El autor de tiroteo en las calles de Lieja mató a un hombre la noche anterior

  • Se trata de un heroinómano cuyo cadáver fue encontrado en su domicilio. Bélgica ya investiga los asesinatos como un ataque terrorista.
Atentado en Lieja
Atentado en Lieja
EFE

La Fiscalía Federal de Bélgica ha confirmado que los primeros elementos de la investigación sobre el tiroteo ocurrido el martes en Lieja (Bélgica), en el que un hombre mató a dos policías y un civil, como el hecho de que gritara "Alá es grande" durante el ataque, apuntan a que pudo tratarse de un ataque terrorista.  La Fiscalía también confirmó que se le investiga como responsable del asesinato la noche antes de un toxicómano.

"Los elementos que nos hacen pensar esto son el modus operandi, igual que el que el Estado Islámico muestra en algunos vídeos, el hecho de que el sujeto gritase 'Alá es grande' durante el ataque y que éste había estado en contacto con personas radicalizas", aseguró en rueda de prensa el portavoz de la Fiscalía, Eric Van Der Sypt.

El asesino, un belga llamado Benjamin Herman, nacido en enero de 1987 y que fue abatido por la policía, está siendo investigado por "asesinato terrorista" y "tentativa de asesinato terrorista", y había salido con un permiso penitenciario de 36 horas de la prisión de Marche-en-Famenne, donde cumplía condena por delitos menores hasta 2020.

Herman mantuvo contactos con "personas radicalizadas" en 2016 y a comienzos de 2017, aunque no se ha podido confirman si se han repetido desde entonces, según aseguró la Fiscalía, que no ha precisado si la relación con esos individuos ocurrió durante su estancia en prisión.

El otro elemento que ha hecho pensar a la Fiscalía que se trata de un ataque terrorista es el modus operandi, que coincide con uno de los que propone el grupo yihadista del Estado Islámico en los vídeos que difunde en internet. "El Estado Islámico sugiere a los potenciales terroristas que utilicen un cuchillo para atacar a un policía y así poder robarle su arma reglamentaria", explicó el portavoz de la Fiscalía.

Según el relato de la Fiscalía, el presunto terrorista "atacó a dos agentes de la policía de Lieja con un cuchillo, por la espalda" y remató en el suelo a las agentes, de 45 y 53 años, con sus propias armas. A continuación entró "varias veces" en un café cercano en el que no vio a nadie y después disparó contra un coche y mató a un joven de 22 años.

Posteriormente tomó como rehén a la mujer de la limpieza de un instituto cercano, en el que se atrincheró brevemente, aunque tras pocos minutos salió del recinto disparando con ambas pistolas y gritando, de nuevo, "Alá es grande".

Fue entonces cuando el asesino fue abatido por las fuerzas de seguridad, en un tiroteo en el que hirió a cuatro agentes, a uno de ellos de gravedad.

La Fiscalía destacó que "la rápida intervención" de la Policía de Lieja, que acorraló al tirador en el instituto, "evitó que el suceso tuviese un desenlace más trágico todavía".

El ministro de Justicia, Koen Geens, aseguró esta mañana que se sentía "responsable" por el tiroteo como responsable de las instituciones penitenciarias y se preguntó "si ese hombre debería haber sido liberado dentro de un permiso penitenciario". El propio Geens señaló ayer que Herman había disfrutado anteriormente de 13 autorizaciones de salida de la cárcel y de 11 permisos penitenciarios sin que se registraran incidentes.

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