Agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos detuvieron el pasado viernes a Jaime Casillas y Andrew Reyes, dos militares estadounidenses que intentaron vender armas y municiones del Ejército a cárteles de la droga mexicanos.
Ambos miembros en activo de la Guardia Nacional de Estados Unidos fueron sorprendidos después de vender rifles AR-15, chalecos blindados y municiones militares robadas a informantes confidenciales que trabajaban para la ATF, al menos en una docena de ocasiones, tal y como ha informado la cadena CNN, que cita a funcionarios que fueron informados sobre la investigación federal.
Casillas y Reyes, que estaban vestidos con sus uniformes de combate en al menos una de las ventas, robaron todo ese material al Ejército. Los militares serán presentados ante una corte federal acusados de venta de armas sin licencia y transporte ilegal de las mismas.
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