El Gobierno británico tiene un programa secreto para vigilar y seguir a más de un centenar de posibles terroristas y terroristas convictos que ya han cumplido sus penas para prevenir posibles nuevos atentados, según ha descubierto el diario 'The Guardian' en una investigación.
El Programa de Desistimiento y Desvinculación (DDP, por sus siglas en inglés) fue puesto en marcha en secreto en octubre de 2016 y desde entonces y hasta septiembre de 2018 un total de 116 personas han sido incluidas en este registro secreto. Para junio de 2019 se espera que haya 260 personas en esta base de datos.
El Ministerio del Interior rechazó en hasta dos ocasiones aplicar la Ley de Información Libre del periódico, pero finalmente la Oficina del Comisario de Información aceptó un recurso y ordenó a Interior publicar los datos. Sin embargo, el propio diario reconoce que "se sabe poco del DDP", aunque sí ha podido averiguar que es un "elemento clave" de su nueva estrategia antiterrorista.
En este programa se incluye además a personas que han regresado de zonas de conflicto en Siria, es decir quienes viajaron al país árabe para unirse al grupo yihadista Estado Islámico. De hecho, a ellos se les aplica una Orden de Exclusión Temporal (TEO), que impide entrar en el país a estos retornados sin un permiso de las autoridades.
"Con el DDP proporcionamos una amplia variedad de intervenciones intensivas y apoyo práctico para enfrentarnos a los motivos de la radicalización basándose en necesidades universales de identidad, autoestima y propósito y afrontar los agravios personales que exacerban la narrativa extremista", explica un documento oficial desclasificado. "Este apoyo incluye orientación, apoyo psicológico, teológico y asesoramiento ideológico", añade.
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