Dramáticas historias de jóvenes migrantes de 16 años que solo quieren llegar a Europa

    • Cada vez más niños de once años llegan a Italia tras ser esclavos, mutilados y secuestrados. En lo que va de año, 7.600.
    • Cada vez llegan en peores condiciones, deshidratados, con algún traumatismo, con sarna...
A group of migrant women and children escorted by
A group of migrant women and children escorted by

Con 16 años su único sueño era llegar a Libia para poder coger un barco que le llevara a Europa. Pero su periplo a través de MAlí, Burkina Faso y Níger fue un verdadero infierno para este adolescente senegalés. Una vez llegó a Libia le tocó trabajar durante seis meses para poder pagar un pasaje que probablemente le abría la puerta a una muerte segura: el Mediterráneo.

Durante esos meses en busca de dinero para pagar un pasaje que puede llegar a costar hasta 18.000 euros, trabajó en el campo y al llegar la noche le encerraban y pegaban para que se escapara. "Me pegaron tan fuerte que me rompieron el brazo", asegura.

Igual de desgarradora es la historia de su compatriota I.B., también de 16 años, que fue secuestrado poco después de llegar a Libia y sus guardias le pegaban con un palo en los pies dos veces al día y le pedían un rescate de 1.000 dinares para liberarlo.

A M. de 15 años y nacido en Gambia, le aplastaron dos dedos con un martillo el día que se le ocurrió pedir que le pagaran por el trabajo que realizaba en una tienda de Libia, por lo que tuvo que escapar, como también tuvo que hacerlo D., de 15 años y natural de Costa de Marfil, después de que tras trabajar de forma inagotable en la construcción nunca le pagaran.

Son testimonios de unos jóvenes que, como otros 7.500, están llegando solos a las costas italianas. 300.000 personas se han jugado la vida en lo que va de año cruzando el Mediterráneo en embarcaciones sobrecargadas y sin saber nada en busca de una vida mejor. Huyen de sus países asolados por conflictos y son muchos los que salen con lo puesto y toda la familia, incluidos los más pequeños.

Son precisamente los niños los que vuelven a ocasionar la voz de alarma. Desde Save the Children alertan de que 7.600 menores no acompañados han llegado hasta la fecha y cada vez en peores condiciones a las costas italianas en su mayoría eritreos, somalíes y de otros países del África subsahariana y occidental. "Llegan en condiciones casi siempre críticas a causa de la violencia y los abusos de todo tipo que han sufrido y a los que han asistido", explica la directora de la ONG en la zona, Raffaela Milano.

"En las últimas semanas, estamos constatando con mayor frecuencia en los menores no acompañados que encontramos en los puertos de desembarco y en las instalaciones de primera acogida, condiciones de particular privación física, con signos evidentes de malnutrición, moratones y heridas graves", precisan en un comunicado.

Los testimonios recogidos por la ONG en Italia hablan de violencia, abusos y explotación durante el largo viaje desde los países de origen de estos menores, algunos de solo 11 o 12 años, y su paso por Libia antes de subir a un barco destino a Europa.

En Médicos sin Fronteras también quieren alarmar del problema con los menores que intentan continuar solos el viaje que emprendieron con su familia. En el centro de primera acogida de Pozzalo, en Sicilia, el personal de MSF ha atendido en consultas ambulatorias a 1.500 personas en los primeros seis meses de este año, de las que el 11% eran menores no acompañados. De estos, el 20% más o menos eran eritreos.

En cuanto a las dolencias que más tratan a su llegada a Italia, principalmente se trata de infecciones dermatológicas, sobre todo sarna, una enfermedad que aparece cuando se ha vivido en condiciones higiénico sanitarias muy malas. También se atienden muchos traumas e infecciones respiratorias.

Mostrar comentarios