En Jordania la seguridad prima sobre el lado humanitario en la crisis de refugiados

  • Jordania ha abierto sus puertas a cientos de miles de refugiados sirios pero ahora restringe el acceso a su territorio debido al auge de los grupos yihadistas en la vecina Siria.

"Desde el estallido de la crisis en Siria, el ejército se centraba en el lado humanitario", explicó el jefe de los guardias fronterizos jordanos, general Saber Al Mahayra.

"Pero tras el auge de los grupos extremistas, como la organización Estado Islámico (EI) o el Frente al Nosra (el brazo de Al Qaida en Siria), y la ampliación de sus zonas de influencia nos concentramos en la seguridad, sin olvidar el apartado humanitario", añadió.

Instalado en el centro de mando de Zarqa, a unos 30 km al este de Amman, el general esgrime el riesgo de que los extremistas intenten infiltrarse entre los refugiados o incluso que las redes criminales consigan introducir armas o droga.

A día de hoy no se tiene constancia de ningún caso de infiltración extremista, pero el reino ha reforzado la vigilancia y restringido el acceso.

Jordania acogió a más de 400.000 sirios en 2012 y 2013. El conflicto estalló en marzo de 2011, cuando el régimen del presidente sirio Bashar Al Asad reprimió duramente las manifestaciones prodemocráticas pacíficas.

El general Al Mahayra ironiza sobre la crisis en Europa por "unos miles" de refugiados: "¿Qué vamos a decir, entonces, nosotros que hemos acogido a cientos de miles?"

Pero en 2014, cuando la guerra se complicó aún más con la entrada de otros actores, con grupos yihadistas como el EI, sólo 90.000 sirios obtuvieron refugio en Jordania, y en 2015 10.323, según cifras del ejército.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que en total unos 600.000 refugiados sirios viven en Jordania. El gobierno baraja la cifra de 1,4 millones, es decir el 20% de la población del reino.

La disminución de llegadas se debe principalmente a la reducción de los pasos fronterizos desde Siria.

Según el general Al Mahayra, en los primeros años de la guerra había 45 pasos abiertos a lo largo de los 378 km de frontera entre los dos países. Hoy quedan tres en el este y los refugiados entran con cuentagotas. En el oeste sólo pasan los heridos.

Los tres pasos del este se encuentran en una zona desértica, lejos de las infraestructuras. Una elección que complica el periplo, según los expertos.

También se han reforzado los controles. Antes de llegar a los campamentos de refugiados las autoridades controlan la identidad de los sirios y registran sus equipajes.

"Una comisión de seguridad efectúa un registro biométrico. Sólo se puede aplicar a 200 refugiados por día", declaró el comandante de los guardias fronterizos de la región de Ruiched (este), Mohamed Salim Al Asahim.

El representante de ACNUR en Jordania, Andrew Harper, dice que "entiende" las preocupaciones en materia de seguridad del gobierno dado que el país "está situado en una zona difícil con extremistas al norte y al este".

Pero queremos "que los refugiados más vulnerables puedan entrar en el país", explica. "Muchos refugiados están bloqueados en la frontera oriental. La mayoría son mujeres y niños", dijo a la AFP sin dar cifras concretas.

Durante una visita de periodistas organizada por el ejército, la AFP no ha podido verificar si hay refugiados bloqueados del lado sirio.

Pero un sirio contó del lado jordano que había esperado tres días para poder entrar. "Nuestra situación era difícil pero cuando llegamos, el ejército jordano estuvo a la altura", declaró a la AFP Ali, que huyó de los combates en Alepo (norte) con su mujer y su hijo.

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