La pregunta que se hacen hoy los iraníes es: ¿Dónde está el ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad? Señalado por el Gobierno como uno de los supuestos provocadores de las revueltas en las calles, algunos medios, como el diario londinense Al-Quds Al-Arabi, han hablado incluso de un posible arresto. Desde otros medios se apunta que la familia ha rechazado esta posibilidad.
Lo que sí es cierto es que la situación de Ahmadinejad es complicada después de que durante una visita a la ciudad de Bushehr el 28 de diciembre, dijo: "Algunos de los líderes actuales viven separados de los problemas y preocupaciones de la gente, y no saben nada sobre la realidad de la sociedad". Supuestamente agregó que Irán estaba sufriendo "mala administración" y que el gobierno del presidente Hassan Rouhani "cree que es dueño de la tierra y que la gente es una sociedad ignorante". Suficiente, parece, para ponerle en el punto de mira tras unas revueltas sofocadas a sangre y fuego y que han provocado 21 muertos y miles de arrestados.
La mayoría de los detenidos en esos acontecimientos ya han sido liberados bajo fianza, salvo los principales líderes de los disturbios y actos vandálicos, informó anoche el portavoz de la Policía iraní, Said Montazer al Mahdi.
El gobierno iraní apunta a gobiernos extranjeros como responsables. Incluso ha declarado que Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí tramaron hace cuatro años un plan para provocar estos disturbios. En ese complot, organizado supuestamente desde Erbil (capital del Kurdistán iraquí) y financiado por Riad, habrñia participadpo un exmiembro de la CIA, un oficial vinculado a la agencia de espionaje israelí Mosad y la Organización Moyahedin al Jalq, considerada terrorista por Irán, añadió Montazerí.
Lo cierto es que las protestas comenzaron como una denuncia de los problemas económicos que sufre el país, pero derivaron en duras críticas contra todo el estamento político y en disturbios. Y también se habla de enfrentamientos entre los más halcones y progresistas del Gobierno.
Pese a señalar a países extranjeros el Gobierno parece que también está llevando a cabo su particular purga interna. Según Al-Quds Al-Arabi, los comentarios de Ahmadinejad, que se produjeron cuando las protestas contra el gobierno por la economía se estaban calentando, llevaron a su arresto.
Nadie desestabilizará al país
Por su parte, el ministro iraní de Inteligencia, Mahmud Alaví, ha asegurado que su país dará "muy pronto una respuesta contundente a las bandas contrarrevolucionarias y terroristas que operan en la región", tras los recientes disturbios en Irán.
Alaví advirtió de que las fuerzas de seguridad iraníes no permitirán que "el enemigo" desestabilice el país, según publica hoy la prensa local. "Las fuerzas de inteligencia iraníes aceptan balas pero no permitirán que el enemigo socave la seguridad del país", dijo el ministro durante el funeral el sábado de tres efectivos de su departamento.
Esos tres agentes de inteligencia murieron el pasado 3 de enero en enfrentamientos con "contrarrevolucionarios" en la ciudad de Piranshahr, en el noroeste del país, durante las recientes protestas antigubernamentales. Alaví manifestó que "los jóvenes iraníes frustrarán las tramas despiadadas de los enemigos con sus actos de valentía".
El portavoz señaló que la policía diferenció entre los manifestantes pacíficos y las personas que generaron disturbios y dañaron los bienes públicos. Entre los que permanecen detenidos figuran aquellos que faltaron el respeto a la bandera nacional, atacaron sedes de las fuerzas de seguridad y tiraron un camión de bomberos desde un puente, agregó Al Mahdi. En respuesta a las protestas antigubernamentales han sido organizadas durante los últimos cuatro días multitudinarias marchas de apoyo al régimen en la mayoría de las principales ciudades de Irán.
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