Moscú, 5 sep.- El Teatro Real abre estos días su primera gira internacional con sus cuerpos completos en el Teatro Bolshói de Moscú con ensayos de "Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny", la ópera de Kurt Weill con libreto de Bertolt Brecht.
"Es un gran honor estar con la primera gira del Teatro Real, sobre todo en el Bolshói, escenario donde se presentaron interpretaciones novedosas de las obras como Wozzeck y Don Giovanni para el público ruso", dijo a Efe el maestro Teodor Currentzis, el director musical de la versión de la ópera que se verá en Moscú.
En la capital rusa la ópera será escenificada por los mismos solistas que la interpretaron en Madrid, donde tuvo una exitosa acogida la pasada temporada.
La obra, traída a Moscú por el director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier, con 192 personas de la plantilla, abrirá mañana la nueva temporada del Bolshói, que en octubre próximo celebrará su reapertura tras seis años de controvertidas reformas.
Es una interpretación del segundo trabajo conjunto de los alemanes Kurt Weill y Bertolt Brecht, que todavía no ha ganado tanta fama como su primer producto, "Ópera de los tres centavos", estrenada en Berlín en 1928.
"Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny" representa una crítica aguda a una sociedad hundida en el consumismo y que se encamina hacia la autodestrucción.
"Yo creo que es el momento actual. Estamos en un momento cuando debe imperar una reflexión ya", dijo a Efe Alex Ollé, integrante de la Fura del Baus y director de escena, en alusión a la crisis que atraviesan hoy países europeos como Grecia y España.
El escenario central de la trama es una ciudad-trampa Mahagonny, construida con basura por tres prófugos de la Justicia que propagan valores primitivos y donde el único crimen es no tener dinero.
A lo largo de los tres actos de la obra la ciudad atrae a más y más vagabundos, emerge de la basura a un ambiente de libertinaje sin límites morales, para luego ser sometida al juicio final.
El imperio construido con desperdicios de la humanidad está condenado a sucumbir en el caos, sin esperanza de recuperarse.
"La tarea del teatro de ópera sí ha cambiado, tenemos que hacerle pensar al público. Es nuestra obligación. Tenemos que hacer que vean a dónde se dirigen", dijo el director general del Bolshói, Anatoli Ixánov, en rueda de prensa.
Terminada la parada en Moscú, donde actuará los días 6, 8 y 10 de septiembre, la producción se irá hasta el festival de Bucarest y el palacio de Bellas Artes de México, para terminar en marzo en el Teatro Megaron de Atenas, en esa ocasión con la orquesta y el coro griegos, según un comunicado del Teatro Real.
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