Cuando Kennedy declaró su amor por Berlín y seis míticas frases más que marcaron nuestra Historia (vídeos)

    • Hace 50 años el presidente de EEUU pronunció un aplaudido discurso en el Berlín dividido.
    • Desde Kennedy a Arafat pasando por Marx, descubre las frases más influyentes de la Historia universal reciente.
Kennedy visita la Puerta de Bradenburgo en Berlín en 1963
Kennedy visita la Puerta de Bradenburgo en Berlín en 1963
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A veces la historia depara pequeñas grandes frases que marcan un hito en el devenir de la humanidad:

1. JFK: "Ich bin ein Berliner" (Soy un berlinés)

El carismático presidente estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, dejó en tal día como hoy hace 50 años esta frase para la historia durante su visita a la dividida ciudad.

"Todos los hombres libres, vivan donde vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por ello, como un hombre libre, me enorgullezco de decir: 'Ich bin ein Berliner' (Soy un berlinés)". Los asistentes estallaron en aplausos al oír esta entrenada frase en alemán.

Fue la forma de JFK de decir a los berlineses y a la totalidad del pueblo germano, en una entrenada frase en alemán, que se solidarizaba con ellos.

2. Ronald Reagan: "Señor Gorbachov, eche abajo este muro"

24 años más tarde, en 1987, Ronald Reagan realizó su segunda visita a Berlín y pronunció su también conocida frase "Señor Gorbachov, eche abajo este muro".

"Confía, pero verifica", dijo Reagan ese mismo año el día que se reunieron ante las cámaras de televisión para firmar la renuncia de ambas partes a un número de armas nucleares, como parte del proceso final de la Guerra Fría. Mijail Gorbachov, con una sonrisa en el rostro, le replicó: "Repite eso en cada reunión", ante las risas de los allí presentes.

3. Martin Luther King: "Tengo un sueño…"

El icónico luchador por la igualdad de negros y blancos en Estados Unidos pronunció en 1963 probablemente uno de los discursos más conocidos de la historia contemporánea universal.

Ante una multitud reunida en Washington junto a Abraham Lincoln, habló del "sueño americano", la igualdad y la libertad. "Tengo un sueño; que un día mis cuatro pequeños vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por su carácter", dijo a solo unos pasos del presidente de EEUU que un día acabó con la esclavitud en ese país.

4. Nelson Mandela: "Lucho contra la dominación blanca y la negra; es un ideal por el que estoy dispuesto a morir"

Ante el tribunal que le juzgaba por enfrentarse al Gobierno del apartheid, con una posible pena de muerte, Nelson Mandela aseguró:

"He luchado contra la dominación blanca, y he luchado contra la dominación negra. He defendido el ideal de una sociedad democrática y libre, en la que todas las personas vivan juntas en harmonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y que espero alcanzar, pero es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".

Finalmente, fue condenado a cadena perpetua. Cerca de tres décadas después se presentó a la presidencia.

"Nunca, nunca y nunca más debe suceder que este precioso país experimente de nuevo la opresión de uno sobre otro", dijo en su discurso de investidura como primer presidente democrático y negro de Sudáfrica. Tenía entonces 75 años.

5. Karl Marx: "¡Proletarios del mundo, uníos!"

"¡Proletarios de todos los países, uníos!", animó el filósofo y economista alemán Karl Marx en el Manifiesto Comunista que firmó con Friedrich Engels. Sus teorías dieron lugar a distintas interpretaciones que, en su versión más extrema, desencadenaron regímenes totalitarios en medio mundo.

6. Mahatma Gandhi: "No hay camino para la paz, la paz es el camino"

"Con el puño cerrado no se puede intercambiar un apretón de manos", decía también el activista indio que luchó por la independencia de la India, según la Fundación Mahatma Gandhi. Abogaba por la "no cooperación no violenta" para su lucha nacionalista.

El ejemplo pacifista del "padre de la India" aún se admira hoy en el mundo entero y fue clave para poner fin a la colonia británica del subcontinente asiático.

7. Yasir Arafat: "Me presento ante ustedes con una rama de olivo en una mano y un fusil en la otra. No dejen que se me caiga la rama de olivo"

De terrorista declarado a Nobel de la Paz tras firmar los Acuerdos de Oslo con el presidente israelí, Isaac Rabin, en los años 90, Yasir Arafat lideró la transformación pacifista de su organización.

"Me presento ante ustedes con una rama de olivo en una mano y un fusil de un combatiente por la paz en la otra. No dejen que se me caiga la rama de olivo de la mano", advirtió en noviembre de 1974 ante la Asamblea General de Naciones Unidas en un discurso que duró 80 minutos, tal como informaba entonces la revista Time.

Dos días después aquel discurso en Ginebra, la ONU aprobó en dos resoluciones, una para convocar una conferencia internacional de paz para Oriente Próximo y otra para sustituir el término OLP por Palestina en la diplomacia de Naciones Unidas, recuerda el Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona (CIDOB).

"Gracias a mantener un equilibrio entre el radicalismo y la moderación, consiguió el reconocimiento internacional de numerosos países e incluso de las Naciones Unidas, pronunciando en 1974 ante la Asamblea General palabras como [éstas]", declaró la Fundación Príncipe de Asturias al conferirle a él y a Isaac Rabin su premio a la cooperación internacional en 1994, el mismo año en que ambos obtuvieron el Nobel de la Paz.

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