El Departamento de Justicia de EEUU se está preparando para imputar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, posiblemente bajo cargos de espionaje, según han informado múltiples fuentes al 'Wall Street Journal'. Simultáneamente a la noticia del diario estadounidense, la propia web de filtraciones daba a conocer un documento atribuido al Gobierno estadounidense que pronosticaba el "arresto de Assange".
Según las fuentes del 'Wall Street Journal', "el Departamento de Justicia cada vez se muestra más optimista de que Assange pueda acabar delante de un tribunal norteamericano", dado el "deterioro de la relación entre Assange y el Gobierno ecuatoriano, que le tiene desde 2012 como inquilino en su Embajada de Londres".
Por otra parte, 'The Washington Post' asegura que la imputación ya es un hecho, ya que fiscales de EEUU habrían imputado al australiano en un procedimiento secreto que se ha revelado por error. En un escrito a un juez que se hizo público, señalan, el fiscal federal adjunto Kellen S. Dwyer instó a mantener bajo secreto el caso de Assange "debido a la sofisticación del acusado y la publicidad que le rodea".
Assange comparecería acusado de colaborar con Rusia a la hora de divulgar miles de correos electrónicos del partido Demócrata durante la campaña electoral de 2016 a través del portal Wikileaks, al que la investigación especial de EEUU sobre la injerencia de Moscú describe como "un instrumento" al servicio del Kremlin.
Todavía se desconocen los cargos exactos pero es probable que sea juzgado bajo la Ley de Espionaje, que criminaliza la revelación de información sobre la defensa nacional.
Uno de los abogados de Assange, Barry Pollack, ha negado tener conocimiento de una posible imputación contra su cliente, y ha reprochado que "imputar a alguien por publicar información veraz sentaría un terrible y peligroso precedente".
Tensa relación con Ecuador
El fundador del portal de filtraciones WikiLeaks se refugió en la embajada de Ecuador en Londres en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia, que le reclamaba por supuestos delitos sexuales. Aunque el caso en Suecia se archivó, Assange sigue recluido en la legación por temor a que su salida provoque una petición de extradición por EEUU y su inmediata detención.
La relación entre Assange y el país latinoamericano ha caído en barrena desde la victoria en las elecciones del presidente Lenín Moreno, que describió a Assange como "una piedra en el zapato" y que declaró su presencia en la Embajada como "insostenible".
Assange se ha enfrentado últimamente con la embajada de Ecuador en Londres por varios asuntos, entre ellos el acceso a internet y las personas que acuden a visitarle, y el australiano llegó a denunciar al gobierno ecuatoriano por las condiciones de su confinamiento.
El mes pasado, en un juicio en el que un juez rechazó estas acusaciones, el propio Assange dijo que esperaba que Ecuador forzara su salida de la embajada en breve.
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