"El caso del extesorero de Angela Merkel no tiene nada que ver con el 'caso Bárcenas'"

Los socialdemócratas y los Verdes alemanes,socios de la canciller, Angela Merkel y la Unión Cristianodemócrata (CDU), han pedido aclarar las sospechasque pesan sobre el tesorero de su partido, que pudo haber ocultado dinero en empresas tapadera de paraísos fiscales.

La revista alemana 'Stern'señala aHelmut Linssencomo presuntoautor de fraude fiscal, entre 1997 y 2004, al realizaringresos en una cuenta de un banco luxemburgués a nombre de una empresa tapadera con sede primero en Bahamasy después en Panamá.Linssen lo ha negadoy asegura que el dinero procede de una herencia familiar.

A pesar de ser extesorero (regional en este caso), y pertenecer al partido en el poder (la CDU), las similitudes entre este caso de corrupción y el caso Bárcenas son lejanas."Hablamos de un extesorero regional, enWestfalia, y de un caso de dinero personal, no del partido. Es dinero privado, de sus padres",apunta Thomas Urban, corresponsal en España deSüddeutsche Zeitung. "No tiene nada que ver con el caso Bárcenas, y tampoco es un tema que esté de actualidad en los medios alemanes. Ahora, las dos polémicas más importantes afectan al ministro de cultura de Berlín y a una activista feminista", remarca Urban, quien asegura que desde el caso de corrupción que asoló al gobierno de Kohl"los partidos alemanes son muy transparentes con sus cuentas".El caso 'Spendenaffare' en los años 90 destapó la existencia de donaciones irregulares a la cúpula de la CDU y acabó con el suicidio de un miembro del Bundestag y la dimisión de Helmut Kohl como canciller.

'Spendenaffare' aupó a Angela Merkel a los altares de su partido, y poco después, de la política alemana. En 1999, Merkel era la protegida de Kohl y acababa de ser nombrada secretaria general de la CDU con apenas 45 años.La ahora canciller salió 'viva' del huracán político en el que estaba inmerso la CDU. La 'chica de Kohl' mandó un artículo al'Frankfurter Allgemeine Zeitung'en el que se lavaba las manos sobre cualquier implicacíon suya en la corrupción: "Después de una trayectoria tan larga como la de Kohl, quizás sea exigir demasiado que se retire totalmente de la política de hoy para mañana y dejé así camino libre a los más jóvenes (...)Queda claro que ya nada volverá a ser como antes.La época de Kohl ha terminado de forma irreparable"."Merkel llegó donde llegó gracias a decir que estaba limpia",explica Martin Dahms, corresponsal deBerliner Zeitung. Pero Alemania, todavía ahora, no es inmune a la corrupción. "Los alemanes siempre piensan que no hay corrupción en el país y eso no es verdad. Claro que en España hay más, pero el caso de Kohl es un buen ejemplo", asegura el periodista alemán. Dahms deja claro que el caso Bárcenas no es seguido en su país, y va más allá:"El 95% de los alemanes no ha oído hablar de Mariano Rajoy. Es como si en España preguntas quien es el presidente de Polonia".Tampoco ve relación entre el caso deHelmut Linssen y el caso Bárcenas Helene Zuber-Darnstädt, corresponsal deDer Sipegel. En su opinión,"no son casos comparables. Uno tiene que ver con una herencia que se ha mandado a Panamá y el otro con la utilización de fondos de un partido político".El caso deLinssen sí es comparable al deUli Hoeness, actual presidente del Bayern de Múnich. Como apunta Paul Ingendaay, que trabaja para Frankfurter, entre otros medios alemanes,"son casos de posible evasión de impuestos. Vamos, un fraude en toda regla". Ingendaay asegura que, al más estilo Snowden, circulan por Alemania CD con nombres y cuentas de suspuestos defraudadores. Y es que como apunta este periodista, "el fraude es un pecado generalizado en Europa, ya sea Alemania o España".