De ser la primera piloto del nuevo Afganistán a ser odiada por los talibanes

    • Niloofar Rahmanise convirtió en la primera mujer piloto de la fuerza aérea afgana tras la caída del régimen taliban en 2001.
    • Desde entonces no ha habido día en que sus familiares y conocidos no la deseen que se estrelle con el avión.
Niloofar Rahmani
Niloofar Rahmani

La quieren matar sus propios hermanos. Niloofar Rahmanino ha tenido una vida fácil.En 2013, con solo 21 años, se convirtió enla primera mujer piloto de la fuerza aérea afgana tras la caída del régimen taliban en 2001. Desde entonces sus compatriotas siempre han querido que se estrellara.La carrera para ser una de las grandes pilotos de su país le costó sudor y muchas lágrimas. Llegar hasta ahí fue, más que difícil, muy duro, tal y como ha relatadoen una entrevista concedida a Al Jazeera.Nada más sentarse en el asiento del piloto del avión sintió cómolas críticas le llegaban como disparos hacia las turbinas de su avioneta.Era su primer vuelo y casi el último. Compañeros, familiares y ciudadanos de todo el país acudieron al histórico evento donde no todos le deseaban suerte."Creo quetodo el mundo salió para ver si iba a meter la pata, incluso querían que estrellara el avión.El mayor apoyo me lo dio un comandante de Estados Unidos, pero las personas mi país no estaban de mi lado", relata Rahmani.Sobrevivió, pero las críticas fueron a más."Algunos me acusaban de ser una prostituta o una drogadictapor el mero hecho de estar en el ejército", explica.La polémica iba 'in crescendo' día a día hasta que la joven se hizo una fotografía que se hizo viral. En la imagen aparecía con dos mujeres –una americana y otra británica–, celebrando su graduación como piloto del ejército. Muchos afganos dijeron interesadamente que quienes rodeaban a Rahmani eran hombres e insinuaron quehabía conseguido tal logro gracias a favores sexuales.Los insultos llegaron a sus perfiles en redes sociales. En sus fotografías se pueden leer comentarios como "Es una puta" o "Muerte a esa chica que dice ser musulmana".La primera piloto de ala fija en la historia de Afganistán ha llegado a recibiramenazas telefónicas de muerte y cartas de talibanesdiciéndole que se fuera volando de su país o se enfrentaría a sus hombres.Hasta su propia sangre le ha deseado lo peor. Ahora,deben cambiar de casa cada dos mesespor su propia seguridad.Su padre ha sido despedido de su trabajo y a su hermano han llegado a dispararle.

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