferencias rápidas-, pero no cuentan con la autorización para rechazar los pagos en efectivo, según la guía del Gobierno. Los empresarios también tienen la responsabilidad añadida de asegurar que toda su cadena de producción cumple con las medidas de higiene dictadas por las autoridades. 

Los propietarios de los inmuebles tienen por su parte la obligación de garantizar que las entradas, salidas, ascensores y escaleras se limpien frecuentemente, además de garantizar que en los comercios no se supera el 30% del aforo para evitar aglomeraciones. Otra medida en este sentido va dirigida a los vendedores y establece la prohibición de hacer rebajas u otro tipo de ofertas llamativas en el periodo de desescalada. Un requisito para la apertura es que los administradores instalen cámaras térmicas y sistemas de comunicación masiva -como altavoces- para recordar de forma constante a los presentes cómo hay que comportarse en este periodo tan arriesgado de la pandemia. Para extremar todavía más las precauciones, los aparcamientos de los edificios deberán ocuparse un 25% como máximo y todos los servicios de 'valet parking' han quedado suspendidos. Además, la entrada a los centros comerciales de personas mayores de 60 años o de entre tres y 12 está completamente prohibida.

Hay más... Para paliar las dificultades que atraviesan los empresarios por la caída en las ventas, el Gobierno ha pedido a los dueños de los locales que modifiquen el modo de cobro a sus arrendatarios. En vez de una cuota mensual, las autoridades llaman a medir el numero de horas que las tiendas permanecen abiertas y establecer un precio. La administración del emirato también solicita a los propietarios que no suben el alquiler a los clientes que tengan que renovar sus contratos en los próximos meses. 

Transportes y logística

Para el correcto funcionamiento del transporte, las autoridades velan porque se mantenga la distancia social entre los usuarios, incrementan la frecuencia de los trayectos, establecen protocolos de comportamiento de las multitudes en las entradas, desinfectan constantemente los vehículos, agregan pegatinas en el suelo para recordar las medidas, habilitan más vehículos en las áreas de transporte más concurridas y limitan a uno o dos personas el uso de los ascensores en las estaciones.

Para la construcción

Las reglas son estrictas. Nada de regresar a casa o ir a restaurantes en medio de la jornada laboral. Las autoridades han decidido confinar a los trabajadores de las constructoras al perímetro de las obras para evitar la propagación del virus. Según el protocolo, los constructores tendrán que hacer todo lo posible por evitar aglomeraciones en espacios cerrados, como zonas de descanso y ascensores, distribuir los horarios de descanso para no coincidir unos con otros y someterse a controles de temperatura de forma constante. En cuanto a los materiales, éstos deberán ser desinfectados después de cada uso y los camioneros que los transportan no deberán salir de su cabina en los trayectos ni descargarlos de sus vehículos. Es decir, el rol de todos los que participan en las operaciones está totalmente delineado en los planes de las autoridades.

En este sentido, el Gobierno de Pedro Sánchez ha publicado medidas -menos estrictas- como la prohibición de trabajar en las obras donde los obreros no puedan mantener la distancia social con los vecinos y el uso de zonas comunes de los edificios durante la jornada laboral. El Ejecutivo también ha pedido a las compañías que marquen los trayectos en los que cada empleado deberá moverse durante el día para evitar aglomeraciones y que fijen horarios de entrada y salida para todos.

En las fábricas

El Gobierno espera, después de la publicación de sus reglas, que los trabajadores de las fábricas desinfecten cada dos o tres horas las áreas comunes como comedores y baños. Esto representa un coste adicional para las compañías, pero las autoridades aseguran que apoyarán económicamente a las plantas pequeñas y medianas para que puedan gozar de estos servicios y cuidar cada detalle. La temperatura de todos los empleados de estas instalaciones también deberá ser tomada unas dos veces al día y el uso de guantes y mascarillas es obligatorio. El papel de los gerentes es fundamental en estas empresas, ya que éstos, por órdenes de la Administración, deberán realizar vídeos para educar a sus empleados en las mejores prácticas a desarrollar en su horario laboral. 

La misma atención se traslada al cuidado de los productos. Los empresarios deberán establecer procesos para desinfectar las cajas con materiales antes de que éstas entren en las fabricas, organizar turnos de llegada de las distintas entregas para evitar aglomeraciones y contactos innecesarios, aislar los productos e incrementar el  número de autobuses disponibles para que sus trabajadores lleguen a sus fábricas de la forma más directa posible. El Gobierno de Dubái es consciente de que la mayoría de las plantas quiere trabajar las 24 horas del día, pero en sus informes advierte que no le temblará el pulso para cerrar empresas con contagiados y asegura que una reducción del 30% del personal en los recintos puede evitar nuevos casos.

En las oficinas

Para poder reabrir, todas las oficinas tendrán que contar con la capacidad de limpiar todas las áreas comunes, cerrar las cocinas y proveer material desechable para los empleados. Los administradores de los edificios tienen la responsabilidad de asegurarse de que cualquiera que entre se someta a una prueba de temperatura e instalar dispensadores de gel y los trabajadores que presenten síntomas tienen prohibido asistir a sus puestos. Los horarios de apertura de los inmuebles también se han estudiado y la conclusión de los expertos es que no deben superar las ocho horas diarias de actividad y en las reuniones, de ser necesarias, no deben participar más de cinco personas. 

"Valores sociales y culturales"

En este apartado, el Gobierno ha prohibido las reuniones familiares o amistosas de más de 10 personas en lugares privados, incluyendo las que sirvan para celebrar bodas o funerales. En las que se celebren, la sobriedad en el trato deberá prevalecer: "Nada de abrazos ni apretones de manos", dicen las guías. Las autoridades han establecido que los encuentros interpersonales solo deben producirse entre allegados, y no se debe intercambiar comida entre hogares ni donar alimentos, a no ser que toda su cadena de producción esté supervisada por una autoridad sanitaria.  

Las reuniones por motivos religiosos y las visitas a personas mayores también deberán evitarse. Por su parte, los empleados del hogar no deben reunirse con personas fuera de las casas en que trabajan, ni aceptar comida de otros recintos para reducir las transmisiones. Los empleadores de este colectivo también tienen la responsabilidad, según las autoridades, de instruir a sus trabajadores en las mejores prácticas de higiene. Como reflejan estas pautas, las reglas impregnan todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y están estructuradas de forma que se pueda monitorizar el cumplimiento de cada una de ellas. Una campaña de test masiva que pretende abarcar a su población es otra de las claves por las que el emirato ha apostado en sus planes de desescalada. La minuciosidad con la que está diseñado ayudará seguramente a cubrir todas las áreas. 

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