La crisis de la mediana edad, o cómo una mala decisión puede arruinar tu carrera

  • Un reciente estudio sugiere que menos del 50% de los cambios profesionales entre los 40 y los 50 años acaban derivando en éxito laboral.
La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels
La entrevista de trabajo es siempre un momento tenso. / Pexels

Aunque no lo parezca, el primer trabajo no suele ser tan importante en tu carrera profesional; son la mayoría de las decisiones que tomamos a partir de entonces las que pueden determinar en mayor o menor medida nuestro éxito profesional. Por eso, no es de extrañar que más de la mitad de los españoles se plantee cambiar de empleo en un futuro no muy lejano. Algo que no siempre es una buena idea, tal y como se desprende de un reciente estudio. O, al menos, es algo que no te asegura el éxito.

Especialmente, a mitad de carrera, cuando nuestras decisiones pueden suponer un salto profesional definitivo para asegurarse una buena jubilación, pero con las que también corremos el riesgo de estancarnos para siempre en un puesto sin futuro. Se trata de un hallazgo clave de una investigación llevada a cabo por Julia Tang Peters, asesora de liderazgo para ejecutivos y autora del libro 'Pivot Points: Five Decisions Every Successful Leader Must Make', y por Laurence Minsky, profesor en el Columbia College Chicago, y que recoge este artículo de 'Harvard Business Review'.

El estudio preguntaba a 500 adultos con educación universitaria y activos laboralmente (el equivalente al 16% de los adultos en EEUU) sobre su experiencia tomando decisiones profesionales importantes a lo largo de sus carreras y el grado de éxito de cada decisión. Los resultados fueron sorprendentes: menos del 50% de las decisiones tomadas a mitad de carrera fueron calificadas como exitosas, de lo que se extrae que las personas son más proclives a tomar decisiones que conducen a resultados poco exitosos entre las edades de 40 y 48, según las evaluaciones de los encuestados. O, lo que es lo mismo, que el momento perfecto de una carrera para ocupar altos cargos es desaprovechado por más de la mitad de los empleados.

Al comienzo de una carrera profesional, las personas generalmente entienden que su falta de experiencia implica que necesitan identificar cómo convertirse en un empleado capaz de contribuir más, aprendiendo los procesos, las prácticas y la cultura de una empresa. Sin embargo, a medida que suman más y más experiencia y habilidades, adquieren también más responsabilidades destinadas a mejorar los ingresos, la rentabilidad o la reputación de la marca de la empresa. En otras palabras, los profesionales de mitad de carrera son evaluados por algo más que simplemente realizar sus funciones, sino que se espera que creen e impulsen cambios decisivos.

"Hemos descubierto que una razón para no adaptarse a este cambio significativo en las expectativas es que, con el aumento de las responsabilidades personales y familiares, así como [el hecho de tener] puestos e ingresos más altos, el jefe promedio a mitad de carrera siente que tiene más que perder si comete un error . Se convencen de tomar decisiones que sean seguras, donde se sientan que tienen el control. Posponen las decisiones cuando deberían examinar lo que necesitan cambiar. En los momentos de toma de decisiones, sobrestiman los riesgos del cambio y subestiman los riesgos de preservar su 'status quo'.

Ser feliz con lo que haces también influye

El estudio no tiene en cuenta, eso sí, que ser feliz con lo que haces en el trabajo influye en tu estado de ánimo y, por tanto, en tu rendimiento y en tus resultados. Por eso, si estás descontento en el entorno laboral, también afectará a tu ámbito privado (y, por extensión, te creará esa necesidad de preservación). Según el Informe Infoempleo Adecco 2018, un 46,55% de los encuestados no se sienten motivados en su trabajo. Entre las razones que más valoran a la hora de decidirse o no por un cambio de empleo, un 59,32% consideran el salario como el aspecto más importante, un 49,01% las oportunidades de desarrollo profesional, y para un 45,18% es fundamental poder conciliar la vida profesional con la personal.

Por todo ello, para saber si te gusta tu trabajo, lo primero que tienes que hacer es una balanza con las cosas a favor (por las que te quedarías en ese puesto) y en contra (las que te indican que debes cambiar de empleo), para así valorar después los aspectos que te indican que tienes que cambiar de empleo. Una vez realizado este paso, es buena idea saber qué puedes aportar a tu empresa o a una nueva y en qué tienes potencial de crecimiento. Solo así tendrás más opciones de acertar en el caso de que decidas cambiar de empleo.

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