Empieza la segunda ronda de consultas

Draghi trata de integrar a los políticos tras ultimar su programa de Gobierno

La propuesta del expresidente del Banco Central Europeo ha causado una suerte de pacificación y casi todos los partidos del hemiciclo le han trasladado su respaldo en estos momentos de emergencia.

Efe
Draghi
EFE

Tras sumar el apoyo de casi todo el arco parlamentario italiano, el economista Mario Draghi ha concluido su programa para ofrecer un gobierno a la mayor brevedad mientras estudia cómo integrar a los partidos que le respaldan.

El expresidente del Banco Central Europeo celebra desde hoy una segunda ronda de consultas con los partidos para exponerles las reformas que pretende poner en marcha y después será el momento de conformar un Gobierno integrado por políticos y técnicos. Este lunes pasaron por el Palacio de Montecitorio representantes del Grupo Mixto, formaciones minoritarias como la de los europeístas, centristas o responsables de las autonomías, mientras que el martes será el turno las grandes.

Una vez termine estas reuniones, Draghi regresará al palacio romano del Quirinale para comunicar al jefe del Estado, Sergio Mattarella, que está preparado para ser primer ministro y suceder a Giuseppe Conte, quien dimitió el 26 de enero al perder la mayoría.

La paz de Draghi

Han bastado dos semanas para que se calmaran las aguas del siempre agitado estanque político italiano. La salida de Conte, por perder el apoyo clave del partido de Matteo Renzi, había sacudido el país y azuzado a la ultraderecha a exigir elecciones inmediatas

Sin embargo, la propuesta del banquero ha causado una suerte de pacificación y casi todos los partidos del hemiciclo le han trasladado su respaldo en estos momentos de emergencia, por muy distantes que estén ideológicamente entre sí. El banquero ha convencido a la izquierda del Partido Demócrata (PD) o Libres e Iguales (LeU), pasando por la centrista Italia Viva (IV) de Matteo Renzi hasta el Movimiento 5 Estrellas (M5S), la ultraderechista Liga o la Forza Italia de Silvio Berlusconi. 

Solo una le ha negado el respaldo a un Gobierno de Draghi: la ultra Hermanos de Italia. Su líder, Giorgia Meloni, sigue reclamando un adelanto electoral, a sabiendas que su partido es el que más crece en todos los sondeos, y critica sin cortapisas la intención de Draghi de acabar la legislatura en 2023. Le habría apoyado en un gobierno "provisional". Y aún así ha asegurado que no se siente aislada en estos momentos: "En democracia se responde a los electores y yo siento el deber de dar voz a los millones de italianos que reivindican su derecho a votar", ha dicho, ya situado como única oposición.

El M5S, principal apoyo de Conte y primera fuerza del Parlamento, ha dado su disponibilidad a sostener a Draghi aunque someterá esta postura al voto de la militancia los próximos miércoles y jueves en una consulta por internet. Y el segundo partido, la Liga, de Matteo Salvini, se ha sumado también, moderando notablemente su habitual lenguaje agresivo.

La cuadratura del círculo

El primer ministro encargado trabaja en silencio en la composición su Ejecutivo mientras los políticos claman desde las televisiones y las redes sociales por que les haga un hueco en su gabinete, que tendrá un tono eminentemente tecnócrata. Su misión será repartir bien y rápido los 209.000 millones de euros de fondos europeos en el Plan de Recuperación de la pandemia, unas inversiones vistas como una ocasión única para un país estancado.

Pero Draghi no tendrá más remedio que incluir a representantes de los partidos. Desde Libres e Iguales, por ejemplo, presionan para que se mantenga a Roberto Speranza como ministro de Sanidad, hombre clave en la gestión de la pandemia. Así, la tarea más difícil será englobar a unos partidos enredados en la desavenencia. 

La solución, según adelantan algunos medios, podría pasar por elegir ministros técnicos y dar a la política las plazas de subsecretarios para permitir a los partidos estar al corriente de la acción del Gobierno desde la barrera, en un segundo plano. La prensa italiana ya se ha embarcado en lo que se conoce como "totoministri", las quinielas sobre quiénes ocuparán cada departamento del Ejecutivo, y muchos señalan al director del Banco de Italia, Daniele Franco, para ocupar un ministerio tan clave como Economía. Pero también suena el actual, Roberto Gualtieri, defendido por la patronal, u otros directivos del Banco central, institución que el mismo Draghi dirigió, como Luigi Federico Signorini, o del Banco Europeo de Inversiones, como su vicepresidente Dario Scannapieco.

Mostrar comentarios