El fabricante de armas más antiguo en Estados Unidos se declara en bancarrota

  • La empresa, adquirida en 2007 por el fondo Cerberus, había adelantado en febrero un acuerdo con sus acreedores para reestructurar su deuda.
Así ha erradicado Japón las muertes por armas de fuego
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EFE

Remington Outdoor, considerado el fabricante de armas estadounidense más antiguo, ya que los orígenes de la compañía se remontan a 1816, ha presentado ante los tribunales una solicitud para declararse en suspensión de pagos y acogerse así a la protección de la ley de quiebras para reordenar su negocio.

La empresa, adquirida en 2007 por el fondo de capital riesgo Cerberus Capital Management, había adelantado el pasado mes de febrero un acuerdo con sus acreedores para reestructurar su endeudamiento en unos 700 millones de dólares (564 millones de euros).

"Este pacto representa el compromiso de la compañía y los acreedores de apoyar la reestructuración del endeudamiento de Remington, que será llevado a cabo a través de un plan preestablecido conjunto de reorganización que será registrado ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware en conexión con la petición voluntaria de reorganización bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU", indicaba entonces la empresa.

Según la solicitud presentada por la compañía en su petición, la deuda de Remington oscilaría entre los 500 y 1.000 millones de dólares (403 y 806 millones de euros), mientras sus activos estarían valorados en un rango semejante, según informa 'The New York Times', apuntando que el fabricante de armas seguirá operando mientras se encuentre en proceso de concurso de acreedores.

La declaración de bancarrota coincide con todo el revuelo que se está originando en Estados Unidos tras la decisión de Donald Trump de dar armas a los profesores para evitar más matanzas. La respuesta a esta medida ha provocado que un millón de personas, mayoritariamente estudiantes, salieran a las calles de 800 localidades de EEUU para reclamar un mayor control al acceso de armas en el país en el que más tiroteos suceden dentro de centros educativos del mundo. Y no es la primera vez, los jóvenes están dispuestos a acabar con esta triste realidad en la primera potencia del mundo. El clamor es total y no va a parar. Hasta el presidente Trump ha aplaudido su vigor.

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