En la isla de Lesbos los cadáveres de refugiados ya no caben ni en el cementerio

    • La llegada masiva de inmigrantes a las islas del sur de Grecia ocasiona numerosos problemas logísticos.
    • En Lesbos se acumulan los cuerpos de refugiados ahogados, que se reparten entre la morgue y contenedores refrigerados..
Situación límite en Lesbos, donde se acumulan los cadáveres de refugiados ahogados.
Situación límite en Lesbos, donde se acumulan los cadáveres de refugiados ahogados.

"Hemos recibido por la mañana cinco cuerpos más, entre ellos dos niños. ¡Debemos terminar con la tragedia". Es el grito desesperado que lanza un médico en depósito de cadáveres del hospital de Mitilene, ciudad griega de la isla de Lesbos y uno de los principales puntos llegada del flujo de refugiados de medio oriente.

Los ciudadanos de Lesbos están hartos. Se sienten abandonados por las autoridades comunitarias. Este jueves han organizado manifestaciones para protestar por la gestión de la crisis migratoria, coincidiendo con la vista del primer ministro Tsipras y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Los manifestantes exigen que se abra un paso en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía, que buena parte permanece vallada.

Ambos dirigentes han tenido la oportunidad de comprobar de primera mano la dimensión de la crisis. Y que no son en absoluto suficientes las reubicaciones que comenzaron ayer. Tan solo 30 refugiados griegos tuvieron la suerte de salir hacia Luxemburgo, donde serán acogidos.

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Se calcula que 800.000 refugiados han llegado a Europa este año, 218.000 de ellos sólo en el mes de octubre. Alrededor de 3.300 han muerto en el periplo. De momento, Grecia ha recibido a 359.000 refugiados, la mayoría de ellos rescatados de las costas de las islas. Unas 500 personas perecieron en su intento de alcanzar Grecia partiendo desde Turquía. El creciente frío, las precarias condiciones de navegación y el mal tiempo añaden nuevas dificultades a los refugiados. Sólo en la semana pasada, murieron 90 personas en la zona.No hay tumbas para tanto muerto

¿Qué hacer cuando se produce semejante avalancha, con tan funestas consecuencias, en una ciudad que apenas supera los 27.000 habitantes? Más de medio centenar de cuerpos se han distribuido entre la morgue del hospital y un contenedor refrigerado puesto a disposición de las autoridades por donantes privados. "¿Qué habríamos hecho con estos cuerpos sin este contenedor?", se preguntan los responsables sanitarios.

Los cementerios ya no dan más de sí. No hay tumbas para tanto muerto. El sacerdote ortodoxo de la isla aspira a que el hospital ceda un terreno, pero se topa con la burocracia. Le dan un tiempo de espera de dos o tres años. Imposible aguantar. La situación es dramática.

Por el contrario, el alcalde de la ciudad parece más optimista, y asegura que están solucionando el problema, que encontrarán un lugar cerca del hospital y que los trámites fluirán con celeridad.

"Necesitamos una solución rápida para enterrar a los cuerpos", dicen los médicos, temiendo que no puedan contener la previsible descomposición, con los riesgos sanitarios que eso implica. Confían en poder identificar los cuerpos con la ayuda de la policía antes de que sean enterrados. Si estos refugiados no pudieron lograr su sueño de una vida mejor, al menos se espera conocer sus nombres para algún día poder comunicar a las familias qué pasó con ellos.

Por el momento, el cementerio de Mitilene se ha llenado de tumbas donde predomina la palabra "desconocido" y la fecha en la que fueron recogidos los cadáveres. De cualquier modo, el trámite se prevé largo. Habrá contactar con las familias, determinar qué se hace con los cadáveres, si quieren que queden enterrados allí o si desean organizar la repatriación del cuerpo hacia Siria o hacia otro lugar. Eso, sin contar con los gastos derivados de toda la operación.

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