El destino trazado del nuevo Gobierno: las reformas que manda Bruselas

    • Las urnas han validado a Tsipras para acometer los ajustes del controvertido tercer rescate. 
    • Las reformas han de garantizar una estabilidad financiera, hoy en entredicho. 
El exprimer ministro heleno, Alexis Tsipras, con la canciller alemana, Angela Merkel (archivo).
El exprimer ministro heleno, Alexis Tsipras, con la canciller alemana, Angela Merkel (archivo).

Las urnas de este domingo en Grecia son más un examen para el exprimer ministro, Alexis Tsipras, que un auténtico voto por un programa político. Sea cual sea el resultado, y esto es básicamente que Syriza gane o que lo hagan los conservadores de Nueva Democracia, la política económica del nuevo gobierno está ya trazada: un programa de rescate, el tercero, que supondrá 86.000 millones de euros a lo largo de los próximos tres años.

El programa aprobado a mediados de agosto condiciona de forma estricta el destino de los griegos durante los próximos años. De forma inmediata, se prevén más de 15 reformas de gran envergadura entre las "medidas prioritarias", cuya elaboración o votación en el Parlamento ha sido fijada por los acreedores "de aquí a octubre de 2015". Sólo si Grecia cumple con dichas reformas recibirá los fondos prometidos por sus acreedores internacionales.

El programa de ayuda de los acreedores se divide en tres tramos, un primero, de 26.000 millones, fraccionado en dos pagos, (uno de ellos, desembolsado ya en agosto y que permitió al país cumplir con los compromisos inmediatos, otro, para pagos internos, sueldos y pensiones). Una vez superada la primera revisión del programa que se prevé para el mes que viene y antes del 15 de noviembre, el Eurogrupo realizará el pago de un segundo tramo, por valor de 15.000 millones de euros, que servirá para sanear la situación del sector bancario.

Para ello, los griegos habrán de superar un programa de severos ajustes, requisito para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participe finalmente en el rescate. “El FMI mirará este asunto de cerca y nosotros también en octubre y ojalá podamos asegurar que la deuda sea sostenible hasta entonces y dar más garantías si fuera necesario para que el Fondo se puedea sumar” al programa en otoño, dijo entonces el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Lo primero que deberá hacer el nuevo Parlamento griego será rectificar el presupuesto de 2015, para incluir las nuevas reformas de las pensiones y el impuesto sobre la renta, y las modificaciones de la fiscalidad de los agricultores. Para estos, el impuesto sobre la renta aumentará progresivamente de aquí al año próximo del 13% al 26%.

Igualmente pasará del 11 al 15% el baremo impositivo de los ingresos anuales inferiores a 12.000 euros. Para los ingresos superiores a este umbral, el baremo subirá del 33 al 35%. Por otro lado se reducirá el gasto militar, y se prolongará una tasa especial sobre la actividad de los armadores.

En cuanto a las pensiones, deberá ahorrarse el equivalente del 0,25% del PIB en 2015, y el 1% en 2016. Del lado del IVA, habrá un nuevo aumento en octubre después del operado en julio, con la supresión de los baremos reducidos en ciertas islas y un incremento para los hoteles.

Todos los dispositivos que permiten una jubilación anticipada, en ocasiones a partir de los 50 años, serán suprimidos de aquí a 2021. Además se generalizará el marco actualmente en vigor, que prevé una jubilación después de 40 años cotizados y con una edad de jubilación fijada en los 67 años. Los fondos de pensiones suplementarios quedarán integrados en el sistema ETEA, una Caja unificada de seguros auxiliar.Puesta en marcha del programa de liberalizaciones

Grecia deberá igualmente establecer su plan para liberalizar varios sectores, permitiendo la apertura de farmacias por parte de gente ajena a la profesión, autorizando la venta de medicamentos sin receta en las grandes superficies, y ampliando las categorías de negocios autorizados a vender pan. Igualmente está previsto autorizar las rebajas en cualquier período del año, y abrir las profesiones de ingenieros y notarios. En el mercado de servicios básicos, el Gobierno habrá de modificar las reglas del mercado eléctrico y reformar el del gas para reducir en un 25% las cuotas de mercado.

Además, el próximo gobierno se compromete a presentar de aquí a octubre un calendario para cerrar la licitación en curso para los puertos del Pireo y Tesalónica, de la compañía ferroviaria TRAINOSE y de la empresa gerente de la red de ferrocarriles, ROSCO.

Las autoridades helenas deberán acometer una ambiciosa reforma de la administración que incluye, por ejemplo, nuevas medidas para agilizar los juicios administrativos, designar a los miembros del a junta del consejo fiscal y diseñar su plan para la devolución de impuestos y reclamaciones de pensiones. También pendiente de reforma está la agencia de estadística, un proyecto con el que se prevé dotarla de mayor independencia. El gobierno griego se ha comprometido además a introducir modificaciones en su legislación penal para sancionar las prácticas corruptas, como la evasión fiscal o el fraude. Igualmente, la legislación habrá de contemplar duras sanciones al contrabando.

La situación de los bancos es otro de los asuntos prioritarios. La estabilidad sigue en entredicho y la liquidez aún no está garantizada. Las autoridades habrán de comprometerse especialmente con el programa de reformas para evitar la morosidad en la devolución de los préstamos.

El nuevo gobierno griego habrá de presentar un plan para la gestión de los créditos de dudoso cobro, que perjudican los balances de los bancos. Dicho plan aumentaría la posibilidad de llevar a cabo ejecuciones hipotecarias. La amnistía fiscal propuesta desde febrero a los contribuyentes que paguen sus impuestos pendientes será menos generosa.Garantizar la estabilidad del sistema financiero

Grecia ha celebrado elecciones en un escenario en que sigue vigente el control de capitales instaurado para proteger al sistema bancario griego del pánico que sacudió al país ante la convocatoria del referéndum del 5 de julio, en un momento en que la salida del euro era un riesgo real.

Desde el 29 de junio, los griegos sólo pueden retirar un máximo semanal de 420 euros por persona el cajero automático. Los giros al extranjero no están autorizados, salvo para cubrir gastos médicos, estudios y viajes. Tampoco pueden efectuarse libremente transferencias al extranjero.

Para pagar a los proveedores o al personal de otros países, dentro de unos límites establecidos, deben hacer una solicitud a una comisión bancaria. En agosto, el plazo de respuesta a estas solicitudes era de media de 18 días.

"Todas las empresas que pueden han abierto, como nosotros, cuentas en el extranjero para facilitar sus transacciones", comenta Christos Papadimitriou, directivo de la empresa familial homónima, con sede en Kalamata (sur) y que exporta vinagre balsámico a unos treinta países. "Para aquellas que no han podido, y para las que importan muchas materias primas, la situación sigue siendo muy difícil", añade.

"Yo conozco empresas a las que no le han respondido desde hace más de un mes. Al principio salimos adelante pidiendo a los clientes que nos debían dinero que pagaran directamente a los proveedores, a los que no podíamos girarle el dinero", explica Papadimitriou.

Como consecuencia de esta situación de vulnerabilidad del sistema financiero, el volumen de negocio del comercio al por menor bajó un 12'7% en junio, julio y agosto.

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