"¿Por qué no nos cuenta algo de Argelia?", preguntó ayer de forma irascible el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, al presidente Sánchez. Una sesión de control que estuvo marcada por las continuas alusiones, por parte de la oposición y de los socios del Gobierno, hacia el pueblo saharaui. Pero, pese a la reiteración, el presidente evitó pronunciarse sobre un asunto que inquieta a la opinión pública: nuestro principal suministrador de gas llamó a consultas a su embajador en España, tachó de "segunda traición histórica" el pacto del Sáhara Occidental y vetó vuelos de empresas con destino a Madrid. Una nueva posición, dirigida junto con su actual ministro de Exteriores (José Manuel Albares), que sintoniza con el considerable apoyo económico que ha recibido el reino aluita en los últimos ocho años: más de 4.000 millones de euros en ayudas y créditos.
La política exterior de Sánchez es, de momento, una de las áreas que más confusión está generando. No solo por haber cambiado en cuatro años hasta tres veces de ministro de Exteriores, sino además por diversos cambios de guion que han agitado las relaciones diplomáticas de España. En los últimos años se había mantenido una posición de neutralidad entre los dos vecinos del sur: Marruecos y Argelia. La razón se debía a que el primero le proporcionaba seguridad en la lucha contra el terrorismo y la inmigración, mientras que el segundo le exportaba gas, un hidrocarburo clave para la generación eléctrica dentro del país. Pero el presidente socialista ha querido romper con la cautela de su predecesor y a base de giros bruscos (primero a favor de Argelia y luego de Marruecos) ha impuesto una nueva realidad diplomática en el norte de África, con la aprobación explícita de EE.UU y algunos países de la Unión Europea.
Comisión Europea: 1.400 millones
En un informe facilitado por la Comisión Europea se muestra la ayuda que ha recibido Marruecos desde el año 2014 gracias al Fondo Fiduciario de Emergencia. Un apoyo económico que ha servido para "servicios sociales básicos de acceso equitativo, mejorar la gobernanza democrática y el estado de derecho, ofrecer más oportunidades de empleo inclusivo y reforzar las capacidades de la sociedad civil". Una ayuda que, según la Comisión, ha servido para "asistir a más de 3.000 inmigrantes a volver a sus lugares de origen, dar cobertura sanitaria a más de 19.000 personas o cubrir los servicios sociales mínimos a unos 1o.000 marroquíes".
Banco Europeo de Inversiones: 2.660 millones
Según los últimos datos que maneja el BEI (Banco Europeo de Inversiones), desde el año 2014 hasta la actualidad, este órgano financiero ha destinado 2.660,9 millones de euros a financiar proyectos del país norteafricano. Esta 'ingente' cantidad ha ido llegando a las arcas del reino alauita por diversos desembolsos, siendo el primero en 2017. Los préstamos concedidos por la entidad son muy diversos y cabe resaltar los siguientes: 102 millones para la escolarización rural, 54 millones para la industria manufacturera, 100 millones para el apoyo a las pymes marroquíes, 40 millones para la ampliación de la segunda línea de tranvía de Rabat o hasta 70 millones a la Universidad EuroMed de Fez para "contribuir a la integración de los ciudadanos mediante el fomento de la movilidad internacional y el diálogo intercultural".
Ayudas para la Covid: 450 millones
Durante el año de la pandemia (2020), los países con economías más frágiles sufrieron los efectos perversos de un virus que obligó al confinamiento y, por ende, al cierre del comercio. Según la Comisión Europea, "Marruecos adoptó estrictas medidas sanitarias que afectaron duramente a la economía y a decenas de miles de personas y familias vulnerables". A lo largo de ese año, la dinastía alauí recibió un paquete de ayuda de 450 millones de euros, que se llevó a cabo en dos desembolsos. En el último de ellos (de 169 millones), el comisario de Vecindad y Ampliación de la UE, Olivér Várhelyi, aseguró que "Marruecos es un socio importante y estamos unidos en esta lucha". Un apoyo que permitió al país reforzar su respuesta a la pandemia.
Acuerdos de pesca: 208 millones
En el último acuerdo de pesca sostenible entre la UE y Marruecos (de 2019 a 2023), se permitió a 128 buques de 11 estados miembros a pescar hasta 375.000 toneladas de pescado en las aguas marroquíes a cambio de 208 millones de euros (en el primer año, 48,1 millones; en el segundo, 50,4 millones; y en el tercero y cuarto, 55,1 millones). Sin embargo, este último convenio se ha topado con una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que, tras un recurso del Frente Polisario (movimiento de liberación del Sahara Occidental), decidió anular el pacto. Esta realidad financiera que vive Marruecos no tiene apenas parecido con la del país con el que hace frontera (Argelia), que recibe préstamos, sobre todo, del BERD (Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo), que es una institución que entre sus miembros no solo está la UE, sino también otros países, como Argelia.
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