España pide a la UE que limite importar acero y potencie el europeo tras el Brexit

Conforme se acerca el 31 de octubre, la amenaza de un Brexit 'duro' se hace más visible. Por eso, y aunque la salida de Reino Unido de la UE se produzca con acuerdo, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha movido ficha y ha solicitado por carta a la Comisión Europea que contemple "medidas de salvaguarda" sobre las importaciones del acero, especialmente para contener el avance de la siderurgia china y proteger a los productores europeos.

Tal y como explica 'El País', la carta, con fecha de 8 de octubre, se dirige a la comisaria saliente de Comercio, Cecilia Malmström. En dicha misiva, Reyes Maroto, señala que "las empresas siderúrgicas de la Unión se encuentran en una situación difícil hasta el punto de plantearse el cierre de algunas líneas y plantas de producción, debido a la escasa demanda y a la competencia de las importaciones". Un miedo especialmente al procedente de China, ya que en plena guerra comercial podría amenazar a los productos siderúrgicos comunitarios.

Por ello, siempre según el citado diario, solicita a la comisaria que, "una vez que se produzca el Brexit, lleve a cabo una revisión urgente de las medidas [de salvaguardia] con el fin de adaptarlas a la nueva situación". España apoyó una primera revisión de estas medidas de salvaguardia, presentadas a los Estados miembros el pasado 4 de septiembre. Sin embargo, la ministra considera que una inminente salida de Reino Unido, sobre todo si no hay acuerdo con Bruselas, obliga a revisar de nuevo esas medidas.

El mecanismo que utiliza la UE para proteger la industria comunitaria de acero se aprobó el pasado febrero a petición de la Comisión Europea y consiste en permitir la entrada de cualquier producto de terceros países hasta completar una cuota (calculada en base a las importaciones de 2015 a 2017). Toda importación que se salga de dicha cuota se grava con tarifas del 25%.

En España, el Gobierno calcula que el sector agroalimentario español, que este martes ha pedido que no se le utilice como "moneda de cambio" en las disputas comerciales internacionales, tendrá que desembolsar cerca de 200 millones de euros al año en aranceles en su comercio con EEUU si finalmente entran en vigor las tasas anunciadas por la Administración Trump a distintos alimentos y productos comunitarios. El ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, precisaba este martes -tras reunirse con el sector de la producción y la industria alimentaria para abordar este asunto- que esta cifra corresponde al 25% de los 765 millones de euros de negocio que cada año generan las ventas de los productos alimentarios españoles afectados.

Así, el mayor damnificado sería el sector agroalimentario, que sufriría aranceles del 25% en algunas de las principales exportaciones de nuestro país, como el aceite de oliva, aceituna, vino, queso, cítricos o los productos porcinos. Se trata de un sector que el año pasado exportó productos por valor de 765 millones de euros, por lo que de aplicarse este aumento tarifario por parte de EEUU, perdería unos 191,2 millones. El resto, los 0,8 millones de euros restantes, correspondería a lo que perdería el sector aeronáutico, cuyos aranceles son del 10%.