El dueño de uno de los restaurantes atacados: "Si pudiera, abriría hoy mismo"

    • El dueño del restaurante Le Carrillon, donde sucedió uno de los atentados, manifestó su voluntad de no doblegarse ante los terroristas.
    • Desde primera hora de la mañana se han acercado ciudadanos para dejar flores y expresar su solidaridad.
La policía realiza sus pesquisas a las afueras de uno de los restaurantes atacados
La policía realiza sus pesquisas a las afueras de uno de los restaurantes atacados

Los parisinos saben que los terroristas no querían atacar a personas concretas, sino a toda una ciudad, un país y una forma de civilización. El dueño de Le Carrillon, uno de los restaurantes atacados ayer en los atentados terroristas que asolaron la capital francesa, ha declarado a los medios de comunicación que, si pudiera, "volvería a abrir el local hoy mismo". Es su manera de negarse a claudicar ante el chantaje de los terroristas, que quieren llenar de miedo a los franceses.

Lo mismo comentaban muchos parisinos, que no quieren quedarse en casa, sino salir a la calle y demostrar a los asesinos que no han conseguido infundir terror a la población. Aunque las autoridades recomiendan permanecer en los domicilios particulares y limitar los desplazamientos, y de que ha comenzado a llover en París, muchos han querido pasear por las calles como muestra de que nada puede hacer cambiar su estilo de vida. Las concentraciones están prohibidas hasta el próximo jueves.Policía de Paris reporta más de 18 muertos en bar Le Carrillon en medio de un tiroteo y explosiones https://t.co/l1mP6sADXe#PrimerImpacto— Primer Impacto (@PrimerImpacto) noviembre 13, 2015

Desde primeras horas de la mañana, los ciudadanos se han ido acercando al restaurante Le Carrillon para expresar su solidaridad con el propietario y sus trabajadores. Muchos dejaban flores en el suelo. No lo han podido hacer hasta las 8.30 de la mañana, cuando se ha abierto el perimetro de seguridad establecido tras la llegada de la policía. Pero ha sido inmediato. Nada más levantar las cintas, ya se acercaban ciudadanos a dejar ramos de flores.

El popular barrio donde está el restaurante está poblado de ciudadanos de diversos orígenes étnicos, los cuales han coincidido en rechazar los atentados y los motivos que impulsan a los terroristas. Muchos se acercaban llorando y comunicaban su pésame a los trabajadores del restaurante. Desde fuera se podían divisar los orificios en las ventanas y serrín en el suelo, para cubrir la sangre de los heridos y fallecidos. Se trata de un barrio muy animado que toda la noche parecía una zona fantasma.Testimonio de un español

Instantes después de los tiroteos, la policía hizo acto de presencia y cerró los accesos y salidas del barrio. Israel Rodríguez, un camarero español que trabajaba en un restaurante cercano a Le Carrillon, comentaba a los periodistas de La Sexta que había vivido una "noche de auténtico pánico y terror".

No había podido salir en toda la noche del restaurante, que inmediatamente después del atentado de Le Carrillon fue cerrado con los clientes dentro. Fueron evacuándolo poco a poco, pero algunos tuvieron que refugiarse de nuevo en el recinto porque la policía apuntaba con sus armas a todo el que se movía por los aledaños.

"Todavía tengo el miedo metido en el cuerpo. Me encuentro en estado de shock. Lo que ha sucedido ha sido una catástrofe", comentaba ante las cámaras. "Sólo quería esconcerme".

Sigue @martinalgarra//

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