Política y ciencia se enfrentan en Alemania

Desescalada europea: de las fiestas en la calle de Italia al pánico alemán al rebrote

italia fiesta
italia fiesta
Europa Press

La desescalada es un proceso que ya están experimentando todos los países de Europa. En cada uno de ellos, sin embargo, se está haciendo de una forma distinta y están apareciendo retos distintos a los que tienen que plantar cara sus habitantes y, por supuesto, también los gobiernos. En Italia, que desde el día 18 se permite una mayor libertad a los ciudadanos, se han producido una serie de aglomeraciones festivas que han alarmado a las autoridades. En Alemania, por su parte, los dirigentes se debaten entre el miedo a un rebrote y la necesidad de ir levantando restricciones

En referencia a las fiestas callejeras que han tenido lugar en algunas regiones italianas, primer ministro del país transalpino, Giuseppe Conte, avisó esta semana que todavía no es el momento para las fiestas y las celebraciones.El viceministro de Interior, Matteo Mauri, reconoció que el pais aún está en "una fase muy peligrosa" porque, aunque los contagios caen desde hace semanas, se corre el riesgo de retroceder si los ciudadanos no respetan los protocolos de seguridad. "Es verdad que ahora se puede salir pero es necesario mantener la distancia de seguridad y usar la mascarilla. Algunos, en particular los jóvenes, no parecen muy sensibles ante estas indicaciones. Por eso les pedimos gran cautela", advirtió en el canal SkyTg24.

En este sentido explicó que los alcaldes están actuando de forma tajante y ya se han llevado a cabo millones de controles en las distintas ciudades del país, algo que continuará para evitar aglomeraciones en las calles y un temido repunte de los contagios. Desde el pasado lunes se han abierto los bares y restaurantes y los ciudadanos pueden salir libremente dentro de su propia región, mientras que antes solo podían hacerlo para trabajar, comprar bienes de primera necesidad, visitar a sus parientes y hacer deporte.

Y las zonas de fiesta de las principales ciudades italianas han empezado a recuperar la vida interrumpida hace tres meses, aunque no siempre respetando las medidas de seguridad contra el virus, como el metro de distancia entre personas o el uso de la mascarilla. En la capital, Roma, numerosos jóvenes, muchos sin mascarilla, se agolpaban anoche en los barrios más festivos como el de Trastevere, Monti o Ponte Milvio, animados por el buen tiempo.

Los establecimientos sí cumplen con las normas e invitan a no estar muy juntos o usar la mascarilla, cierran antes y disponen de geles desinfectantes, mesas más amplias y sillas más separadas, aunque gran parte de la gente prefirió quedarse en la calle, pese a la presencia de policías. Es lo que ocurrió la pasada noche en Nápoles (sur), con miles de jóvenes de fiesta a lo largo del paseo marítimo hasta la madrugada, según informan los medios locales.

En Perugia (centro) el alcalde, Andrea Romizi, ha ordenado el cierre a las 21.00 locales (19.00 GMT) de todos los bares del centro histórico hasta el próximo 7 de junio, después de ver la plaza Danti abarrotada de gente, donde el viernes hubo hasta una pelea. En Bari (sur) la pasada noche la Policía emitió multas por varias aglomeraciones en el paseo marítimo y en el barrio Umbertino, corazón de la fiesta de esta ciudad del Adriático.

En Brescia, en la región de Lombardía (norte), la más afectada por la pandemia, su alcalde, Emilio Del Bono, firmó una ordenanza para cerrar los pub de la plaza Arnaldo durante este fin de semana: "Demasiadas personas y aglomeraciones pese al despliegue significativo de la Policía", lamentó en sus redes sociales.

El presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, lamentó ayer sábado las imágenes de aglomeraciones en diversas localidades y dijo estar preparado para aprobar "nuevas restricciones" y velar por el esfuerzo de la mayoría de los ciudadanos durante la pandemia. Las aglomeraciones se han dado en otras muchas ciudades como Pescara (centro), a pesar de que su alcalde, Carlo Masci, advirtió a los jóvenes del peligro de un repunte y les invitó a divertirse pero respetando las reglas y sin caer en "excesos".

Alemania necesita abrir, pero tiene miedo al rebrote

La posibilidad de seguir levantando restricciones en vista de la caída de los contagios de coronavirus convive actualmente en Alemania con el miedo a un rebrote, tras la apertura de comercios y restaurantes en las últimas semanas. El primer ministro de Turingia (este de Alemania), Bodo Ramelow, ha sido el primero en proponer el levantamiento total de las restricciones y confiar en la responsabilidad de los ciudadanos para seguir tomando medidas de prevención.

"En marzo tomamos decisiones con 60.000 contagios, actualmente tenemos 245", dijo Ramelow en declaraciones al dominical "Bild am Sonntag". "El éxito muestra que teníamos razones para aplicar las duras medidas que impusimos, pero también nos obliga a actuar en consecuencia. Eso significa que para Turingia recomiendo el fin de las medidas", agregó Ramelow.

Está claro que en otros estados federados –sobre todo en Baviera (sur), Baden-Württeberg (suroeste) y Renania del Norte-Westfalia (oeste)– las cifras no son tan bajas como en Turingia pero también es cierto que la evolución ha sido positiva en toda Alemania. Desde el comienzo de la pandemia en Alemania se han registrado 180.662 contagios, 161.875 personas han superado la enfermedad y 8.459 han muerto.

Los nuevos contagios confirmados tienden a la baja y, desde hace dos semanas, se han mantenido por debajo de los mil diarios.

Temor de los virólogos alemanes

Todo ello llevó al relajamiento de muchas medidas, a la apertura de comercios y restaurantes con limitaciones y también a la aperturas de iglesias y mezquitas bajo ciertos protocolos de higiene. Del lado de los virólogos hay advertencias de que, aunque las cifras son buenas, la apertura implica un riesgo."Las cifras de momento son buenas. Pero cuando la gente en muchas partes empieza otra vez a tener contactos más próximos eso puede bastar para que haya de nuevo un fuerte ascenso de los casos de contagios", dijo el director del Instituto de Estudios Sanitarios de la Universidad de Marburgo, Max Geraeds, a la revista "Der Spiegel"

"Si se recuerda que solo una pequeña parte de la población podría ser inmune está claro que el virus puede volver a expandirse rápidamente si las condiciones para ello son favorables", señaló, por su parte, Hajo Zeeb del Instituto Leibnitz de Epidemología de Bremen a la misma revista. Durante el fin de semana se han conocido dos casos que tienden a reforzar las advertencias de los virólogos. Uno ocurrió en Fráncfort, centro del país, donde al menos 40 personas se contagiaron de coronavirus durante un servicio religioso bautista, según las autoridades sanitarias de la región.

En Leer (norte de Alemania) se conoció otro caso de varios ciudadanos contagiados en un restaurante que llevó a que decenas de personas tuvieran que entrar en cuarentena. El Ministerio de Sanidad de Baja Sajonia, el estado donde se encuentra Leer, ha señalado a través de un portavoz que hay indicios de que en el restaurante afectado no se cumplieron los protocolos de higiene y que es posible que no haya que revisar las medidas.

Mostrar comentarios