Se cumplen cinco años de la guerra que comenzó con un graffiti

    • La guerra siria estalló de la forma más inesperada: tras el arresto y tortura de unos adolescentes que pintaron en la pared de su escuela: Es tu turno, Doctor, en referencia a Asad, que es oftalmólogo.
    • 470.000 muertos, 1,8 millones de heridos y más de 11,2 millones de desplazados son el resultado de un conflicto que ha asolado el país de Oriente Medio. 

Los vientos de la primavera árabe que se inició en Túnez hace poco más de cinco años, llegaron huracanados a Siria que se debate, desde entonces, en una compleja guerra civil, con gobierno, opositores, grupos terroristas y una coalición internacional involucrados.

Sin embargo, la guerra estalló de la forma más inesperada: tras el arresto y tortura de unos adolescentes que pintaron en la pared de su escuela: Es tu turno, Doctor, en referencia a Asad, que es oftalmólogo.

Casi medio millón de muertos y cientos de miles de desplazados, y ninguna solución viable a la vista, es el resultado de este lustro de guerra.

Estas son las cifras de la guerra civil que asola este país:11,2 millones de desplazados

La guerra ha acabado con la vida de más de 250.000 sirios, según los últimos datos de la ONU.

Sin embargo, un informe del Syrian Center for Policy Research (SCPR) afirma que los muertos son más de 470.000 y los heridos, 1,8 millones. 

Además, más de 11,2 millones de sirios -de una población de 21,80 millones- se han visto obligados a huir de sus hogares, 4,6 millones se han refugiado en otros países y 6,6 millones son desplazados internos, un nivel que no se alcanzaba desde la II Guerra Mundial.

Los estados que más refugiados acogen son los vecinos, Líbano, Jordania y Turquía. No solo eso: centenares de sirios han muerto en el mar Mediterráneo intentando buscar refugio en Europa, que en los últimos días ha endurecido sus políticas de asilo.13,5 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria

Por otro lado, según la ONU, 13,5 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria, el 70% no tiene acceso a agua potable y 4 de cada 5 personas viven en la pobreza.

Las fuerzas gubernamentales y los rebeldes han mantenido poblaciones sitiadas sin permitir la entrada de alimentos y se han producido muertes por inanición, como las del campo de refugiados palestinos de Yarmuk y la ciudad de Madaya. Más de 400.000 personas viven en 15 ciudades asediadas y unos 4,5 millones, en zonas de difícil acceso.

Todo ello, ha provocado que la situación de desarrollo del país haya retrocedido cuatro décadas. La esperanza de vida se ha acortado 15 años, la escolarización de los menores ha caído un 50% y la economía se ha contraído un 40%.Otros cinco años de guerra costarían lo mismo que el PIB español

Es más, si la guerra siria terminara mañana, los costes derivados del conflicto ascenderían a cerca de 630 millones de euros. Aunque la cifra podría dispararse hasta los 1,2 billones de euros, el equivalente al PIB anual de España, si se prolongara otros cinco años, ha recogido un informe de World Vision y Frontier Economics.

'Frente al sufrimiento de las personas es difícil pensar fríamente en los costes económicos', ha lamentado el director general de World Vision en Reino Unido, Tim Pilkington. 'Pero las pérdidas financieras se traducen en pérdidas humanas. Debemos preparar el camino para la paz ahora', ha añadido.

Aunque la guerra siria terminara este año, el PIB per cápita del país tardaría en recuperarse entre 10 y 15 años frente a los niveles pre-crisis. Un escenario 'optimista' que incrementaría los costes totales de la guerra a cerca de 630 millones de euros.5,7 millones de niños sin escolarizar

Por otro lado, ocho millones de niños sirios están sufriendo los daños colaterales derivados de la guerra, siendo la educación el sector más golpeado. En Siria --donde una de cada cuatro escuelas ha sido destruida, dañada o está siendo utilizada como refugio para personas desplazadas-- 5,7 millones de niños han dejado el colegio.

