La renuncia a su puesto como director general de la Ópera de Los Ángeles va a suponer que el tenor español, Plácido Domingo, no pueda cobrar la totalidad del salario de 1,29 millones de dólares (en torno a un millón de euros) que recibió por sus trabajos al frente de la institución y sus actuaciones en el último año fiscal entre 2017 y 2018. Según la documentación interna de la propia ópera, Domingo contaba con un salario base de más de 774.000 dólares, de los que 430.000 correspondían a su remuneración como director de la entidad, y otros 303.000 se corresponden por la dirección de las obras que realizó. A esa cantidad se añaden los 40.000 dólares que se pagaban a “Marta Domingo”, su esposa, por su colaboración.
A todo ese montante, que se centra en el año 2017, se le añaden otros 445.000 dólares diferidos para el año siguiente, de los que 425.000 son su salario de director general y otros 20.000 de sus labores de dirección artística. La remuneración de Plácido Domingo se complementa con la cobertura de todos los gastos en los que el tenor incurría en sus viajes (siempre en primera clase) y el resto de dietas que se deriven de sus reuniones y trabajos para la ópera.
Según consta en la documentación manejada por la Ópera de Los Ángeles, todos los pagos en ese último año fiscal completo se hicieron a la sociedad Maringo, que es la entidad internacional con la que trabaja el tenor español. Durante ese tiempo, Plácido Domingo actuó en dos óperas en el periodo 2018-2019 -Don Carlo y El Gato Montés-, a lo que se añade la previsión, ahora truncada, de participar el año que viene la ópera Roberto de Verux, de Gaetano Danizelli.
Toda esa actividad y las actuaciones previstas se han quedado congeladas tras la presentación de su dimisión, después de tres décadas vinculado a la institución, en la que llegó al cargo de director general en 2003. Se trata del colofón para cerrar todo el trabajo que venía realizando en Estados Unidos, donde canceló el mes pasado todo lo que tenía programado en la Ópera de San Francisco, la Filarmónica de Filadelfia y la Ópera Metropolitana de Nueva York.
Investigación interna sin represalias
El objetivo del cantante español es dedicar ahora todo su esfuerzo a limpiar su nombre, después de haber sido acusado de acoso sexual sobre 20 mujeres en varias informaciones difundidas por la agencia Associated Press. A pesar de que algunas de esas supuestas víctimas han corroborado en público esas noticias, no pesa sobre el español ningún tipo de denuncia judicial.
En el caso de la Ópera de Los Ángeles, las informaciones obligaron a abrir una investigación interna, dirigida por la prestigiosa abogada Debra Wong Yan, del bufete Gibson, Dunn & Crutcher, para dilucidar cualquier tipo de responsabilidad que pudiera existir en las acusaciones que se estaban vertiendo sobre su director general. La ópera hizo incluso un llamamiento a sus trabajadores para que fueran libres de comentar todo lo que considerasen necesario, con total transparencia, bajo la garantía de que no se tomaría ningún tipo de represalia. Antes de hacer públicos los resultados de esa investigación, el tenor español ha decidido renunciar a todos sus cargos y actuaciones.
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