El reto Chino: acabar con las empresas zombi y abrir la mano al capital privado

  • Los expertos piden mecanismos de mercado más eficientes, microempresas dinámicas y una sólida macro-regulación para avanzar a la economía de consumo.
El presidente chino, Xi Jinping
El presidente chino, Xi Jinping

Las reformas económicas que llevará a cabo Xi Jinping, considerado el líder más poderoso de China desde Mao, determinarán el futuro de la segunda potencia económica mundial, por lo que se esperan con confianza pero también con escepticismo.

"Más partido y menos Estado", así resume Andrew Polk, cofundador del centro de estudios sobre política y economía china Trivium, el mensaje que el presidente dio en el XIX Congreso del Partido Comunista sobre el futuro de la política económica del país.

"Si en el XVIII Congreso Xi habló de un equilibrio entre el papel del Gobierno y el mercado, en esta ocasión ha apuntado a desarrollar unos mecanismos de mercado más eficientes, microempresas dinámicas y una sólida macro-regulación", explicó Polk en un foro con periodistas en Pekín.

El mayor control del PCCh se puede apreciar ya en el aumento de las inspecciones a compañías o en la reciente creación de una Comisión de Estabilidad Financiera y Desarrollo, que estará ubicada en la sede del banco central de china y "tendrá un importante papel de coordinación con las empresas", señaló.

Xi parece dispuesto a implementar las reformas necesarias para cambiar el actual modelo de crecimiento económico de China, basado en la inversión y el endeudamiento, hacia una economía de consumo. La dificultad reside en lograrlo sin que la transición afecte muy negativamente al PIB y cumpliendo con los objetivos medioambientales, una prioridad para las autoridades chinas que dan ahora más importancia a "la calidad del crecimiento que a la cantidad".

Para ello, una de las primeras tareas en la agenda económica de Xi es permitir la entrada de capital privado en las empresas de propiedad estatal (SOE, por sus siglas en inglés), que tienen en general altos niveles de endeudamiento y no son, en muchos casos, rentables.

"Una solución permanente para las SOE requiere que las firmas que no son competitivas sean expulsadas del mercado, permitiendo a competidores más productivos que lideren la industria y que los niveles de producción estén alineados con la demanda", para evitar el exceso de capacidad, señala la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China. Esta selección natural del mercado es lo que Witold Bahrke, responsable sénior de estrategia macroeconómica de la gestora de fondos Nordea AM, denominada "destrucción creativa".

El Gobierno debe restringir el crédito a las empresas estatales

Si el Gobierno no restringe el crédito a las SOE ineficientes continuaría el escenario conocido como de "empresas zombi", en el que compañías "no rentables se mantienen vivas durante mucho tiempo, desplazando o impidiendo que nazcan proyectos más saludables, es decir, impidiendo una 'destrucción creativa'", señala.

El elevado nivel de endeudamiento de estas compañías, que se han financiado de los bancos estatales a bajo coste fomentando un apalancamiento excesivo, es uno de los principales problemas de China y, según la Cámara de Comercio de la UE, representa "un riesgo sistémico que podría tener un impacto adverso en la economía".

"El Gobierno chino tiene que dirigirse a la raíz de este asunto y crear un campo de juego para las empresas públicas y privadas, dejando entrar a las SOE en una genuina competición de mercado. Sin embargo, esa apertura llevaría probablemente a un aumento de desempleo, por lo que sería necesaria una reforma del sistema de seguridad social", explica.

Simplificar la regulación, otro reto

Por su parte, la responsable de renta variable china de BlackRock, Helen Zhu, apuntó que la innovación también es clave en este proceso. "Reformar el viejo sistema económico de las SOE en sectores como la energía y las telecomunicaciones no consistirá solo en reducir la capacidad y prescindir de los trabajadores que no sean necesarios, sino que la automatización y la inteligencia artificial tendrán un papel cada vez más importante en la modernización de industrias tradicionales", señala.

La prometida apertura de los mercados financieros y la simplificación de la regulación es algo que también preocupa a los expertos consultados, así como la creación de nuevas vías de financiación para las compañías. A pesar de que las esperanzas están depositadas en los próximos movimientos de Xi, hay cierto escepticismo en torno a la velocidad y efectividad de sus reformas.

"Aunque las autoridades quieren disminuir el apalancamiento, tienen las manos atadas: si fueran serios con la restricción del crédito, se arriesgarían a que hubiera una gran ralentización económica (...), algo que ni siquiera un líder chino muy poderoso puede permitirse", apuntó Bahrke. Teniendo esto en cuenta, este experto pronosticó una caída "pero no en picado" del ritmo de crecimiento en China en los próximos trimestres.

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