En el verano de 2006, Craig Jaret Hutchinson y su novia pasaban por un mal momento. Su relación no contaba más que unos meses y Craig se sentía a gusto, incluso dispuesto a tener un hijo con su pareja.
Pero cuando llegó el verano, la chica se agobió y pensaba en dejar su relación con Craig, que seguía pensando que un hijo podría salvar su relación. Es por eso que perforó con un alfiler todos los preservativos que usarían en adelante.
Finalmente la mujer quedó embarazada. No se lo podía explicar, habían usado medidas anticonceptivas en todo momento, ninguno de los preservativos se había roto… Pero Craig se lo puso fácil, le dio la respuesta al enigma del embarazo.
En varios mensajes de texto, Craig escribió a su novia lo que había hecho. La embarazada no se lo pensó un momento, y acudió a la Policía canadiense a denunciarlo.
Desde entonces, Craig ha visitado los juzgados en dos ocasiones. La primer, en 2009, en la Corte de Justicia de Nueva Escocia (Canadá). De aquél juicio, el acusado fue declarado no culpable. Pese a considerar sus actos como "fraudulentas y cobardes", no constituían un asalto sexual.
Pero hace unos meses, el Tribunal de Apelación de Nueva Escocia ordenó un nuevo juicio, y esta semana tres jueces han decidido que Craig sí había cometido un asalto sexual. Dos de los tres jueces consideraron que la novia de Craig no había dado consentimiento a mantener relaciones sin protección.
El día 2 de diciembre, Craig conocerá su sentencia.
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