Más de 400 desaparecidos en Brasil tras la rotura de una presa en Brumadinho

  • La ola de barro y residuos minerales sepultó las instalaciones de Vale, la mayor productora de mineral de hierro del mundo.
Un helicóptero busca supervivientes tras el desastre causado por la rotura de una represa que contenía residuos minerales en Brumadinho, Brasil ( EFE/ Paulo Fonseca)
Un helicóptero busca supervivientes tras el desastre causado por la rotura de una represa que contenía residuos minerales en Brumadinho, Brasil ( EFE/ Paulo Fonseca)
Un helicóptero busca supervivientes tras el desastre causado por la rotura de una represa que contenía residuos minerales en Brumadinho, Brasil ( EFE/ Paulo Fonseca)
Un helicóptero busca supervivientes tras la rotura de una represa que contenía residuos minerales en Brumadinho, Brasil ( EFE/ Paulo Fonseca)

Con rabia, desesperación y esperanza, decenas de personas se agolpan este sábado a las puertas del centro de operaciones de Brumadinho, en Brasil, en busca de respuestas tras la rotura de una represa minera que ha dejado muertos, más de 400 desaparecidos y un mar de lodo y lágrimas.

En las primeras horas tras esta nueva tragedia en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil), reina el desconcierto y las informaciones contradictorias. Nadie sabe muy bien la magnitud de esta catástrofe que, por el momento, deja nueve muertos. Los familiares de víctimas llegan a las puertas de esta sala de mando -que en realidad es una facultad universitaria-, para saber si su hijo, su padre o amigos están o no en la lista de los desaparecidos que ha elaborado Defensa Civil.

Del total de desaparecidos, 258 eran trabajadores de Vale, el gigante minero brasileño dueño de la represa que cedió el viernes y derramó un millón de metros cúbicos de agua y residuos de mineral de hierro, y los 87 restantes, empleados de firmas subsidiarios, según informaron a Efe fuentes de la corporación, aunque las cifras que barajan difieren de las que presentan los bomberos y la propia compañía.

En esa lista aparece el hijo de Paulo Anizeto, de 51 años y quien se ha recorrido los principales hospitales de la región en una búsqueda a la desesperada y sin parar por encontrarle, pero "sin noticias". "Me mandó un mensaje por WhatsApp sobre el mediodía de ayer y después nunca más tuve contacto con él", relata a Efe, mientras enseña las últimas palabras que le mandó su hijo ("Te amo, que estés con Dios").

Hacía un mes que su hijo había empezado a trabajar en la empresa Pro Engenharia y estaba de visita en el complejo de Brumadinho para realizar una "inspección técnica", comenta Anizeto, quien también se acercó al lugar de la tragedia para buscarlo. "Estuve allí, vi la destrucción, vi dónde estaban, la parte del restaurante, pero infelizmente en esa parte son 20 metros de lama de altura", asegura.

La ola de barro y residuos minerales sepultó las instalaciones de Vale, la mayor productora de mineral de hierro del mundo, y varias viviendas en zonas rurales próximas al complejo. Nayara Cristina Dias, de 27 años, habla compungida con una brigadista voluntaria para obtener alguna información sobre el paradero de su marido. Le acompañan su suegra y su cuñado. Los tres están abrazados entre sí.

Tres años después

"Tenemos que esperar y tener esperanza", declara a Efe y añade que "jamás, jamás, jamás podría imaginar algo así" después de lo que ocurrió hace tres años y dos meses cerca del municipio de Mariana, también en Minas Gerais. Allí, otros dos diques de contención de Samarco, que controlan Vale y BHP Billiton, se rompieron y causaron la mayor catástrofe medioambiental de Brasil.

Entonces la ola de siete millones de metros cúbicos de residuos minerales, mezclada con otros 55 millones de metros cúbicos de agua causó 19 muertos y borró del mapa algunas localidades de la zona. Desde ese 5 de noviembre de 2015, ningún responsable ha pisado la cárcel y muchas de las víctimas aún están a la espera de ser resarcidas.

Ana Paula Rodrigues se acerca a un miembro de Defensa Civil para saber si su tío de 31 años está o no en la lista de desaparecidos, o personas "no contactadas", como las autoridades prefieren denominarlas. Ni rastro de su nombre. Natural de Betim, a uno 30 kilómetros de Brumadinho, trabajaba en la planta de reciclaje del complejo minero desde hacía apenas medio año.

"Era una tragedia prevista, había sido avisado que corría ese riesgo y nadie tomaba providencias ni nada. Era una tragedia anunciada, pero nunca imaginábamos que nos pasaría a nosotros", expresó Rodrigues, entre el sonido del vuelo de helicópteros de rescate y el de los vehículos de los bomberos entrando y saliendo de este centro de operaciones.

A escasos kilómetros de la vigilia, los equipos de rescate intensifican los trabajos en busca de supervivientes en medio del lodazal que ha inundado una parte de la región de Brumadinho.

Disculpas desde la compañía

El presidente de la productora de hierro, Fabio Schvartsman, pidió disculpas por lo sucedido y recalcó que Vale "es una empresa muy seria, que hizo un esfuerzo para dejar las represas de la mejor forma posible, usamos toda la tecnología, especialmente después de Mariana".

"Infelizmente la rotura sucedió y eso no tiene disculpa, pero aún así pido disculpas a todos los afectados, a toda la sociedad brasileña y quiero decir que no mediremos esfuerzo para enfrentar esa cuestión de la forma que tiene que ser enfrentada", recalcó Schvartsman en un vídeo publicado tras conocerse la tragedia.

Privatizada por el Gobierno brasileño en 1997, Vale es una de las grandes empresas de Brasil y una de las principales mineras del mundo con operaciones en más de 30 países. Además de ser la mayor exportadora mundial de hierro, es una productora de níquel y otros minerales como potasio y cobre y es considerada estratégica por el Gobierno de Brasil, que controla una parte sustancial de las acciones con derecho de voto.

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