No obstante, en el exterior la situación no es mucho mejor y menos de la mitad de los refugiados están escolarizados.

Los menores cargarán de por vida con esta situación, estimándose en casi 10 millones de euros el total de ingresos que dejarán de percibir.

'La guerra en Siria ha hecho añicos las vidas de ocho millones de niños. A menos que actuemos ahora, esta guerra afectará no solo a una generación de menores, sino también a sus hijos', ha advertido Pilkington.15 años menos de esperanza de vida

La destrucción del sistema sanitario también ha mermado en 15 años la esperanza de vida.

La mitad del personal médico ha huido del país y más del 40 por ciento de los hospitales han dejado de ser funcionales. Millones de niños, menores de cinco años, sufren problemas de malnutrición y comunicación, entre otras enfermedades.Efecto rebote a otros países

Los efectos del conflicto se han exportado también a los países colindantes, especialmente Líbano y Jordania, cuyas exportaciones a Siria se han reducido dramáticamente, ha recogido el informe.

Según datos del Banco Mundial, el Ejecutivo libanés desembolsó casi un millón de euros entre 2012 y 2014 para hacer frente a los gastos generados por los refugiados en su territorio, fundamentalmente por un incremento de la demanda de electricidad y otros servicios, como la educación.

En Jordania, por su parte, se observa un incremento de 817 millones de euros en el gasto público entre 2012 y 2013.

Sin embargo, el impacto sobre la economía turca fue 'moderadamente positivo', habida cuenta del aumento de los salarios para los trabajadores del país con motivo del flujo de refugiados.Reducción del 25% de la tasa de crecimiento

La tasa de crecimiento en Siria se ha reducido cerca de un 25 por ciento, con respecto a las previsiones realizadas en caso de que no hubiera estallado el conflicto.

Los ingresos por crudo, la cuarta parte de los beneficios obtenidos por el Gobierno antes de la guerra, se han reducido a la mitad. Mientras, la deuda pública ha superado el 126 por ciento, frente al 23 por ciento registrado en 2010.

'Debemos preparar el camino para la paz ahora mismo. Cuanto más tardemos en reconstruir Siria, mayores serán los retos y los costes. El mundo no debe repetir los planes de posguerra fallidos --como en Irak y Afganistán-- aplicados en los últimos conflictos', ha subrayado Pilkington.Quién es quién en la guerra

Muchas son las partes interesadas en este conflicto de difícil solución. Lo que en un principio comenzó con un levantamiento popular en el marco de las primaveras árabes y se transformó en un conflicto civil entre el régimen de Bashar al Assad y grupos armados rebeldes ha terminado siendo un campo de batalla en el que se entrecruzan la lucha por el poder e intereses geoestratégicos de los países de la región y las potencias mundiales.

Y en medio de todo este maremágnum, la aparición del Estado Islámico (EI, ISIS o DAESH), el grupo terrorista más poderoso de la historia, con su propio califato en Siria e Irak.

Estos son los principales actores de la región que, en mayor o menor medida, tienen influencia e intereses en la guerra siria:

SUNÍES Y CHIÍES: Para entender casi cualquier conflicto en el mundo árabe, es imprescindible diferenciar entre estas dos confesiones del Islam, rivales eternas desde la muerte del profeta Mahoma. Los suníes representan el 85% de la población musulmana mundial y los chiíes se limitan al 15%.

RÉGIMEN DE AL ASSAD: De confesión alauí, muy próxima al chiísmo, que es acusada de hereje por los suníes, pues rechaza algunos preceptos del Islam como la peregrinación a La Meca y al Corán le añade su propio libro sagrado.

Los alauíes controlaban Siria desde hacía 40 años y, aunque el régimen era enemigo de Estados Unidos e Israel, habían llegado a una coexistencia pacífica.

