Misiles, drones y milicias

Este es el verdadero poder militar de Irán

Gráfico ejército Irán militares
Gráfico ejército Irán militares
Nerea de Bilbao

La capacidad militar de Irán asciende en la actualidad a 523.000 efectivos, una cifra que incluye a 350.000 militares del ejército regular y al menos 125.000 combatientes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria (IRGC), la organización militar más poderosa de la República Islámica y su fuerza más efectiva. Según cálculos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), la fuerza Al Quds, el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria para las misiones en el exterior, dispone de 7.000 efectivos entrenados para la guerra no convencional.

Otros 20.000 combatientes están enrolados en la 'Marina' del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, que opera en el Estrecho de Ormuz -la ‘arteria petrolera’ más importante del mundo, por la que pasa más del 30% del crudo que transita por vía marítima, 18,5 millones de barriles diarios en 2016 según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos-, escenario de varios enfrentamientos en 2019 en los que se vieron involucrados buques petroleros de diversas nacionalidades.

Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, el valor de las importaciones de defensa de Irán entre 2009 y 2018 -su gasto militar oscilaba entre 13.000 y 20.000 millones de dólares en 2018- equivale al 3,5% de las importaciones de su gran enemigo en la región, Arabia Saudí, durante el mismo período. La mayoría de dichas importaciones provienen de Rusia y China.

Misiles

El arsenal de misiles de Irán es clave en su estrategia debido a su escaso poder aéreo en comparación con sus enemigos regionales, como Arabia Saudí o Israel. Teherán, que frenó su programa de misiles de largo alcance en virtud del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con la comunidad internacional, dispone de misiles balísticos de corto (unos 500) y medio alcance (unos 100), en poder del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria. Tienen capacidad para atacar objetivos en Arabia Saudí y el Golfo y posiblemente en Israel, según investigadores del centro de estudios Royal United Services Institute (RUSI).

Armas no convencionales

Pese a las sanciones económicas, Irán ha sido capaz de desarrollar drones que ha utilizado desde 2016 en la lucha contra el Estado Islámico en Irak. En junio de 2019, la República Islámica derribó dos drones de vigilancia de EEUU que supuestamente habían violado el espacio aéreo iraní sobre el Estrecho de Ormuz. Poco después, en septiembre, diez drones cargados con explosivos atacaron en Arabia Saudí la refinería de Abqaiq, la mayor planta de procesamiento de crudo del mundo, y la de Khurais, el segundo mayor depósito petrolífero del gigante saudí Aramco. Riad culpó directamente a Teherán de aquel ataque.  

Operaciones en el extranjero

La capacidad de Irán para hacer la guerra a través de sus fuerzas 'proxy' -milicias chiíes e insurgentes que operan en escenarios como Siria e Irak- ha convertido a estos grupos en el arma predilecta de Teherán, según un detallado análisis de la estrategia exterior de la República Islámica elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Dichas milicias, integradas por decenas de miles de combatientes,  tienen más peso en la estrategia iraní que su programa de misiles balísticos, los supuestos planes nucleares con fines militares o sus fuerzas convencionales

La red, que opera con diversos métodos en Siria, Irak o Yemen, ha sido dotada de recursos y desplegada por Teherán como su principal herramienta para contrarrestar a los adversarios regionales y la presión internacional, hasta el punto de que el coste total para la economía iraní de sus operaciones en estos países asciende a 16.000 millones de dólares mientras que la milicia libanesa Hezbolá, el grupo armado más poderoso de Oriente Medio y la gran amenaza para Israel en la actualidad, recibe 700 millones anuales de Irán, según cálculos del IISS.

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