El dispendio multimillonario de Gadafi: mansiones, coches, un río artificial y un paraíso del medio ambiente

  • Mansiones, coches, el resort ecológico más grande del mundo y hasta un río artificial engrosan la abultada hoja de gastos del régimen de Muamar el Gadafi.
El dispendio multimillonario de Gadafi: mansiones, coches, un río artificial y un paraíso del medio ambiente
El dispendio multimillonario de Gadafi: mansiones, coches, un río artificial y un paraíso del medio ambiente
lainformacion.com
David G. Ortiz

La transición en Libia ha comenzado y el cambio esinminente. Ya ha nacido el primer niño llamado "independencia" y los rebeldes celebran en las calles su victoria, a falta de rematar la jugadaencontrando al desaparecido Muamar al Gadafi.Su paradero es desconocido, oculto, como desconocidos yocultos fueron gran parte de sus movimientos al frente del país. Poco se hablóen su momento de las grandes construcciones multimillonarias que emprendió enLibia y las escándalosas sumas de dinero que gastó en pagar la buena vida quellevaban sus hijos, y él mismo.La paradoja del verdeLibia es ahora un país con esperanza, a las puertas dederrocar un régimen que lleva más de cuatro décadas despilfarrando la riquezadel país y coartando las libertades del pueblo. Pero la esperanza de Libiarenuncia al color verde, porque el verde siempre fue el color fetiche de Gadafi,además de un símbolo del Islam. Desde su ideología, plasmada en el "Libro Verde",pasando por el nombre de su "Revolución Verde Socialista" hasta las MontañasVerdes, donde el líder libio emprendió el proyecto de erigir el mayor complejoecoturístico del mundo.Septiembre de 2007. Saif al-Islam, el heredero de Gadafi,mostraba una imagen muy distinta a la que se ha visto en sus apariciones televisivasde los últimos meses. Sobre las ruinas de la antigua ciudad de Cyrene, repasabaen un discurso de corte medioambientalista las costosas (pero inmensamenteatractivas) cualidades de su proyecto: desarrollo sostenible, energías renovables,microbanca, biocombustibles, producción de comidas y bebidas orgánicas…  Sonaba bien, y más con Norman Foster comoarquitecto al frente de la gigantesca obra.El Gobierno libio puso sobre la mesa 1.700 millones de euros, apesar de que los hoteles serían financiados por una empresa privada propiedadde Hassan Tatanaki, un multimillonario libio que acumuló su fortuna (como lapropia familia Gadafi) en el negocio del petróleo. Ahora que los rebeldes hantomado el control del país, es imposible predecir qué será de este y otros proyectosdel antiguo régimen. Libia tenía desierto,Gadafi puso el aguaAl líder libio le gustaban las tuberías gigantes casi tantocomo los túneles y, en realidad, todo lo que tuviera grandes dimensiones yaspecto de hacer historia. Además, el país que dirigía con mano de hierro secaracteriza por una pobre producción agrícola, consecuencia de la escasez derecursos hídricos.Para paliarlo, su Gobierno recurrió a un sistema conocidocomo irrigación de pivote central, costosísimo de implementar en un país dondeel 95% del territorio es desierto del Sáhara. ¿De dónde sacar el agua para suscultivos? Literalmente de la nada. Gadafi invirtió 13.800 millones de euros en lacreación de un río artificial que, desde el cielo, parece un oasis descomunal (24millones de metros cúbicos de agua) en medio de la interminable arena. Unasdimensiones suficientes para irrigar hasta 135.000 hectáreas de tierra, graciasa la extensa red de tuberías Libia planeaba tejer por todo el Sáhara.Se preveía que el proyecto, que se divide en tres fases y noestá completamente terminado, acumularía un coste total de 23.300 millones deeuros a su término. Gadafi lo llamó la octava maravilla del mundo.Amantes de lasmansiones y la velocidadGadafi y sus hijos son también amantes de la velocidad y delos automóviles lujosos. A medida que han ido recuperando territorio yhaciéndose con el control de las propiedades de la familia en el poder, losrebeldes libios han ido descubriendo la colección de mansiones y coches carosdel líder libio y su amplia descendencia.En los años 80, Gadafi hizo construir un palacio para suhijo Mutassim al sureste de Trípoli. Desde fuera, parecía un edificio normal,con una fachada ordinaria. Dentro, los rebeldes descubrieron un jardín deimpresionantes dimensiones conectando las diversas partes de un complejo en elque no faltaba detalle: gimnasio, estatuas de diosas griegas o incluso unbunker de unos 12 metros de profundidad. También a su hijo Al-Saadi regaló el líder libio unamansión, ésta en primera línea de playa. Junto a ella, un opulento garaje conun Lamborghini, un BMW, un Audi y un Toyota en su interior. En una habitacióncon pinta de estudio, pilas de catálogos de barcos y coches relucientes, con unpost-it sobre un yate de casi 5 millones de euros.Su hija Aisha no podía ser menos. No muy lejos al oeste dela capital, en Nofleen, los rebeldes encontraron la más excéntrica de lasmansiones. En el hall de entrada, tuvieron la oportunidad de fotografiarseposando sobre un sofá completamente recubierto de oro, con la forma de unasirena. Y no era la instantánea más extravaganteque iban a tomar en esa casa...Y mucho se ha escrito ya de la residencia del propio Muammarel Gadafi, el complejo de Bab al-Azizia,que se presupone alzado sobre un entramado kilómetrico de túneles.Pastiches simbólicosa tutiplénEmpezando por el lugar en que la hija adoptiva de Gadafi,Hanaa, cayó muerta en un bombardeo estadounidense en 1986. El líder mandólevantar allí un santuario con las pertenencias de la fallecida (su cama, susmuebles…) protegidos por urnas de cristal. ¿No es suficientemente raro? Puesresulta que, además, quiso mantenerlos exactamente en el estado que quedarontras el ataque. Y terminamos la ruta en la llamada 'Casa de la Resistencia',nombre con que Gadafi bautizó a un edificio bombardeado donde, a modo dememorial, mandó colgar del techo varios misiles falsos, aparentando haber sidolanzados por la aviación americana.

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