ESTADO ISLÁMICO: Surgido de la escisión de Al Qaeda en Irak y formado por suníes que querían librarse del yugo del régimen chií tras la caída de Sadam Husein, por lo que en sus filas también hay antiguos oficiales del régimen del dictador iraquí.

A su llamada acudieron además miles de musulmanes de todo el mundo --se calcula que unos 150 españoles-- que vieron en él una esperanza por haber logrado el objetivo que Al Qaeda nunca alcanzó, que es conquistar territorio.

Aprovechando el vacío de poder en Siria, y junto con las regiones conquistadas en el norte de Irak, fundó su califato en junio de 2014, donde controla pozos de petróleo, ha impuesto su interpretación de la sharia y cobra impuestos a la población local.

FRENTE AL NUSRA: La rama de Al Qaeda en Siria y, junto con el Estado Islámico, el grupo terrorista más importante que opera en este país. Está formado por muyahidines islamistas suníes cuyo objetivo es derrocar el gobierno de Al Asad para crear un estado panislámico bajo la sharia.

OPOSICIÓN SIRIA: Es el término global para la entidad política representada por la oposición 'moderada' al régimen de Al Assad. La denominada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria y otros grupos opositores con cierto control territorial reclaman representar a la República Árabe Siria legítima.

IRÁN: De confesión chií, es uno de los más influyentes actores en la región y principal defensor del régimen de Al Assad. Por tanto, enemigo del Estado Islámico, al que combate con milicianos que han cruzado a Irak y Siria --se sabe porque ha sufrido bajas sobre el terreno--, aunque no ha entrado en guerra oficialmente.

IRAK: El gobierno liderado por el chií Nuri al Maliki (2006-2014) apartó a los suníes de los puestos de responsabilidad del país, por lo que en lugar de una reconciliación nacional Irak vivió una nueva guerra sectaria en la que esta vez fueron los chiíes los que sometieron al resto de confesiones. Este conflicto fue aprovechado por grupos terroristas como Al Qaeda para expandirse y, junto con la extensión de la guerra en la vecina Siria, favoreció la aparición de otros nuevos como el Estado Islámico.

TURQUÍA: El gobierno liderado por Recep Tayip Erdogan es de corte suní y, por tanto, enemigo de Al Assad, que ha acusado a Turquía y otros países de apoyar y financiar a los rebeldes sirios. Desde que comenzó la guerra, la tensión ha ido en aumento en la frontera entre ambos países, con ataques mutuos y combates, aunque también con atentados y derribo de aeronaves.

Pero además de este enfrentamiento, Turquía tiene abierto otro frente relacionado con el largo conflicto que mantiene con la insurgencia kurda: las victorias que ha ido obteniendo este pueblo en su resistencia a la invasión del Estado Islámico.

Miles de kurdos se han levantado en armas en Siria e Irak, lo que les ha hecho ganar adeptos entre su población en Turquía. Esto ha llevado incluso a la entrada por primera vez en el Parlamento de Ankara de un partido prokurdo, que ha hecho resurgir el enfrentamiento con el principal grupo rebelde, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), el cual parecía haberse enfriado después de 40 años.

Además, en Siria habitan los turcomanos --unos 200.000 antes de la guerra--, que comparten ancestros centroasiáticos con los turcos y la mayoría son opositores a Al Assad, por lo que reciben apoyo de Erdogan.

Los bombardeos de Moscú en la frontera les han golpeado directamente, lo que ha llevado a una sucesión de advertencias entre rusos y turcos que han hecho elevar la tensión hasta el punto de romper temporalmente los contactos militares.

ARABIA SAUDÍ: Régimen suní que ha sido acusado de financiar a grupos islamistas moderados en los inicios de la guerra de Siria para debilitar a Al Assad. Actualmente forma parte de la coalición que lidera Estados Unidos contra el Estado Islámico y es uno de los países que más está bombardeando sus posiciones. Por otro lado, también lidera su propia coalición para restablecer en el poder al presidente suní de Yemen, quien tuvo que irse al exilio por el levantamiento huti que tiene tomada incluso la capital.

