Diez falsas democracias alrededor del mundo

  • Ningún continente se salva. Venezuela, Rusia, Irán o Bielorrusia tienen algo en común con Túnez o Egipto. Tras cortinas como las elecciones o la supuesta separación de poderes, se encuentran sistemas que de democráticos tienen poco. Las revueltas en Túnez y Egipto nos han enseñado a mirar más allá de lo que dice la diplomacia.
El presidente bielorruso, Alekandr Lukashenko junto con su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
El presidente bielorruso, Alekandr Lukashenko junto con su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
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Santiago Zarraga

Durante 30 años, Egipto y Occidente han mantenido una buena relación. Hasta que desde hace dos semanas las protestas populares han dejado más claro que nunca que los egipcios no están satisfechos con su presidente, el octogenario Hosni Mubarak.

Pero ni Egipto y ni Túnez son los únicos países que esconden - y de vez en cuando muestran- tendencias autoritarias tras una imagen internacional de supuesta democracia. La diplomacia puede hacer que países que no respetan las libertades mínimss, se conviertan en partícipes de la escena política. El caso de Túnez era "una dictadura apenas encubierta", dice Carlos Parker en el diario chileno elmostrador.cl. El ex embajador de Chile en Rumanía concreta que el caso egipcio es bien diferente, con "un sistema político en apariencia más libre y competitivo".

Así que parece que hay que ir un poco más allá, por ejemplo a Venezuela. Aunque el país declara mantener unos mínimos democráticos, "el sistema venezolano es más próximo a un sistema dictatorial", explica Maria Eugenia Rodríguez, profesora de Filosofía del Derecho en el Instituto Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III.

Venezuela, el caso de la reelección indefinida

El hecho de que un presidente pueda ser reelegido de manera indefinida puede ser suficiente para poner en duda la libertad de un país, si a ese factor se le suman otros. De ese modo Hugo Chávez ha conseguido presidir Venezuela desde 1999. Pero las reformas casi periódicas de la constitución o la represión que se aplica contra los opositores, también son aspectos a tener en cuenta según Rodríguez. Los casos más sonados que redujeron las libertades de los venezolanos fueron el cierre de Radio Caracas Televisión o el establecimiento de la cuarta llamada Ley habilitante, que permite a Chávez gobernar sin tener en cuenta a la oposición.

La corrupción en Bielorrusia

Pero no hace falta cruzar el charco para encontrar regímenes similares. Cuatro años antes de que Chávez subiera al poder en Venezuela, Aleksander Lukashenko lo hizo en Bielorrusia, el país más corrupto de Europa. Un vistazo al mapa de la corrupción de Transparency International ofrece el resultado: 2,5 puntos de los diez posibles en el examen sobre transparencia administrativa. De hecho, los activistas bielorrusos se han visto obligados a asentarse en la vecina Lituania.

África, nido de dictaduras

Entre Egipto y Túnez: Libia. Muammar al-Gadafi es el Jefe de estado libio desde 1969. La forma de gobierno que en el país árabe se aplica en la 'Jamahiriya'. Un sistema único en el mundo y supuestamente democrático. "En la práctica, un estado autoritario", sentencia el World Fact Book de la CÍA. Por si no es suficiente, en Libia no hay partidos políticos opositores, lo que le hace ser uno de los casos más claros de autoritarismo.

Darfur, solo una parte

Si nos dirigimos al sur en el continente negro, el panorama se agrava. Son muchos los regímenes autoritarios, aquí destacamos los casos de Sudán y Angola. En el primer caso, es conocida en todo el mundo la limpieza étnica que se hizo y los millones de personas tuvieron que desplazarse a países vecinos. El referéndum de autodeterminación que se acaba de realizar en el sur del país, no es más que "una concesión de Sudán al mundo", dice Rodríguez, que también investiga los mecanismos de democratización.

La libertad de prensa es uno de esos termómetros que indican la salud política de un país, al fin y al cabo, cuando la gente puede votar lo hace en función de las noticias que le han llegado. Un derecho que pasa a ser de bajo perfil en Sudán, donde la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) lo sitúa en la posición 172 de los 178 países de lista. Y otro factor importante, "en Sudán los jueces son también líderes religiosos", explica Rodríguez, lo que no suele ser un buen síntoma para el país.

Una Angola de tantas

En noviembre de 2010, RSF escribió una carta al Ministerio del Interior en Angola, "en dos meses un periodista ha sido asesinado y otros dos han sido agredidos y amenazados", se lee en el informe de la ONG. Después de 32 años de Gobierno, Jose Eduardo Dos Santos no supera los dos puntos de transparencia en el ranking de Transparency International, y los ciudadanos angolanos aún están esperando a que se celebren las elecciones previstas en 2009.

La república teocrática de Irán

En Asia, el continente más grande de todos también encontramos algunos ejemplos de sistemas "democráticos". El caso más relevante es el de Irán, que bajo el nombre de república teocrática lo que hace es establecer un peligroso vínculo entre estado y religión. El sistema judicial iraní está basado en la sharia (ley musulmana), y el problema no es esta ley, "sino la fuerte relación que los jueces toman con la religión".

Pakistán, una pieza fundamental

Ser musulmán y más de 45 años son los requisitos si se quiere optar a la presidencia pakistaní. Según la ONG Human Rights Watch, muchos ataques y atentados contra escuelas y universidades no son juzgados ni investigados con claridad, y "grupos armados nacionalistas, sectarios e islamistas" campan a sus anchas por algunas regiones, como la de Baluchistán.

Medvédev y Putin, ¿dónde está cada uno?

En las elecciones de 2008, Dmitriy Medvédev fue elegido presidente gracias al 70 por ciento de los votos, un porcentaje alto pero que "no supone un signo suficiente como para vincular a Rusia con un sistema autoritario", detalle Rodríguez. Sin embargo, muchos dan por hecho que Medvédev se encuentra a la sombra del ex presidente Vladímir Putin, quién toma las decisiones fuertes del país.

"El mayor éxito de Medvédev ha sido conservar la silla de Putin", explica Lilia Shevtsova, analista política rusa Lilia Shevtsova del Carnegie Moscow Center. Pero la forma de gobernar del actual presidente es fácil de ejemplificar. Durante semanas, el alcalde de Moscú Yuri Luzhkov, fue objetivo de duras críticas, el desenlace no planteaba mucho misterio.

Como un director de orquesta y cubierto por la constitución rusa, el presidente despidió al alcalde de Moscú, al igual que puede hacer con el resto de gobernadores regionales. Por supuesto, el sucesor lo marca su dedo, o quizá el de Putin.

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