Encuentran a cinco niños sudafricanos muertos dentro de un congelador

Un macabro hallazgo tuvo lugar en Sudáfrica, cuando cinco niños fueron encontrados muertos dentro de un congelador. El atroz suceso tuvo lugar el pasado martes, en el pueblo rural de Kakamas, en el noroeste del país. La abuela de los menores fue quien los encontró en el interior de la máquina, que estaba situada en el patio de su domicilio.

La Policía investiga los hechos. Las primeras hipótesis hablan de que los niños, que tenían edades comprendidas entre los 3 y los 7 años y eran primos, estuvieron jugando con el viejo artefacto. Por algún motivo que aún se desconoce, se habrian quedado encerrados dentro del mismo.

Los agentes que se han desplazado hasta la casa han abierto una investigación. De momento, la causa del fallecimiento de los niños sería accidental, pero aún no se descarta un motivo intencional.

Si bien aún resta conocer el informe defitivo de las autopsias, la causa de las muertes sería por asfixia. La familiar que ha descubierto el atroz hallazgo manifestó a los agentes que "el aparato estaba cerrado" cuando presenció la terrible escena.

"La abuela de los niños los encontró asfixiados dentro del viejo frigorífico en el jardín. Al parecer el congelador se cerró de manera accidental mientras los niños jugaban dentro de él", afirmó el portavoz policial Dimakatso Mooi. Los niños eran primos y tenían entre tres y siete años,confirmó el portavoz.Llamamiento de la Policía

En el marco de la investigación, la Policía ha iniciado las labores para dar con el paradero de los padres de los menores. Por otra parte, ha hecho un llamamiento en Sudáfrica para que los tutoresno dejen descuidados a los niños a su cargo.

"Los aparatos viejos y la chatarra deben ser evacuados de los patios y jardines, ya que puede provocar daños a los niños", agregó Mool.

Esta misma semana, otros dos niños de dos y tres años murieron y dos más fueron hospitalizados tras quedarse encerrados en un vehículo fuera de uso en Durban, en la costa este. Las víctimas fueron encontradas por vecinos dentro del coche, aparcado a la intemperie y expuesto a las altas temperaturas del verano austral.