A las numerosas muestras de apoyo que han recibido los parisinos en las últimas horas se suma la del presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra. El cardenal italiano Gianfranco Ravasi ha expresado su "conmoción sugestiva" ante el hecho de que muchos franceses y turistas "lloraran" ante el incendio de la catedral de Notre Dame. "Esto demuestra que las catedrales son un cuerpo viviente", ha dicho.
De este modo, ha incidido en que la catedral de París forma parte del horizonte del "patrimonio de la Iglesia" aunque es desde 1905, cuando se implantó una ley que confiscó los bienes del Vaticano, propiedad el Estado francés.
"Es siempre una criatura viviente en la que se hacen encuentros de fe, se oficia la liturgia y en la que entran los no creyentes para realizar un itinerario de belleza", ha dicho Ravasi.
Mientras, el director de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, ha reiterado su pesar por el "evento terrible que ha golpeado la cultura de Francia y del mundo entero". En su cuenta oficial de Twitter expresó este lunes la "cercanía" de la Santa Sede "con los católicos franceses y con la población parisina". Y agregó: "Oramos por los bomberos y por todos los que hacen todo lo posible para enfrentar esta dramática situación".
En otro mensaje destacó que la Santa Sede había recibido la noticia del "terrible incendio que devastó la Catedral de Notre-Dame, un símbolo del cristianismo, en Francia y en el mundo" con "mucha tristeza".
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