El presidente de Baviera se revuelve contra Merkel por su política con los refugiados

El ministro presidente de Baviera, Horst Seehofer, importante aliado de la canciller, ha amenazado a Angela Merkel este sábado con tomar acciones legales contra su Gobierno por su política de "puertas abiertas" a los refugiados, en un momento en el que el Ejecutivo alemán tiene cada vez más presión para reducir el número de nuevas llegadas.

Seehofer ha asegurado que enviaría al Gobierno una petición escrita en las próximas dos semanas para restablecer "las condiciones ordenadas" de las fronteras del país, a través de las cuales han entrado un millón de inmigrantes y refugiados durante este último año.

"Si no la sigue, el Gobierno de estado no tendrá otra opción que hacer frente a una querella en el tribunal constitucional federal", ha indicado Seehofer, en la revista 'Der Spiegel'.

Durante los últimos meses, el ministro presidente de Baviera ha pronunciado numerosos ultimátums hacia Merkel para presionarla con el objetivo de que tome acciones para limitar el flujo de inmigrantes, aunque en todos ha dado marcha atrás en el último minuto.

Los comentarios de Seehofer reflejan las dudas que existen entre los alemanes sobre el mantra que la canciller ha defendido recientemente de que el país es capaz de lidiar con la crisis de refugiados, la mayor que vive Europa desde la Segunda Guerra Mundial, dudas que han aumentado especialmente desde los asaltos sexuales que tuvieron lugar en Colonia en Año Nuevo, de los que han culpado a los inmigrantes.Voces críticas

La popularidad de Merkel ha caído recientemente, según los sondeos publicados este viernes. A las amenazas de Seehofer se han unido las voces críticas de otros, como la del líder del Partido Socialdemócrata Alemán, Sigmar Gabriel, que ha asegurado ante varios diarios que el país debe ir "de una inmigración caótica a otra ordenada".

Asimismo, ha indicado que los controles en las fronteras tienen que mejorarse, así como que es necesario introducir cuotas de refugiados para poder mantener el control sobre cuánta gente entra en el país y cuándo lo hace.