El gobierno de Israel sostiene que el bloqueo impuesto a Gaza que comenzó en septiembre de 2007, es necesario para debilitar a los radicales de Hamás, al frente del Ejecutivo de Gaza desde ese año, y detener sus ataques con cohetes contra la población civil israelí.
"Los activistas de la Flotilla [de la Libertad atacados por el Ejército israelí] explicaron claramente que su objetivo principal era protestar contra la persistencia del bloqueo Israelí, que constituye una forma de castigo colectivo y es, por tanto, una violación del derecho internacional", ha señalado Malcolm Smart, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Israel aplica una "prohibición absoluta de la circulación de personas y bienes, excepto en el caso de los artículos de primera necesidad que importan los organismos internacionales de ayuda humanitaria", ha recordado Amnistía Internacional en un comunicado. Según este organismo, el Estado hebreo sólo permite salir de Gaza a un "reducido número de personas enfermas" para recibir tratamiento.
"El bloqueo no afecta específicamente a los grupos armados, sino que castiga a la población entera de Gaza, al restringir la entrada de alimentos, medicamentos, material educativo y materiales de construcción", asegura Malcolm Smart. Y añade tajante: "El bloqueo constituye un castigo colectivo, según el derecho internacional, y debe levantarse de inmediato."
Peor que nunca desde la ocupación
Además del embargo impuesto a la Franja de Gaza, Hamás ha comenzado a cobrar cuotas que afectan directamente a la población, presuntamente para costear su complejo entramado burocrático, aunque también podría servirle para aumentar su arsenal de armas. En cualquier caso, con medidas como exigir un 25% adicional a los proveedores de petróleo barato traído por contrabando desde Egipto, Hamás se ha ganado fuertes críticas entre la poblaciónde la Franja.
Una coalición de organizaciones no gubernamentales, entre ellas Oxfam y Médicos del Mundo, advierten en un informe de 2008 sobre la situación en Gaza que ésta "es peor ahora que en cualquier otro momento desde el comienzo de la ocupación militar israelí en 1967". De hecho, existen túneles clandestinos entre Egipto y Gaza por los que los palestinos reciben productos del exterior (lo malo de esto es que también se trapichea con armas).
"Hay poco dinero para comprar alimentos y pocos alimentos que comprar", asegura el informe. Así, la mayoría de las familias en Gaza dependen de la ayuda humanitaria como la que quería prestar la Flotilla de la Libertad. El desempleo en Gaza es de más del 40 por ciento, según datos de 2008, donde el sector privado ha sufrido gravemente el embargo y muchos han entrado en bancarrota.
A estas dificultades se le añade la vulnerabilidad de la población de Gaza, ya que la mitad es menor de 18 años según datos de las Naciones Unidas.
Israel permite sólo la llegada de ayuda humanitaria
Mark Regev, un portavoz del Gobierno israelí, había criticado fuertemente a la Flotilla de la Libertad antes del asalto por considerarlo "truco publicitario barato". No cabe duda de que pretendía el grupo de seis buques que transportaban 10.000 toneladas de material para la construcción y la educación en Gaza, entre otras cosas, era llamar la atención de la comunidad internacional. Pero tenían una intención loable: ayudar y reclamar lo que consideran justo de forma pacífica.
Sin embargo, a Regev tampoco le falta parte de razón al afirmar que "podrían haber aceptado las ofertas de Egipto o Israel para transferir la ayuda humanitaria a la gente de Gaza junto a otras 15.000 toneladas que se envían cada semana". El director general del ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yossi Gal, defiende que "no hay escasez de ayuda humanitaria a Gaza, puesto que se transfieren constantemente alimentos, petróleo y suministros por las organizaciones internacionales".
A pesar de todo, en el caso de la flotilla humanitaria atacada, no han permitido su llegada al puerto de Gaza. Argumentan que primero querían supervisar el material que transportaban.
La comunidad internacional rechaza el bloqueo
Tanto la Unión Europea como Naciones Unidas han declarado que el bloqueo a Gaza es "inaceptable". Ya en diciembre de 2009, en el aniversario de la operación Plomo Fundido que murieron 1.400 palestinos, el secretario general de la ONU Ban Ki Moon afirmó que la calidad y la cantidad de ayuda humanitaria que entra en la Franja "es insuficiente", que la actividad económica y de reconstrucción está paralizada y que a sus residentes se les niegan "derechos humanos básicos".
Eso sí: admitió igualmente que existe un tráfico ilegal de armas que no se ha conseguido controlar. Tras el asalto armado de Israel a la flotilla humanitaria, Ban Ki Moon ha dicho que "es vital que se realice una investigación a fondo para determinar con precisión cómo ocurrió este baño de sangre", y ha pedido a Israel "una explicación urgente y amplia de los hechos".
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