El ébola ha dejado a 3.700 niños huérfanos en África Occidental

    • Uno de los principales problemas que enfrentan estos menores es el hecho de que, a menudo, sus familiares los rechazan por miedo a que les puedan contagiar con la letal enfermedad
    • Una de las consecuencias más desconocidas que puede tener el ébola en algunos países africanos como Sierra Leona es la de que los hijos de familias con muertos por este virus pueden ser acusados de brujería
El ébola ha dejado a al menos 3.700 niños huérfanos en África Occidental
El ébola ha dejado a al menos 3.700 niños huérfanos en África Occidental
I.C

Al menos 3.700 niños de Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona han perdido a uno o a ambos padres a causa del virus del Ébola, según las estimaciones de Unicef hechas públicas.

Uno de los principales problemas que enfrentan estos menores es el hecho de que, a menudo, sus familiares los rechazan por miedo a que les puedan contagiar con la letal enfermedad, señala Unicef.

El organismo alerta que, dado que la epidemia se ha intensificado en las últimas semanas, la cifra de huérfanos puede duplicarse de ahora hasta mediados de octubre.El 22% de los menores muertos por ébola en Libera eran menores de edad

El 22 % de los fallecidos a causa del brote de ébola en Liberia eran menores de 18 años, dijo hoy Sarah Crow, desplazada de Unicef en el país africano, quien denunció que, además, los niños liberianos mueren de enfermedades totalmente evitables como el sarampión.

En una teleconferencia desde Monrovia, Crow definió la situación en el país más afectado por la epidemia como "surrealista".

"Vayas donde vayas, el país está ocupado por la 'presencia' del virus y sus consecuencias. Los niños están pagando un precio muy elevado, están asustados y no entienden porque personas vestidas como astronautas se llevan a sus seres queridos. Eso es extremadamente perturbador para ellos".

Crow dijo que se "estima" que el 22 % de los fallecidos en el país eran menores de edad.

La funcionaria internacional explicó que según las mismas estimaciones, del 80% de fallecidos restante, el 60% eran mujeres.

Según los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 6 de setiembre se han contabilizado en Liberia 2.046 contagios, incluidas 1.224 muertes.

De esos 2.046 casos, 1.212 ocurrieron en los últimos 21 días, de los cuales 758 personas murieron.

Crow destacó que, además, muchos de los que enfermaron pero no han muerto están "estigmatizados".

Los huérfanos que han perdido a sus padres también sufren el rechazo de la sociedad que les ve como portadores de la infección o, como mínimo, de mala suerte.

Crow señaló que el 20% de los huérfanos son menores de dos años, aunque no supo precisar su número total.

Por otra parte, explicó que las campañas de concienciación están comenzado a dar frutos y los niños conocen actualmente el peligro de infección y cómo evitarlo.

"El problema es que son niños, y es muy poco natural no tocar a las personas".

Más allá del contagio del virus del Ébola, Crow denunció que dada la presión a la que está sometido el sistema sanitario liberiano, se han abandonado los programas regulares de inmunización y de cura y tratamiento de enfermedades.

"Estamos viendo casos de malaria, de neumonía, de diarrea, de sarampión, y los niños están muriendo sin acceso a tratamiento".

Asimismo, Crow lamentó que las embarazadas no tengan donde parir de manera segura.

Por otra parte, Unicef recordó que la gran mayoría de las escuelas y centros de secundaria están cerradas, por lo que 1,5 millones de niños no pueden proseguir con sus estudios formales.Una razón para acusar a los niños de brujería

Una de las consecuencias más desconocidas que puede tener el ébola en algunos países africanos como Sierra Leona es la de que los hijos de familias con muertos por este virus pueden ser acusados de brujería, una situación que Misiones Salesianas ha criticado con la campaña "Yo no soy bruja".

Hijos de padres viudos que se vuelven a casar, niños con discapacidades físicas o psíquicas, niños huérfanos que son una carga para otros familiares o niños que han nacido de nalgas o son gemelos les convierten en vulnerables para acusarles de brujería en África cuando a su alrededor algo va mal, una realidad sobre la que Misiones Salesianas quiere sensibilizar a la sociedad, a los gobiernos y a la comunidad internacional.

Es el caso de Georgette, una niña de Togo acusada de brujería porque días después de tener una riña en el colegio una compañera se puso enferma; su madrastra le quemó las manos al metérselas en agua hirviendo para comprobar que, si era bruja, no le pasaría nada.

Ahora está marcada de por vida aunque ha rehecho su vida en el hogar Don Bosco de la localidad de Kara, que dirige el misionero salesiano José Luis de la Fuente.

Como ella, se calcula que en 2013 en la región de Kara casi 1.000 niños y niñas fueron acusados de brujería, según la dirección regional de Acción Social.

De la Fuente ha destacado que desde que llegó a África en 1991 conoce estas acusaciones a menores de brujería, y que, aunque no se puede decir, por ejemplo, que a causa del ébola está aumentando los casos de acusaciones de brujería, sí es un motivo para este tipo de prácticas injustas.

"Una enfermedad en la familia, un negocio que va mal y muertes repentinas" pueden ser causas para que se piense, siguiendo las creencias ancestrales de esos pueblos, que una persona es bruja.

Se supone que el brujo sale y viaja durante la noche separándose del cuerpo físico para comer el alma de sus víctimas, que enferman o tienen problemas en su vida.

Además, cuando un menor es acusado de brujería se le puede entregar a la figura del charlatán, que a cambio de un dinero alejará al menor de su familia para someterle a un supuesto proceso curativo que puede llegar a durar meses y en el que no faltan las agresiones físicas y a tener a los niños en un régimen de semiesclavitud.

"Es prácticamente imposible conocer la verdadera dimensión" de estas acusaciones, según el informe "Menores acusados de brujería en la región de la Kara (Todo), realizado por este misionero y Patricia Rodríguez, responsable del área de Proyectos de Misiones Salesianas.

Pero es un fenómeno que va en aumento porque en los hogares de acogida Don Bosco se ha pasado de un 20 % en 2010 a más de un 30 % en 2014 el número de menores acogidos por este problema.

Misiones Salesianas ha pedido que las actuaciones relativas a la brujería y denominadas "prácticas culturales nefastas" pasen a calificarse de maltrato a menores.

De la Fuente ha alertado de que cuanta más pobreza, más enfermedad y más muerte, y por tanto más acusaciones de brujería.

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