Aún no hemos llegado al pico

Las trágicas cifras que deja el coronavirus en Italia... a las que España se acerca

Gráfico Italia
Gráfico Italia

Italia encabeza la lista de países europeos más azotados por el coronavirus con sus más de 45.700 contagiados y más de 4.000 muertos, cifra que supera a los fallecidos en China (al menos 3.245). En España las cifras son bastante inferiores -19.980 positivos y 1.002 fallecidos- pero sería un error ignorar el escenario italiano y pensar que la crisis no puede alcanzar esas dimensiones en la península ibérica, porque las tendencias de evolución de la propagación del virus en ambas naciones se parecen cada vez más.  

España no ha llegado al pico de la crisis, según las autoridades. Pero el momento se avecina, en gran medida por la curva en el número de afectados. Las cifras de fallecidos también muestran una propensión al alza. La jornada más trágica en España se cobró 160 vidas, y la de la nación del primer ministro Guiseppe Conte supera los 420. Al analizar estos datos para prever posibles escenarios hay que tener en cuenta que el coronavirus llegó a Italia unos 10 días antes que a España. Las informaciones sobre del Covid-19 comenzaron a propagarse por Europa en diciembre, pero los Gobiernos de la eurozona parecían no creer que afectaría de tal forma al viejo continente. Ahora se enfrentan al gran reto de confinar a la población para proteger, sobre todo, a los grupos de riesgo.

En cuanto a las edades de los fallecidos, el informe del Covid-19 del Instituto Superior de Salud Italiano publicado el 17 de marzo detalla que las víctimas del virus tienen una edad media de 79,5 años. Los expertos calcularon que 707 muertos tenían entre 70 y 79 años, 852 estaban en la franja entre los 80-89 y 198 eran mayores de 90. Además, se encontraron con que solo 17 de los 2.978 muertos en el país hasta la fecha del estudio eran personas con menos de 50 años

En España todavía no ha visto la luz una investigación demográfica tan detallada. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, explicó en una rueda de prensa este jueves que el 33% de los fallecidos tenía más de 65 años, el 18% superaba los 75 y solo tres ciudadanos menores de 50 años han muerto producto del virus. Esto demuestra más patrones de similitud en el comportamiento de la pandemia en ambos países, pero hay que tener cautela a la hora de trazar paralelismos porque Simón ha declarado que los últimos datos que maneja el Gobierno de Pedro Sánchez son parciales.

El estudio del instituto italiano también desglosa las causas de muerte de los pacientes y demuestra que solo el 0,8% de los que perdieron la vida por el brote no tenían una patología previa al virus. Entre las enfermedades que más deterioraron la salud de las víctimas en Italia están la cardiopatía isquémica (33%), la hipertensión arterial (76,1%), los ictus (9,6%), la fibrilación auricular (24,5%), la diabetes (35,5%), la demencia (6,8%), la enfermedad pulmonar crónica (13,2%), la insuficiencia renal crónica (18%) y un cáncer activo por más de cinco años (20,3%). El estudio llega incluso a pormenorizar que la mayor parte de los fallecidos padecía más de una dolencia.

Los datos que provee el Ministerio de Sanidad español no son tan precisos, pero sí explican que las personas a las que más puede afectar el virus son las que ya sufren enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodepresión o las que atraviesan un embarazo.

Entre los síntomas que han ayudado más a detectar contagios, los investigadores italianos destacan la fiebre, la dificultad respiratoria, la tos, la diarrea y la hemoptisis. Asimismo, del lado español, Simón puntualizó este jueves que los comportamientos que suelen manifestar los afectados por el virus son la fiebre, la tos seca y las dificultades respiratorias. 

Las terapias que los doctores están administrando a los pacientes alrededor del mundo varían al tratarse de un virus nuevo y desconocido. De hecho, una doctora italiana cuenta a La Información la tensión que viven los médicos en su país por no saber cuán eficiente es el tratamiento que aplican a los enfermos. Este instituto contabilizó que el 83% de los infectados atendidos en centros hospitalarios recibe antibióticos, el 52% es tratado con antivirales y el 27%, con esteorides. Del funcionamiento de los profesionales de la salud en España no se conocen estos datos, pero las autoridades se vieron obligadas a requisar grandes cantidades de paracetamol esta semana ante el pánico desatado por un informe que señala al ibuprofeno como culpable de empeorar la salud de los infectados. 

La preocupante similitud entre los dos países asusta sobre todo a las autoridades por un posible colapso de los centros médicos ante la avalancha de pacientes. Los hospitales están habilitando todos los espacios que pueden y varios hoteles españoles le han tendido la mano al Gobierno con el ofrecimiento de sus edificios para internar enfermos, aunque la evidencia italiana demuestra que tal vez ni siquiera esto sea suficiente. 

El confinamiento de los ciudadanos en Italia parece estar dando resultados para frenar la pandemia y controlar el flujo de pacientes en los complejos médicos. Sin embargo, el Gobierno necesita más tiempo para manejar la crisis y lo ha extendido hasta el 3 de abril. Por su parte, el Ejecutivo de Sánchez impuso una cuarentena de 15 días a los españoles, pero ya varios ministros han advertido de que ésta puede durar más. Las cifras de los próximos días serán determinantes para calcular el daño que sufrirá España por el coronavirus y el grado de firmeza con que los políticos deberán tomar las próximas decisiones.

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