El ADN devuelve a Estela de Carlotto a su nieto tras 36 años de búsqueda

    • La hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo fue asesinada por la dictadura militar en Argentina tras dar a luz a su hijo Guido.
    • Estela de Carlotto ha insistido en la búsqueda de su nieto perdido y al final ha sido él el que la ha encontrado a ella después de 36 años.
Tras 36 años de búsqueda, el alma de las Abuelas recupera a su nieto
Tras 36 años de búsqueda, el alma de las Abuelas recupera a su nieto

La emoción se ha apoderado de Argentina. Por fin, tras 36 años de una interminable búsqueda, el alma de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, ha encontrado a su nieto. O más bien, el joven la ha encontrado a ella.

Este martes se conocía la noticia de que Guido, nieto de la presidenta de la organización y hasta ahora llamado Ignacio Hurban, se había puesto en contacto con la asociación tras sospechar que podía tratarse de uno de los niños secuestrados o abandonados durante la terrorífica dictadura argentina.

Los análisis de ADN arrojaron luz a la buena noticia. El nieto de Carlotto daba positivo en un 99%. No había dudas. Y la noticia corrió como la pólvora ya que ni el propio Guido, conocido como Ignacio Hurban, había tenido tiempo de contarlo a su familia y círculo de amigos.
Laura fue asesinada poco después de nacer su hijo Guido

El joven Guido, que ahora tiene 35 años y está casado, nació en cautiverio. Su madre, Laura, fue secuestrada por los militares en 1977 y fue llevada a un centro clandestino conocido como 'La Cacha', en su ciudad natal, La Plata, a 60 kilómetros de Buenos Aires.

Laura y su compañero pertenecían a la organización guerrillera de Los Montoneros. Cuando fue detenida, su familia no sabía que la joven Laura de 23 años en aquel entonces estaba embarazada de poco más dos meses.

Así lo afirmaba su madre y abuela de Guido: "Yo no sabía que Laura, cuando fue secuestrada, estaba esperando un bebé. Yo pedí por ella al principio, sin saber. Pero hubo una liberada que tuvo el valor de venir a decirnos que estaba con un embarazo de seis meses, en abril de 1978, y que estaba esperando ese bebé y que, si era varón, le iba a poner el nombre de su papá, Guido".

Carlotto tenía la esperanza de que la vida de su hija se conservara dado que estaba encinta pero no podía estar más equivocada. Guido nació en el Hospital Militar Central bajo la inmensa felicidad de su madre en medio de todo aquel calvario el 26 de junio de 1978.

Pero esta alegría duro poco. Para horror de Laura, a las pocas horas de dar a luz, la anestesiaron y la llevaron de vuelta al centro de detención que ya se había convertido en su propio infierno. A los dos meses, la joven madre fue asesinada sin miramientos.

Su madre recibió su cuerpo en agosto de ese mismo año. Preguntó por el niño que había tenido su hija, pero los militares la aseguraron que ese bebé no existía.

No se dejó convencer e hizo de detective para saber si ese nieto, que se llamaría Guido, existía realmente durante años. En 1985, esta desesperada madre y supuesta abuela pidió exhumar el cadáver de su hija, y tras un exhausto estudio, el forense certificó que Laura había sido madre por los huesos de la pelvis. También averiguó que Laura había sido asesinada con un disparo de Itaka en la cabeza abocajarro, hecho a menos de treinta centímetros.También ha ganado una familia paterna

Carlotto, junto a otras muchas abuelas que perdieron la pista a sus nietos durante la dictadura, ha luchado durante 36 años para que se haga justicia y encontrar a su 'Guido'. Por fin, Esta mujer podrá disfrutar de su nieto y conocerle. "No quería morirme sin poder abrazarle", aseguraba con emoción.

Además, los análisis genéticos también permitieron descubrir quién fue su padre y hay otra familia, además de la de Carlotto, que recuperó hoy a un nieto. Los hermanos de Laura nunca supieron a ciencia cierta quién era la pareja de su hermana.

A través de investigaciones, llegaron al indicio de que podría haber sido Oscar Montoya, un militante de la guerrilla de Montoneros, que salió a estudiar fuera de su natal Caleta Olivia, en el sur del país, a La Plata, y allí conoció a Laura. Ambos fueron secuestrados juntos.

En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana de Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el EAAF, pudieron ser identificados los restos de Oscar Montoya.

Los Carlotto solicitaron hace tiempo a la familia Montoya que dieran muestras de sangre al Banco Nacional de Datos Genéticos para, en caso de encontrar a Guido, se pudieran realizar las pruebas de cotejo de ADN, que finalmente dieron positivas.

La abuela paterna, menos conocida pero igual de emocionada que Carlotto, no puede aguantar las ganas de conocer a su nieto. Tras ver una foto de Guido, Hortensia, de 91 años, aseguraba entre lágrimas que es igual a su padre tal y como recoge el diario 'Carin'.

"Es igualito a su padre, no puede negar que sea hijo de mi hijo. Verlo a él fue ver a mi hijo, porque son un calco", dijo en por teléfono a La Red. Esta mujer está deseando poder tenerlo cerca para abrazarlo por primera vez.

Un tribunal argentino juzga desde hace meses este caso, en un proceso en el que hay 21 personas imputadas entre militares, expolicías e incluso un exministro de Gobierno bonaerense.

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