Kentucky es uno de esos estados en los que nadie se molesta en mirar durante unas elecciones americanas porque siempre ganan los republicanos. Este noviembre de 2020 no ha sido una excepción. Donald Trump vuelve a cosechar apoyos en torno al 60%. Pero los demócratas habían puesto su diana en el Estado del bourbon y del carbón en otra batalla paralela: la del Senado. Porque por Kentucky volvía a presentarse, por séptima vez consecutiva, Mitch McConnell, un veterano con 78 años y muchas batallas ganadas y que, además, es el líder de la mayoría republicana en el Senado estadounidense. Es decir, una pieza vital para partido y presidente. Y ha vuelto a ganar.
Los demócratas fueron con todo. Para empezar, presentaron como rival a Amy McGrath, una ex marine y piloto de caza (y heroína de guerra) que aunaba casi todo para llamar la atención del electorado. Pero, por encima de todo, pusieron en marcha una campaña de financiación como no se recordaba en la política americana para una carrera al Senado (las presidenciales son otra liga). En total, y desde que se anunció su candidatura en el verano de 2019, la apuesta azul al Senado por Kentucky recibió nada menos que 84,2 millones de dólares.
Ante esta presión monetaria, McConell también tuvo que tender el cepillo y logró embolsarse 53,2 millones. Mucho dinero, teniendo en cuenta que lo más cerca que estuvo su rival en las encuestas fueron nueve puntos hace un par de meses. Aunque los republicanos no son de fiarse mucho de las encuestas y por eso en el último trimestre de campaña logró recaudar 15,2 millones. McGraht (o los demócratas, mejor dicho) replicaron con más del doble: 36,9 solo entre julio y septiembre.
Con estas cifras, McConell hubiera estado muy cerca de batir el récord de financiación en una campaña por el Senado de la historia, que hasta ahora estaba en manos del también Beto O'Rourke, que en la campaña de 2017 recaudó casi 39 millones para batir al republicano Ted Cruz en Texas. También perdió. Este año, sin embargo, aquellas cifras se han quedado pequeñas ante los 57 millones que Jaime Harrison ha captado para intentar tumbar al republicano Lindsay Graham en Carolina del Sur.
Las otras batallas del Senado
En cualquier caso, McConell ha sido una figura clave en el legislativo estadounidense durante los últimos años como líder de los republicanos, que han controlado el Senado tanto en el último mandato de Obama como el de Trump. Precisamente, en el último mandato, McConell ha conseguido mantener suficiente cohesión en sus filas para nombrar a tres jueces conservadores para el Tribunal Supremo.
Aparte de la carrera que enfrentaba a estos dos candidatos, las proyecciones también se han pronunciado sobre otras carreras que en un principio se esperaba que se decidieran al comienzo de la noche. Los senadores demócratas Edward J. Markey (Massachusetts), Richard J. Durbin (Illinois), Mark Werner (Virginia), Christopher Coons (Delaware) y Corey Booker (Nueva Jersey) han revalidado sus escaños.
Por su parte, en el caso de los republicanos y aparte de McConnell, el senador de Oklahoma Jim Inhofe y la senadora de Virginia Occidental Shelley Moore Capito volverán a sentarse en su bancada. Asimismo, Bill Haguerty será el nuevo republicano en Tennessee, informa Ep.
Cada dos años, se renueva un tercio del senado estadounidense. La mayoría se sitúa en 50 escaños con el vicepresidente desempatando en caso de empate. Los demócratas necesitan conseguir 16 escaños durante la noche, mientras que los republicanos 21 para asegurarse la mayoría en la Cámara Alta estadounidense.
