
El órdago político lanzado por el líder de la Liga, Matteo Salvini, que en pleno verano dio por rota la coalición de Gobierno con el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E), parece haberse vuelto contra él en vísperas de una decisiva semana para el futuro de esta crisis. El ultraderechista ministro del Interior aparece cada vez más aislado a dos días de que comparezca ante el Senado el primer ministro, Giuseppe Conte, en respuesta a la moción de censura que presentó el 9 de agosto Salvini contra él.
El líder de la Liga buscaba la convocatoria de elecciones tras algo más de un año de este Gobierno de coalición tan antinatural aprovechando su gran popularidad en las encuestas (que le dan un 37 % de intención de voto, muy por encima del M5E) y con el fin de convertirse en primer ministro.
"Creo que quien traicionó una vez traicionará nuevamente. Y la de la Liga es una puerta que no debe reabrirse", afirmó este domingo la ministra de Defensa italiana, Elisabetta Trenta, una de las caras más visibles del M5E, en una entrevista con el diario 'La Stampa'.
"Alejarse del Gobierno de Salvini se ha convertido ahora en un deber democrático", opinó, por su parte, el senador del M5E Primo Di Nicola, para quien "no hay vuelta atrás. Adiós a la Liga".
En un giro bastante surrealista, Salvini -que las últimas dos semanas también está enfrentado a todos en Italia por su manejo de la crisis migratoria del Open Arms- ha pasado de buscar elecciones dejando tirado al M5E a pedir ahora al partido de Luigi Di Maio que se siente con él a negociar, pero las tornas parecen haber cambiado.
Según se supo este domingo, el fundador del Movimiento Cinco Estrellas, Beppe Grillo, ha reunido en su residencia a la plana mayor del partido para abordar la posición de cara a la comparecencia de Conte del próximo martes. Grillo propuso la semana pasada, tras el órdago de Salvini, evitar la convocatoria de comicios con la formación de un Gobierno de unidad parlamentaria con el centroizquierdista Partido Democrático (PD), una propuesta que ha sido aceptada por su antiguo líder, Matteo Renzi.
El ex primer ministro italiano, que dimitió en 2016 tras haber perdido un referéndum sobre una reforma constitucional, está renaciendo de sus cenizas y se ha convertido, de la noche a la mañana, en el peor enemigo de Salvini. "Hoy dice Salvini: Haré todo lo posible para que Renzi no vuelva al Gobierno. Tranquilo, tocayo, yo no entro en el Gobierno institucional. Por decencia hacia las instituciones y por la salvación del país me basta con que tu salgas lo antes posible", escribió el exlíder de PD en su Twitter.
La situación está abierta y nadie se atreve aún a predecir cómo evolucionará la enésima crisis de Gobierno italiana tras la comparecencia de Conte el próximo martes.
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