El último baile por Mandela ensombrecido por la lluvia y los abucheos al presidente Zuma

    • Engalanadas con ropas de colores, portando banderas sudafricanas, luciendo gorros llamativos y sin dejar de bailar y cantar. Así esperaron, hasta casi 5 horas, algunos de los asistentes.
    • La fiesta se vio deslucida por los abundantes abucheos que recibió Jacob Zuma, el presidente Sudafricano, que utilizó 20 millones de dólares de fondos públicos para renovar su vivienda.
Emotivo adiós a Mandela del pueblo sudafricano, en medio de la lluvia
Emotivo adiós a Mandela del pueblo sudafricano, en medio de la lluvia
Susana Campo Fidalgo

Que llueva durante un funeral Africa es una buena señal. Significa que los dioses le están dando la bienvenida al difunto. El de hoy ha sido uno de esos días en los que la lluvia arrecia y cae con fuerza en Sudáfrica. Los dioses abrieron las puertas a Mandela de par en par. La lluvia, sin querer, se ha convertido en otro protagonista del último baile que los sudafricanos han dedicado al padre de su nación, Nelson Mandela. Un homenaje histórico, colorido, lleno de música y brillo.

Así recordaremos el 10 de diciembre de 2013, día en el que el mundo entero dio su último adiós a Madiba, el mismo día en el que se cumplen 20 años desde que recibió el Premio Nobel de la Paz y el día en que se conmemora la Declaración de los Derechos Humanos.

Esa fue la lucha de Madiba, la que ha hecho posible que miles de sudafricanos de todas las razas canten, bailen y lloren juntos en armonía. El de hoy no ha sido un día triste. Se ha recordado la larga vida de un mito inigualable. Unas 55.000 personas asistieron a la ceremonia que se celebró en el estadio Soccer City. Engalanadas con ropas de colores, portando banderas sudafricanas, luciendo gorros llamativos y sin dejar de bailar y cantar.

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Así esperaron, hasta casi 5 horas algunos de los asistentes. Con una hora de retraso debido al gran número de mandatarios que acudieron al servicio religioso, arrancó la ceremonia. Con música. Primero el solemne himno nacional o, "Nkosi sikelel' iAfrika" ("Que Dios bendiga a África"), entonado con orgullo por los asistentes. Y después, tras un acto religioso en el que participaron un líder hindú, un rabino y un líder musulmán, todo el estadio coreó una canción africana al ritmo de "Tata Madiba, Nelson Mandela, Viva Mandela."

La fiesta se vio deslucida por los abundantes abucheos que recibió Jacob Zuma, el presidente Sudafricano, que utilizó 20 millones de dólares de fondos públicos para renovar su vivienda. Cada vez que el rostro de Zuma aparecía en las pantallas del estadio, la multitud silbaba, desconcertando a los oradores. Entre los oradores, muchas palabras pero poco sentimiento excepto los discursos de Barack Obama y Raúl Castro. Cosas del destino. Mandela sigue uniendo después de muerte. Los dos mandatarios, que protagonizaron un saludo histórico, ambién se llevaron las mayores ovaciones. No es la primera vez que los presidentes cubano y estadounidense estrechan manos desde que en 1961 interrumpieron sus relaciones. El ex presidente Bill Clinton y el líder cubano Fidel Castro lo hicieron en 2000 pero esta vez, el simbolismo y el magnetismo de la ocasión, han convertido este gesto en otro momento único, como único ha sido para los mandatarios y celebridades que también han estado en el estadio Soccer City.

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Dictadores, ex presidentes, miembros de la realeza…nadie se quiso perder el homenaje a Mandela. Bueno, casi nadie. El primer ministro israelí canceló su viaje por el alto coste de su seguridad. Rohani no asistió y evitó así el saludo y Putin...está en otras batallas.

Entre los que si estaban, Thabo Mbeki, el ex presidente sudafricano que sucedió a Mandela y que fue recibido con una ovación. El presidente francés Francois Hollande y su predecesor Nicolas Sarkozy que llegaron juntos. Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, agitó la mano y se inclinó ante los espectadores. Bill Clinton que compartió espacio en el palco con sus homólogos Jimmy Carter y George W. Bush. Muchos momentos para el recuerdo como el que también protagonizaron la viuda de Mandela, Graca Machel, y su ex esposa Winnie que se abrazaron largamente antes de la ceremonia. Bono de U2, Charlize Theron y un sonriente Naomi Campbell tampoco se perdieron el emotivo adiós.

Una ceremonia llena de alegría, que se fue desinflando a medida que el agua iba cayendo y algunos de los discursos, como el de Zuma, aburrían a la multitud. Con un sabor agridulce ha terminado el primer gran acto popular de despedida de Mandela. Mañana y el viernes el féretro del expresidente desfilará por las calles de Pretoria, donde los sudafricanos tienen una nueva oportunidad de decir adiós a su líder. Nadie sabe si siguió lloviendo o si los dioses ya han tenido bastante.

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