El gobierno de Colombia y la guerrilla comunista de las FARC lograron este miércoles un acuerdo sobre participación política, el segundo de los cinco puntos de la agenda de los diálogos de paz de La Habana, que buscan acabar un conflicto armado de medio siglo.
"Hemos llegado a un acuerdo fundamental sobre el segundo punto de la agenda (sobre participación política)" y "lo que hemos convenido profundiza y robustece nuestra democracia", señaló una declaración conjunta leída por el diplomático cubano Rodolfo Benítez, cuyo país es garante junto con Noruega de las conversaciones de paz, iniciadas hace casi un año.
El acuerdo alcanzado fija las pautas para que los guerrilleros se incorporen al sistema político colombiano, e "incluye garantías para la oposición política, medidas para impulsar la participación ciudadana, y contempla que tras la firma del acuerdo final se haga una revisión del sistema electoral colombiano", dijo por su parte el diplomático noruego Dag Mylander.
Tras la lectura del comunicado conjunto estaba previsto que los jefes de cada una de las delegaciones conversaran con la prensa. Tras cerrar este segundo punto, y después de un paréntesis de unos 10 días, las dos partes iniciarán la discusión del tercero, sobre drogas ilícitas, en el decimoséptimo ciclo de conversaciones.Abandono de las armas y reparación
Los otros puntos pendientes son abandono de las armas y reparación de las víctimas, además del mecanismo de validación de un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto armado de casi medio siglo.
El punto de participación política culminado el miércoles fija las pautas para que los guerrilleros se incorporen al sistema político colombiano una vez que firmen la paz y abandonen las armas.
El consenso sobre este complejo tema no fue fácil para las partes, que optaron por prolongar el presente ciclo de conversaciones, que debía culminar el sábado pasado, en busca del acuerdo.
El gobierno de Juan Manuel Santos y los rebeldes alcanzaron en mayo consenso sobre el primer punto de la agenda, el tema agrario, causa de la disputa que condujo a la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1964.Acusan de 650 crímenes a un paramilitar
Por otro lado, la Fiscalía colombiana imputó este miércoles al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien se encuentra preso en Estados Unidos, por 650 nuevos casos criminales relacionados con homicidio, tortura, desplazamiento forzado y destrucción de bienes, indicó la institución en un comunicado.
En la audiencia de imputación adelantada por un tribunal de Justicia y Paz de la ciudad de Bucaramanga, se documentó además "el patrón de macro criminalidad de desaparición forzada empleado por las estructuras paramilitares" y se detalló que esas prácticas dejaron "un aproximado de 4.000 víctimas".
El excomandante de las ya desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) participó de la audiencia mediante una videoconferencia, desde la prisión de Estados Unidos donde se encuentra recluido por cargos de narcotráfico.
Mancuso fue uno de los principales jefes y portavoces de las AUC, la organización que agrupó a nivel nacional a los grupos paramilitares y fue creada para combatir a las guerrillas de izquierda. En medio de esa lucha antiguerrillera, los paramilitares cometieron miles de crímenes atroces contra la población civil.
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