El relator de la ONU para los DDHH sobre Corea del Norte: "El país es una prisión"

  • Pyongyang se ha negado a cooperar en sus investigaciones, aunque el relator aún confía en poder entrar "para escuchar a personas y autoridades".
Trump y Kim Jong-un
Trump y Kim Jong-un
EFE

La polémica internacional en torno a Corea del Norte se ha rebajado en el último año a golpe de cumbres y compromisos, pero el relator de la ONU para los Derechos Humanos en el país asiático, Tomás Ojea Quintana, ha advertido de que la situación de libertades y derechos sigue "sin cambios" y, por tanto, continua siendo "extremadamente grave".

Ojea Quintana ha concluido una visita de cinco días a la capital surcoreana, Seúl, en la que ha tratado de analizar la situación al otro lado de la frontera. Al menos hasta ahora, Pyongyang se ha negado a cooperar en sus investigaciones, aunque el relator aún confía en poder entrar "para escuchar a personas y autoridades".

El experto argentino cree que 2019 será un año "clave" para la región, "no solo para la paz y la desnuclearización (de la península de Corea), sino también para los Derechos Humanos", según ha expuesto, con la esperanza de que estos doce meses marquen una "nueva era" en el desarrollo del hermético país asiático.

Ojea Quintana ha advertido de que la mayor parte de la población "se está quedando atrás" ante los posibles avances, a pesar de que el dirigente norcoreano, Kim Jong Un, incluyó en su mensaje de Año Nuevo el compromiso de mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.

"En mi opinión, (el discurso de Kim) es un reconocimiento de las penurias económicas y sociales que atraviesa la gente de a pie y representa un primer paso importante para tomar medidas con las que hacer frente a los desafíos", ha destacado Ojea Quintana en un comunicado.

Entre los motivos de preocupación expresados por Ojea Quintana destaca un sistema de "campos de presos políticos que, pese a los esfuerzos de Pyongyang por ocultarlo, son "muy reales" y están "profundamente insertado en al conciencia de la ciudadanía norcoreana".

"La vigilancia y la estrecha supervisión de los ciudadanos, así como otras graves restricciones de las libertades básicas, incluida la prohibición de salir del país, son una parte integral del sistema de control norcoreana. Una persona concluyo: 'todo el país es una prisión'", ha explicado el experto de la ONU.

Ojea Quintana ha instado al régimen de Kim Jong Un a iniciar un proceso de diálogo para mejorar la situación de los Derechos Humanos, pero al mismo tiempo también ha recordado a la comunidad internacional que debe mantener la asistencia humanitaria a un país que sigue sufriendo graves carencias.

En este sentido, ha apelado a la cooperación humanitaria "sin politización" y "con pleno respeto a los principios de neutralidad e independencia". El experto ha recordado que el Consejo de Seguridad de la ONU ha estipulado que las sanciones internacionales no pueden afectar a la población civil.

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