"El Rey León" renueva su trono en Broadway con un Zazú a la española

  • Mateo Sancho Cardiel.

Mateo Sancho Cardiel.

Nueva York, 29 mar.- Después de 17 años de colosal éxito de crítica y público, "El Rey León" sigue con su trono bien asentado en Broadway, pero a partir del 1 de abril introducirá un nuevo elemento ibérico, pues Esteban Oliver será Zazú, el pájaro mayordomo real al que se le escaparán algunas palabras en español.

Oliver llevaba 1.000 funciones metiéndose en la piel, o mejor dicho las plumas, de este cálao de pico rojo que se encarga de supervisar a los traviesos cachorros de león Simba y Nala en "El Rey León", y un día recibió una llamada inesperada.

"Era Thomas Schumacher, presidente de Disney Theatrical, y yo estaba muy confundido. '¿Qué querrá este señor hablar conmigo? ¡Qué soy de Buñuel!'", dice en una entrevista con Efe este actor proveniente de un pueblo navarro (norte de España), de apenas 2.000 habitantes.

"Schumacher había hablado con Julie Taymor (la directora del espectáculo y primera mujer en ganar el Tony en esta categoría), y, claro, te los imaginas tomando un café, hablando de ti... Y entonces me dijo: 'Queremos que vengas a Nueva York'", explica todavía bajo los efectos de la sorpresa.

Dicho y hecho, el actor, que también había actuado en "La Bella y la Bestia" o "El fantasma de la ópera" en España, ya está en la Gran Manzana, preparado para debutar en Broadway y subirse al escenario del Minskoff Theatre y aportar su personalidad a Zazú.

"Llevo dos semanas de ensayo en las que he estado trabajando con Julie Taymor perfilando lo que va a ser este nuevo personaje, ese 'fresh air' que vamos a dar Zazú. Un aire muy español. Va estar muy presente nuestro idioma español también y vamos a jugar con esa gracia que él tiene", asegura.

Aun así, por supuesto, está trabajando también en el inglés. "Este inglés de Buñuel, de las Bardenas Reales... Ahí va, vamos tirando, poquito a poco nos vamos desenvolviendo. Aunque mi cabeza está todavía traduciendo todo", reconoce.

Oliver, declarado fan de los musicales, había visto la película de Disney y también había acudido a la versión de Londres de este espectáculo, que luego interpretó en Madrid y que se ha convertido en uno de los fenómenos teatrales de todos los tiempos.

"Vine a Nueva York, pero ya no quedaban entradas", asegura, y no puede más que deshacerse en elogios ante un montaje que, pese a su impecable y milimétrico funcionamiento, es para él nuevo cada vez que se sube el telón y suenan los primeros acordes de la legendaria "The Circle of Life", compuesta por Elton John y Tim Rice, con música de Hans Zimmer.

"Julie Taymor (también responsable de filmes como "Frida" o "Titus") es una directora que pone cuatro elementos en escena y deja al público que imagine el resto", asegura. No en vano, el gran reto de muchos de los actores, incluido él mismo, es el de desaparecer ante el público para convertirse en los animales a los que representan.

"En el momento en el que el actor desaparece para que el público observe esta escultura móvil es lo más bonito. Que el público no te vea a ti, que vean al 'puppet'. Si me están mirando a mí, es algo que no funciona", dice, "pero eso no es ningún golpe para el ego", añade quien insiste en que Zazú "no es un tucán", como mucha gente piensa, sino un especimen africano.

Oliver, que no oculta su emoción por el reto de estar en la capital del teatro musical, insiste en que cree que España no debe tener complejo de inferioridad.

"En España tenemos profesionales muy buenos. Aquí está todo envuelto en este papel de celofán de Nueva York; en tres calles tienes 15 teatros que hacen cosas maravillosas. Sí, estoy viviendo un sueño, pero tienes que intentar quitarle ese envoltorio que lo idealiza para centrarte en la realidad y vivir el día a día", asegura.

"Hakuna matata", "Can you feel the love tonight" o "I just can't wait to be king" son otras de las canciones que han hecho legendario este musical, que adapta la tragedia shakespeariana (los ejecutivos de Disney se basaron libremente en "Hamlet") al reino animal africano. "Es la ley de la selva, y ocurre en el teatro y en cualquier parte. En todos los sitios cuecen habas", concluye.

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