En la Guerra Fría, la CIA y otras agencias de EEUU contrataron a un millar de nazis

    • Uno de los contratados fue Otto von Bolschwing, oficial de las SS, y uno de los asesores más importantes de Adolf Eichmann.
    • Ya en 1994, la CIA intentó frenar al Departamento de Justicia que preparaba el procesamiento de Aleksandras Lileikis, un colaborador nazi.
La CIA no tuvo reparos en contratar a criminales de guerra nazis
La CIA no tuvo reparos en contratar a criminales de guerra nazis
M.G.

En las décadas posteriores ala Segunda Guerra Mundial, laCIAy otras agencias de espionaje de Estados Unidos contrataron los servicios de, al menos, un millar de nazis, para realizar tareas como agentes e informantes.Así lo cuenta New York Times, en un extenso reportaje publicado este lunes, en el que añade que en la década de 1990, se trabajó para ocultar los vínculos que aún mantenía el gobierno estadounidense con algunos de estos nazis, que todavía viven en los Estados Unidos.El rotativo neoyorkino explica que, en el apogeo de la Guerra Fría - década de 1950-, el FBI de J.Edgar Hoovery la CIA que dirigía Allen Dulles, se dedicaron a reclutar nazis de todos los rangos del escalafón, para usarlos como agentes activos en la lucha contra la Unión Soviética, según se ha conocido ahora gracias a la desclasificación de documentos secretos.Ambos organismos gubernamentales creían que el valor que estos exnazis aportaban a la comunidad de inteligencia de EEUU, en su tarea delucha contra los rusos, superaba a lo que un funcionario calificó de "lapsus morales" que habían comentido al servicio del Tercer Reich."Crímenes de guerra menores"A modo de ejemplo, NYT destaca que la CIA contrató a un ex oficial de las SS como espía en la década de 1950, incluso después de llegar a la conclusión de que con probabilidad era culpable de "crímenes de guerra de menor importancia".Con el tiempo se ha podido saber que algunos de los espías a sueldo de Estados Unidos habían trabajado en las más altas instancias de los nazis. Uno de ellos, Otto von Bolschwing, oficial de las SS,fue uno de los asesores más importantes de Adolf Eichmann, considerado el arquitecto de la llamada "solución final", el plan que supuso el exterminio de millones de judios de toda Europa.Sin embargo, después de la guerra, la CIA no sólo lo contrató como espía en Europa, sino que lo traslado junto a toda su familia a Nueva York en 1954, tal y como muestran los registros.La medida se tomo en consideración a "su servicio leal en la posguerra y en vista de la inocuidad de sus actividades en el partido (nazi)", escribió la agencia de espionaje de EEUU en su momento.Cuando los agentes israelíes capturaron a Eichmann en Argentina en 1960, Otto von Bolschwing acudió rapidamente a la CIA en busca de ayuda, preocupado por la captura de su antiguo jefe nazi, y que él pudiera ser el siguiente objetivo de los israelíes.Al finalvivió libremente otros 20 años más en EEUU antes de que los fiscales descubrieran su papel durante la guerra y le procesaran.Estuvo de acuerdo en renunciar a su ciudadanía en 1981, muriendo meses más tarde.Uno de los nuestrosEn total, el ejército estadounidense, la CIA, el FBI y otras agencias contrataron tras la Segunda Guerra Mundial a cerca de 1.000 exnazis a modo de colaboradores, tanto en el papel de espías como de meros informantes.Son los cálculos realizados por Richard Breitman, estudioso del Holocausto y profesor universitario, miembro del equipo que desclasificó los registros de crímenes de guerra.La CIA se negó a hacer comentarios para el artículo de NYT, y tiene buenas razones para callar. Uno de ellos se fecha en 1994, cuando la agencia intentó frenar al Departamento de Justicia cuando preparaba el procesamiento y deportación deAleksandras Lileikis, un colaborador de los nazis.Se da la circunstancia de que los archivos de la propia CIA vinculaba a Lileikis con la masacre de 60.000 Judios en Lituania, asesinados con ráfagas de ametralladora.La CIA tenía constancia en sus documentos de que Lileikis trabajó "bajo el control de la Gestapo durante la guerra", y "estaba posiblemente relacionado con el tiroteo de Judios en Vilna".
A pesar de sus credenciales asesinas, la agencia lo contrató en 1952 como espía en Alemania del Este, pagándole 1.700 dólares y dos cartones de cigarrillos al mes, además de facilitar que entrara posteriormente en EEUU como emigrante en 1956. Lileikis vivió tranquilamente durante casi 40 años en EEUU, hasta que los fiscales descubrieron su pasado nazi y se prepararon para dictar su deportación en 1994.La CIA quiso frenar el caso, y en un memorando confidencial enviado a la Comisión de Inteligencia del Congreso en 1995, la agencia reconoció que lo habían contratado como espía, pero mencionaron los datos que tenían de él vinculándole a los asesinatos en masa.

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