Conocido por denunciar la corrupción

¿Han envenenado al azote del Kremlin? El opositor Alexéi Navalni, en la UCI

Josep Borrell expresa este jueves su preocupación por el estado de Navalni, que según su portavoz ha sido envenenado, y pide que si se confirma los responsables rindan cuentas.

EFE
¿Han envenenado al azote del Kremlin? El opositor Alexéi Navalni, en la UCI
EFE

Ingresa en la UCI uno de los mayores azotes del Kremlin. El líder opositor ruso Alexéi Navalni, conocido por sus campañas de denuncias de corrupción entre los altos cargos del país y el entorno del presidente Vladímir Putin, se encuentra ingresado en estado inconsciente en una unidad de cuidados intensivos después de que fuera envenenado, aseguró este jueves su portavoz, Kira Yarmysh. Según algunas fuentes, el opositor, de 44 años, está conectado a un respirador. Navalni se sintió mal a bordo del avión en el que regresaba a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk y la aeronave tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Omsk, donde fue ingresado.

Navalni "se sintió mal. El avión aterrizó con urgencia en Omsk. Alexéi sufre de una intoxicación. Ahora vamos al hospital en ambulancia", escribía su portavoz en su cuenta de Twitter. "Suponemos que Alexéi fue envenenado con algo mezclado con el té. Era lo único que bebía por la mañana. Los médicos dicen que la toxina se absorbió más rápido a través del líquido caliente", relata Yarmysh.

Según la portavoz del político ruso, que se ha significado por su lucha anticorrupción en el país, Navalni "permanece todavía inconsciente" e ingresado en cuidados intensivos y conectado a un respirador. "Hace un año, cuando Alexéi estaba en el centro de detención, fue envenenado. Obviamente ahora le hicieron lo mismo", escribió Yarmysh en la red social.

El Departamento de Sanidad de Omsk confirmó la hospitalización del político en una unidad de cuidados intensivos, donde -aseguró- recibe toda la atención necesaria. Los médicos esperan precisar en el curso del día el diagnóstico del líder opositor. "Creo que durante el día precisaremos con exactitud el diagnóstico. En todo caso, (a Navalni) se le está prestando todo el tratamiento necesario", dijo el subdirector del Hospital de Urgencias Nº 1 de Omsk (Siberia), Nikolái Kalinichenko, citado por la agencia Interfax.

El subdirector del centro agregó que no hay seguridad de que el estado de Navalni haya sido provocado por un envenenamiento, aunque este "desde luego, se examina como una de la posibles causas". "Sin embargo, se estudian otras causas que podrían haber provocado este grave cuadro clínico. Estamos trabajando", reiteró Kalinichenko.

El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, expresó este jueves su preocupación por el estado de salud de Navalni y pidió que los responsables rindan cuentas si se confirma el envenenamiento. "Preocupado al escuchar que Alexéi Navalni se sospecha que ha sido envenenado", indicó Borrell a través de su cuenta de Twitter, en la que también le deseó un pronto y total restablecimiento. "Si se confirma, los responsables deben rendir cuentas", agregó.

Los envenenamientos de otros opositores

Navalni se ha convertido en los últimos años en la cara más visible de la oposición al presidente Putin, destapando graves escándalos de corrupción y encabezando las mayores protestas en su contra de los últimos años y siendo detenido en repetidas ocasiones por las autoridades rusas. Diversas investigaciones judiciales le impiden ejercer algún cargo político. Ahora que el pulso entre la versión ofrecida por el entorno de Navalni y la de las autoridades ya ha comenzado, su caso recuerda al de otros opositores y disidentes rusos envenenados en los últimos años.

 En 2006, el antiguo agente del servicio secreto Alexander Litvinenko falleció tras haber tomado un té que contenía polonio-210, una toxina radiactiva, durante una reunión en Londres. También en suelo británico, el antiguo espía convertido en agente doble Sergei Skripal y su hija fueron hallados inconscientes en marzo de 2018 frente a su residencia en Salisbury después de haber sido envenenados con un agente nervioso, si bien ambos consiguieron sobrevivir. Londres responsabilizó a las autoridades rusas de este suceso.

Mostrar comentarios