RUSIA: La intervención de Rusia en la guerra siria ha ido aumentando progresivamente. Aliado de Al Assad, en los inicios de la guerra vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU, junto con China, una resolución contra el régimen propuesta por árabes, europeos y estadounidenses.

Los intereses de Moscú en Siria son numerosos, empezando por el hecho de que el régimen de Al Assad es uno de sus principales compradores de armamento y de que en Siria se encuentra la única base militar de Rusia en el extranjero, establecida en 1971 para apoyar a la flota de la Armada de la Unión Soviética en el Mediterráneo.

Además, Moscú no quiere que los suníes se extiendan en Oriente Próximo y amplíen su influencia al Cáucaso, concretamente a los rebeldes chechenos, también de confesión suní.

Por eso, a finales de septiembre la aviación rusa empezó a bombardear posiciones de grupos insurgentes enemigos de Al Assad en medio de acusaciones de otros países de que su intención no es derrotar a estos yihadistas, sino atacar también a los islamistas moderados, eliminar a los detractores del régimen y reforzar así a Al Assad de cara al futuro de Siria.

Las incursiones rusas han elevado la tensión en la zona hasta el punto de que los yihadistas respondieron con un atentado en el avión que se estrelló en el Sinaí a finales de octubre y esta misma semana un caza ruso fue abatido por haber violado supuestamente el espacio aéreo de Turquía.

Esto ha llevado a que Moscú haya roto los contactos militares con el gobierno de Erdogan, retrasando aún más una posible colaboración de fuerzas para acabar con el conflicto.

ESTADOS UNIDOS: La posición en que queda Washington no puede ser más compleja. La coalición que lidera desde hace más de un año contra el Estado Islámico no ha avanzado todo lo previsible y está perdiendo influencia en detrimento de Rusia.

Tras los atentados de París se ha reafirmado en su postura, junto a Francia y Reino Unido, de apostar por una lucha conjunta para destruir al Estado Islámico y ha instado a Rusia a redirigir sus objetivos.

Eso sí, aunque su postura sobre el futuro de Al Assad no es tan tajante como antes, Washington sigue defendido que el presidente sirio forma parte del problema y, por tanto, no puede formar parte de la solución al conflicto. Algo que confronta totalmente con la posición rusa.¿Y ahora qué?

Con este complejo escenario de fondo se celebrará el próximo ciclo de negociaciones bajo la égida de la ONU el 14 de marzo y estará centrado en la formación de un nuevo gobierno, la redacción de una nueva Constitución y la organización de elecciones presidenciales y parlamentarias. Según el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, el objetivo es organizar dichos comicios en 18 meses.

Pero la discrepancias siguen siendo importantes. 'Para los estadounidenses está claro que hay que hacer concesiones (...) pero al mismo tiempo, no están listos para aceptar que Asad siga en el poder indefinidamente', ha explicado Yezid Sayigh, experto en Medio Oriente del centro Carnegie.

'Ellos quieren como condición que él se vaya al principio, durante o al final de un periodo de transición, lo que los rusos siguen sin aceptar', ha agregado

Los dos gestores de la inédita tregua que comenzó el 27 de febrero entre el régimen y los rebeldes siguen siendo conscientes de que a falta de un acuerdo, la violencia volverá.

'Si la tregua no se apuntala mediante un acuerdo político, la violencia va a volver poco a poco', ha advertido Sayigh.

Aunque las negociaciones en Ginebra tengan éxito, grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, que controlan la mitad del territorio sirio, seguirán combatiendo.

'El pueblo sigue siendo la víctima de los arreglos de cuentas entre las potencias', ha concluido Sayigh.

B. Barón
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