¿En qué estaba pensando la comunidad internacional cuando ayudó a independizarse a Sudán del Sur?

  • Cuando Sudán del Sur se independizó de Sudán el año pasado, la comunidad internacional se gastó miles de millones de dólares para lograr la paz en la zona. Los enfrentamientos estaban asegurados con el petróleo en el Sur, pero se relegó el futuro problema a un segundo plano. Ahora los ejércitos sudaneses están lanzando bombas desde ambos lados de la frontera.

El presidente sudanés visita la zona disputada de Heglig
El presidente sudanés visita la zona disputada de Heglig
Andrew Meldrum, Boston (EEUU) | GlobalPost

¿En qué estaban pensando?

Cuando Sudán del Sur se independizó de Sudán el año pasado, ¿por qué la comunidad internacional no pudo ver que ambos países no tardarían mucho tiempo en volver a estar en guerra?

Se gastaron miles de millones de dólares para lograr la paz en la zona. Pero menos de un año después, los ejércitos sudaneses están lanzando bombas desde ambos lados de la frontera.

Tanto Sudán como Sudán del Sur aseguran que los yacimientos de petróleo en la frontera les pertenecen. La propia frontera es objeto de disputa. El oleoducto que saca el petróleo hasta el mercado internacional está en Sudán, y no existe un acuerdo que aclare cuánto tendría que pagar Sudán del Sur por utilizarlo.

A ambos lados de la frontera hay además fuertes disputas étnicas y religiosas. Hay armas por todas partes. Los dos países estuvieron en guerra durante 22 años, hasta 2005, y Sudán del Sur tan sólo logró la independencia debido a la presión regional e internacional.

Ambos países ya están inmersos en una retórica beligerante. Además, el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, es notorio por haber recurrido en el pasado la violencia e ignorado la presión internacional en este asunto. De hecho, está siendo buscado por el Tribunal Penal Internacional por supuestos crímenes de guerra en la provincia occidental de Darfur.

Entonces ¿por qué la comunidad internacional no adoptó medidas para asegurar una paz continuada y estabilidad entre Sudán y Sudán del Sur?

El hecho de que estos temas fueron fuertemente rechazados por las partes ha demostrado ser una razón muy débil. Hubiese sido mejor resolverlos antes de la independencia, en lugar de dejar que se enconasen entre dos vecinos enfrentados.

Los puntos potencialmente conflictivos no eran un secreto cuando Sudán del Sur logró la independencia el 9 de julio de 2011. Se deberían de haber tomados medidas para asegurar que no ponían la paz en peligro.

Se tendría que haber desplegado una fuerza de paz, integrada por la ONU y la Unión Africana. También se debería de haber establecido una zona desmilitarizada a lo largo de la frontera para evitar la acumulación de tropas y de armas que se ve en la actualidad. Incluso se podría haber impuesto una zona de exclusión aérea en la frontera, para prohibir bombardeos como los que MiG de Sudán llevaron a cabo la semana pasada.

¿Por qué no se dieron esos pasos? Básicamente porque esas medidas hubiesen costado un montón de dinero. NI la ONU ni la Unión Africana tienen suficientes fondos en sus presupuestos. Ni EEUU, que ha sido fundamental en el proceso de paz de seis años que llevó a la independencia del Sur.

Pero será más caro implantar esas medidas ahora. Y ya se han perdido vidas.Sin embargo, hay algunas señales para el optimismo en el área de la presión internacional.

El Satellite Sentinel Project, impulsado por el actor George Clooney, ha aportado pruebas en tiempo real del aumento de armas y tropas en la frontera. También ha difundido pruebas de hostilidades, y cualquiera puede ver con sus ojos que las ciudades fronterizas han sido atacadas y saqueadas.

Recientemente esta campaña de denuncia a base de imágenes de satélites ha demostrado una equidad encomiable, al denunciar que tanto Sudán como Sudán del Sur han realizado actos de agresión que van en contra de las leyes internacionales.

Si la comunidad internacional está empezando a tomar nota de lo que ocurre se debe en parte a que el gran público es ahora consciente de la violencia gracias a la difusión de las imágenes satelitales.

Ahora que los dos sudanes se están atacando abiertamente, la comunidad internacional está obligada a responder. La ONU y la Unión Africana, así como EEUU, les han exigido que se sienten a negociar para resolver sus problemas.

Lamentablemente, tal y como ha demostrado con la acusación formal del TPI planeando sobre su cabeza, Bashir se muestra impermeable a la presión internacional. La semana pasada dijo que no está interesado en negociar, y apostó por ir a la guerra.

Elevó además la retórica bélica a un nuevo nivel, al llamar reiteradamente a los vecinos del Sur "insectos", lo que hace recordar con horror el término "cucarachas" que se usó en Ruanda durante el genocidio de tutsis hace 18 años.

Un factor que quizás ayude a equilibrar la balanza hacia la paz puede llegar de un lugar inesperado: China. Pekín es un viejo aliado del régimen de Bashir. De hecho, China ha protegido a Sudán en la ONU y le ha evitado las sanciones del Consejo de Seguridad por la tragedia de Darfur.

Pero ahora China se encuentra en una posición incómoda. Está comprándole petróleo a los dos sudanes. Y esos cargamentos petrolíferos se ven amenazados por los combates. Además, China ha vendido armas a Sudán, que ahora están siendo utilizadas contra Sudán del Sur e incluso poniendo a trabajadores chinos en peligro.

Todo esto se supo lo semana pasada, cuando el presidente del Sur, Salva Kiir, viajó a Pekín para fortalecer las relaciones comerciales bilaterales. Sin embargo, los planes de Kiir se vieron interrumpidos por los rumores de guerra con Sudán, que le obligaron a recortar su viaje y volver a su país apresuradamente.

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