Cuba, Venezuela y Nicaragua, blanco de las críticas de EE.UU. sobre derechos humanos

  • Washington, 25 feb (EFE).- Cuba y Venezuela fueron de nuevo blanco de las críticas de EE.UU. sobre la situación de los derechos humanos, aunque este año se incluyó también a Nicaragua, en tanto que Colombia y Guatemala recibieron un 'aprobado' del Gobierno.

Washington, 25 feb (EFE).- Cuba y Venezuela fueron de nuevo blanco de las críticas de EE.UU. sobre la situación de los derechos humanos, aunque este año se incluyó también a Nicaragua, en tanto que Colombia y Guatemala recibieron un "aprobado" del Gobierno.

El Departamento de Estado envió hoy al Congreso de EE.UU. un amplio informe sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, en el que analizó la situación de Latinoamérica, y en especial de países como Bolivia, Colombia, Cuba, Guatemala, Nicaragua y Venezuela.

El documento constata la existencia de amenazas a la libertad de prensa, y en ciertos casos, intimidaciones y fraude y violencia en procesos electorales, así como el uso de referendos constitucionales para socavar la libertad democrática, entre otros abusos, pero también destaca algunos avances en determinados países latinoamericanos.

En general, EE.UU. opina que las instituciones electorales en la región mantuvieron "la independencia y el rigor" adquiridos en los últimos años, ya que varios procesos, como los comicios presidenciales en Paraguay, las primarias en Honduras y referendos en Bolivia y Ecuador se desarrollaron de manera libre y justa.

Sin embargo, señala que hubo excepciones en el caso de Nicaragua, donde las elecciones municipales estuvieron "plagadas de fraude generalizado, intimidación y violencia", y en el de Venezuela, que inhabilitó a casi 300 candidatos, la mayoría de la oposición, para las elecciones municipales y regionales.

En algunos casos, hubo Gobiernos que usaron procesos democráticos, tales como referendos constitucionales, para "perseguir políticas que amenazaron con socavar las libertades e instituciones democráticas, reducir los controles, o consolidarse en el poder Ejecutivo".

EE.UU. cita a Ecuador, donde la nueva Constitución contiene disposiciones que obligan a las cadenas a facilitar al Ejecutivo tiempo en programas, y a Venezuela, donde se aprobaron por decreto 26 leyes, algunas de las cuales reflejan aspectos de normas propuestas en el referendo de 2007, que fue rechazado.

El Gobierno de EE.UU. también constata "amenazas" a la libertad de prensa, principalmente en Venezuela y Nicaragua.

Asimismo, el Departamento de Estado indica que en Nicaragua se continuó registrando una falta de respeto al Estado de derecho, corrupción sistemática, y una politización de los órganos judiciales.

Por su parte, señala que Bolivia respetó "generalmente" la libertad de prensa, pero siguió manteniendo una relación "antagónica" con los medios, y recordó los episodios de violencia previas al referendo sobre la nueva Constitución.

Estados Unidos señala que el régimen cubano, que sigue siendo el único Estado totalitario de la región, sigue "negando a sus ciudadanos los derechos humanos básicos", entre ellos la potestad de un cambio de Gobierno, y perpetró abusos "numerosos y serios".

Frente a las críticas, el informe valora los esfuerzos del Gobierno colombiano por mejorar el respeto a los derechos humanos, pero advierte de que "persisten numerosos problemas sociales y abusos gubernamentales de derechos humanos".

EE.UU. también elogia a Guatemala, que de igual manera se ha esforzado, aunque destaca la permanencia de violencia, impunidad y la corrupción.

Por su parte, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay respetaron en términos generales los derechos humanos, si bien hubo abusos en materia de violencia doméstica y explotación infantil.

La violencia doméstica contra mujeres, los abusos contra la infancia, los delitos sexuales, así como la corrupción de fuerzas de seguridad y de funcionarios gubernamentales plagan los países centroamericanos.

En México reina una "impunidad y corrupción en todos los niveles de la Administración" y en Brasil, la violencia de las fuerzas de seguridad sigue siendo un problema.

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