Casi una treintena de compañías españolas asentadas

Empresarios españoles en las trincheras de Ucrania: "Trabajar aquí es complejo"

El dueño de Cortuhondo -la empresa española que más cerca está de la frontera con Rusia- atiende a La Información para explicar cómo subsiste su negocio a las puertas de un conflicto armado.

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Empresarios españoles en las trincheras de Ucrania: "Trabajar aquí es complejo".
Julio Suárez

En 2009, Julio viajó por primera vez a Ucrania. Llegó a un país que ese mismo año estaba atravesando la crisis inédita de 2008 -que azotaba a todas las economías de Europa y del mundo- y una guerra gasística contra Rusia, que tuvo como daño colateral el corte del suministro de este hidrocarburo durante 13 días en todo el continente. Julio, que lleva toda una vida dedicado al sector de la alimentación, observó que este terriorio era "un mercado potencialmente interesante donde no había producto español que se comercializase". Fue así como este empresario español -con más de dos décadas de experiencia en el sector- instaló en este país de Europa del Este 'Cortuhondo', una empresa especializada en vender productos de nuestro país procedentes de las grandes compañías.

La frontera entre Ucrania y Rusia vuelve a estar cargada de tensión tras los últimos repliegues militares que el presidente Vladimir Putin ha llevado a cabo en la región del Donbás (al este del Ucrania). En el último conflicto armado -que ocurrió en el año 2014- Rusia conquistó la península de Crimea, un territorio históricamente suyo, pero que Nikita Kruschev (líder de la URRS en ese momento) anexionó a la república soviética de Ucrania, sin atender a la posibilidad de que en un futuro todos estos territorios que conformaban la unión podrían acabar independizándose. Este escenario no ha saciado a los rusos, codiciosos por extender su patria hacia más regiones del país vecino, que siempre ha sido considerado como el origen de Rusia. Sin embargo, esta ambiciosa pretensión, de momento, se está topando con los EEUU, que trata de frustrar las aspiraciones rusas.

La empresa de Julio está en Jersón una ciudad -situada al sur del país y a las orillas del rio Dniéper- que le recuerda a Tarragona porque se trata de una urbe "monumental y muy bonita" que tiene "restaurantes y tiendas que no le envidian nada a ninguna ciudad europea" y donde, además, "el español está muy bien considerado". Sin embargo, allí, como ocurre en otras ciudades, la población es "prorrusa". La razón principal se debe, según relata Julio, a que "echan de menos cómo se vivía con el expresidente Yanukovich" (fue condenado por "alta traición" por facilitar que Putin materializara la conquista de la península de Crimea hace siete años). 

"Antes pagabas por agua, gas, luz e internet 25 euros al mes. Ahora, ni loco pagas eso solo por el internet", dice. Esta inflación también se ha trasladado a la cesta de la compra, que ahora es un "300%" más cara. A esta delicada situación se le añade unos precarios salarios y prestaciones, "un pensionista cobra 100 euros mensuales... y un buen sueldo allí puede ser de 600 euros. La gente opta por el pluriempleo y por los trapicheos".

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Empresarios españoles en las trincheras de Ucrania: "Trabajar aquí es complejo".

Julio Suárez

Quizá, este cúmulo de obstáculos ha hecho que los vecinos de Jersón se tomen esta posible guerra contra los rusos con cierto pragmatismo. "La gente está tranquila, no hay tanta alarma. Este conflicto viene desde hace mucho... y ahora mismo lo que hay es, sobre todo, ruido". De momento, no hay soldados desplegados por la ciudad y estos están solo en la frontera. Él confiesa que en 2014 su empresa sufrió "mucho" y que, tras la conquista, la economía del país cayó "una barbaridad". Una recuperación que no parece fácil ya que es un territorio que maltrata al empresario, "Ucrania es un país muy muy complicado porque no se puede competir. Arriesgas con una inversión importante allí, pero te encuentras que la falta de estabilidad interrumpe a tus distribuidores y dificulta la importación".

Por otro lado, "entran otros factores, como el contrabando de mercancías, donde te tienes que enfrentar a productos de Mercadona (con bajo precio) que llegan en furgones procedentes de España". En la actualidad es el hijo de Julio -Vitalii- quien está al frente del negocio. Sin embargo, al tener un cargo político en la ciudad de Jersón, ha preferido no participar por temor a recibir algún tipo de "represalia".

Según el ICEX, casi una treintena de empresas españolas tienen oficinas en Ucrania, entre ellas algunas compañías de renombre como Inditex, Amadeus o Mayoral. Pero todas ellas, excepto Cortuhondo, han sabido encontrar un lugar alejado de la frontera rusa donde refugiarse, como Kiev, Lviv o Cherkassy. Sin embargo, esta 'imprudente' empresa ha sido la única asentada en Ucrania y procedente de nuestro país que ha aceptado participar en este reportaje. Entre los que se han negado está Roca -la empresa especializada en productos de baño- que, según dice, "no queremos posicionarnos". Una afirmación -esta última- que demuestra la tensión que se respira en este conflicto, que tiene ya un efecto colateral: la incertidumbre de los empresarios.

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