La mayor tradición de EEUU

La Covid revoluciona Acción de Gracias: mini pavos y reunión familiar por Zoom

Los americanos han asumido que no habrá viajes ni grandes encuentros en su fiesta más importante del año y los productores avícolas se ven con problemas para atender otro tipo de comidas más restrictivas.

Los supermercados de EEUU han cambiado su oferta de pavo para este Acción de Gracias distinto.
Los supermercados de EEUU han cambiado su oferta de pavo para este Acción de Gracias distinto.
S.P.

La conversación arranca con una pregunta. ¿Qué haces en Acción de Gracias? La respuesta de Leslie es breve pero resume perfectamente cómo se va a vivir la gran celebración familiar en los Estados Unidos en la era del Zoom. "Me quedo en casa tranquila", dice sin más. En circunstancias normales, le habría llevado unos cinco minutos explicar los vuelos que tendría que coger para ver a los suyos y contar los detalles del menú que tenía en mente para el festín de otoño. 

Cada año queda con sus padres y hermanos en un destino diferente. Este, nada de subirse a un avión para ir a Florida, Ohio o California. Y el gobernador de Nueva York ordenó que nada de celebrar este año con más de diez personas. El viaje más largo que va a hacer es al carnicero para recoger el pavo que tiene reservado. El coronavirus no va a privarle, dice, de cocinar como lo haría su madre. 

Pero son cuatro a la mesa en lugar de veinte, así que será pequeño. Cada año se suelen comer 40 millones de pavos en Acción de Gracias, de acuerdo con la National Turkey Federation. Los grandes pesan entre nueve y quince kilos. Se les llama Toms. Incluso para una mesa de doce comensales es mucha carne cuando se le suma todos platos que lo acompañan y los postres. Los más pequeños suelen ser hembras. Los productores ya llevan tiempo reduciendo el tamaño de los pavos para adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo. La disrupción del Covid-19 lo está acelerando. 

El caso de Leslie se replica por todo el país. La cadena de supermercados Kroger anticipa que el 45% de sus clientes celebrará Acción de Gracias con los miembros de la familia más inmediata. Eso plantea un quebradero de cabeza para las compañías en el negocio de la alimentación al anticipar que se pondrá este año en las mesas. Walmart, por ejemplo, va a elevar un 30% la oferta de pechugas de pavo en anticipación de la demanda. 

Los supermercados también tienen listos otros productos, como langostas, cangrejos y gambas, por si los clientes optan por desviarse de la tradición. Y anticipando cualquier posible escenario en este 2020, las carnicerías están comprando también gallinas con un peso inferior a los seis kilos, capones, costillas de cerdo y jamones pequeños precocinados. Leslie dice que si hace falta para mantener la tradición, pedirá al carnicero que le corte por la mitad un pavo de los grandes. 

El principal temor de las tiendas es que se viva una situación de desabastecimiento como en mayo, debido a los brotes de coronavirus en las plantas de procesamiento de pollo y cerdo. La oferta de aves de pequeño tamaño, además, es limitada porque la primera ola de la pandemia retasó todo el proceso de esquilmado de las aves y provocó a su vez que los pavos crecieran más. Eso se está traduciendo en precios de la carne un 15% más alto que hace un año

El cambio en la demanda está forzando a los productores, además, a matar a los animales y congelarlos antes de lo previsto. Los pavos pequeños de entre cinco y siete kilos, por cierto, son los que suelen reservar los productores para las donaciones a los bancos de alimentos. Muchos están renunciando a ese compromiso para poder atender la demanda. La mayoría, sin embargo, aguanta confiando en que al final se decidirá cocinar en las casa el pavo de siempre. El pavo es relativamente barato. 

Pero a los inconvenientes del distanciamiento social se le suma el severo impacto del confinamiento económico, lo que va a llevar a las familias a gastar menos en Acciones de Gracias. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, urge a demócratas y republicanos que adopten un nuevo paquete de estímulos fiscales sin esperar. "Nunca antes en mucho tiempo fue tan necesario", afirma. Habla pensando en las familias y pequeños negocios que necesitan la asistencia para superar el invierno. 

El coronavirus contagió a más de 12 millones de estadounidenses y se llevó por delante más de 250.000 vidas. Los gobernadores y alcaldes urgen a los ciudadanos que se queden en casa, por temor a que se saturen los hospitales. La festividad de Acción de Gracias este año será, por tanto, más dispersa. 

La plataforma de vídeoconferencias Zoom, una de las grandes beneficiadas por el confinamiento, eliminará el 26 de noviembre el límite de 40 minutos en las conexiones gratuitas. Será para muchos una celebración muy diferente este año por la pandemia. ¿Y qué pasa con el que no sabe cocinar y se queda en casa? No hay problema, supermercados como Aldi, Costco, Trader Joe´s, Walmart y Whole Food tienen menús precocinados para cuatro comensales que incluyen una buena porción de pavo con el stuffing (relleno), puré de patatas, salsa de arándanos y tarta de manzana. También hay restaurantes que sirven a domicilio.

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