De Milán a Barcelona con 2.000 euros

Cancelados 1.705 vuelos en los aeropuertos españoles
Cancelados 1.705 vuelos en los aeropuertos españoles
Santiago Zarraga

Muchos pasajeros en toda Europa se encuentran atrapados en aeropuertos cerrados por la nube de cenizas del volcán islandés. Algunos no quieren esperar a la apertura del tráfico aéreo y buscan alternativas que les lleve a casa.

En Malpensa, aeródromo de Milán, tres ciudadanos argentinos han perdido su conexión a Madrid en un vuelo de la compañía Iberia. "Estamos indignados por la falta de comprensión, simplemente te dicen que no es culpa suya", afirman con pena. Visto que no pueden volar por ahora, han decidido viajar en coche hasta Roma, con la idea de esquivar la nube y alcanzar una aeropuerto desde donde regresar a su país.

La familia Muñoz, procedente de Barcelona, también quiere escapar de la capital del norte de Italia. "Habíamos venido a pasar el fin de semana, aprovechando que se celebras la feria", sin embargo, "el viaje de la familia de cuatro personas se va a incrementar en unos 2.000 euros", se quejan mientras esperan en una cola frente a la ventanilla de Easyjet. Éste es el precio de dos noches de hotel en Milán, alquilar un coche hasta Livorno y para terminar el viaje de dos días, un ferry hasta la capital catalana.

Sin duda alguna, la feria de Milán que se celebraba esta semana y que acababa el lunes 19 ha producido un impacto mayor en la ciudad. Por las cercanías de la Estación Central se ven viajeros con la mente perdida, pensando dónde van a dormir otra noche más o llamando a sus casos tratándo de encontrar una salida.

Pero no es nada fácil. Por ejemplo, alquilar un vehículo desde Milán a cualquier punto de España sube de los 1.200 euros y los trenes están completos hasta el próximo viernes. El autobús pasa al primer plano en ese momento.

Vuelta a casa en autocar

Dos grupos han decidido emprender su viaje de vuelta en autocar. Un grupo de más de treinta adolescentes han pasado el último día y medio de su viaje de fin de curso en el aeropuerto. Durante ese tiempo han "jugado al fútbol y dormido". Sin embargo, el gasto de la comida en el aeropuerto es otro plus a sumar y aunque ellos no parecen tenerlo en cuenta, los profesores han decidido contratar un autobus para llevarles del tirón hasta Sevilla. Los estudiantes dicen no importarles demasiado este cambio de última hora, al fin y al cabo "estamos perdiendo días de clase y el viaje va a durar unos días más", dice sonriendo uno de ellos.

El otro grupo que ha salido son otra treintena de comerciantes que también habían venido a la feria del mueble de Milán. El coste es de 200 euros cada uno por un viaje de casi doce horas en autobus, un plan al que sin duda se sumaría  Stefania. Esta joven trabaja en Barcelona y tampoco oculta su desesperación, después de cambiarle el vuelo tres veces en día y medio.De todas formas, lo que más le preocupa no es el dinero: "Estoy en casa de unos amigos, pero no me apetece estar cinco días aquí mientras ellos trabajan".

Mientras los líderes europeos deciden qué hacer con el espacio aéreo, los viajeros toman la inciativa y encuentran nuevas maneras de moverse. Cambiar la comodidad del avión por la paciencia de un viaje más largo se ha convertido en una obligación para muchos viajeros con ganas de volver a sus vidas.

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